La granja de troles de Nicaragua y Ortega, el nuevo Somoza

Muy de vez en cuando, Nicaragua es noticia en el plano internacional. El estado centroamericano no es un país extremadamente importante en el concierto internacional, de manera que, para “ser noticia”, debe tratarse de algo relevante, que trascienda las fronteras nicaragüenses.

Lamentablemente, las noticias que trascienten las fronteras de Nicaragua son, sin excepción, noticias negativas: la detención de opositores, la calidad de farsa de la próxima “elección” presidencial del compañero Daniel Ortega, que se ha convertido en presidente vitalicio de Nicaragua y un gran etcétera de corrupción y violación de derechos humanos.

Desde hace ya bastantes años, el entusiasmo, el revuelo y la excitación que causaba el proyecto de la  revolución sandinista en sectores de izquierda del llamado primer mundo, es sólo historia y no electriza a nadie.

Los jóvenes revolucionarios europeos ya no viajan a Nicaragua a hacer la revolución… Es triste reconocerlo, pero los únicos jóvenes europeos que hoy se trasladan a alguna parte para hacer alguna revolución, son los islamistas… El Islamic State ejerce sobre ellos una atracción similar a la que antaño ejercía el experimento comunista en su versión sandinista, en muchos “jóvenes idealistas” de Europa occidental[1].

Esta semana, una noticia relativa a Nicaragua saltó sobre el umbral de las noticias mundialmente trascendentes: se trata de la existencia de una granja de troles, troll factory o troll farm en Nicaragua. ¿Qué tipo de granja es esta? De partida, no creo que tenga mucho que ver con un asentamiento agrícola. “Una granja de troles o una fábrica de troles es un grupo institucionalizado de trolls de Internet que busca interferir en las opiniones políticas y la toma de decisiones”[2].

En Europa, la fábrica de troles de San Petersburgo es la más conocida, probablemente, es la más famosa del mundo. Su objetivo es interferir en las decisiones políticas de Europa Occidental, generalmente, a favor de partidos y posiciones de extrema derecha o de extrema izquierda. Es la versión 2.0 de la antigua doctrina soviética de la desinformación. La “fábrica” rusa es denominada “ejército de troles”, “brigadas de la web” o simplemente “Putin boots”. Para los troles de Petrogrado, el nombre “granja” es ciertamente inapropiado, por ser demasiado dulce e inofensivo.

La granja nicaragüense pretende influir no sólo en las decisiones políticas dentro de Nicaragua, sino que en toda Latinoamérica. Se trata de llenar las redes sociales con información proclive a la línea política de extrema izquierda, de manipular el discurso político y de tergiversarlo a través de cuentas falsas, de personas y de grupos que no existen, para así engañar a la opinión pública.

Meta, el nuevo consorcio al que pertenecen las redes sociales Facebook e Instagram cerró en Facebook, nada menos que 937 cuentas, 140 páginas, 24 grupos que eran “cultivados” en la granja sandinista. En Instagram, clausuró sólo 363 cuentas. Es que, para los activistas de los extremos políticos, Instagram no es tan fácil de “cultivar” como lo es Facebook.

Los “campesinos” que cultivan la granja son trabajadores del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos. Funcionarios públicos, pagados por el estado de Nicaragua. Los troles nicaragüenses que “trabajan” tiempo completo divulgando fake news desde la granja, no sólo tienen cuentas en Facebook y en Instagram, sino también en TikTok y en Twitter. Es de esperar que Twitter se encargue del tema y cierre esas cuentas.

Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, ambos revolucionarios desde tiempos inmemoriales, admirados en el mundo entero por su compromiso con la revolución, con los pobres, con el comunismo en su versión sandinista latinoamericana, “reinan” hoy en Nicaragua como presidente y vicepresidenta vitalicios, respectivamente.

El matrimonio Ortega y sus familiares y amigos han convertido a Nicaragua en un país aún más pobre que durante la época de… ¿Cómo se llamaba el antiguo tirano nicaragüense que ellos derrocaron? Anastasio Somoza, revela Wikipedia. Nicaragua ha devenido en un país mucho más represivo, más corrupto, dominado totalitariamente por el Clan Ortega y sus secuaces o, en otras palabras, por el nuevo Somoza.

El “ministro de relaciones exteriores” de la Unión Europea, miembro del PSOE español -y por tanto, nada de sospechoso de ser un reaccionario, un neoliberal, derechista, ni nada por el estilo- Josep Borrell, ha llamado a Ortega “uno de los peores dictadores del mundo”. Recordemos que el comandante del Frente Sandinista de Liberación Nacional y hoy presidente está en el poder desde el año 2007.

De sacar a los pobres de su pobreza, de establecer una economía solidaria, contraria al por ellos denostado neoliberalismo, de eso no queda ni la menor esperanza. Una de las granjas de la empresa familiar de los Ortega es la granja de troles, destinada a exportar la revolución a toda Latinoamérica. Una inversión que -para ellos- no arroja ganancias en un corto plazo, sino sólo costos; pero que -igualmente, para ellos- puede llegar a ser muy rentable en el futuro, cuando triunfe la revolución en Latinoamérica…


[1] La atracción de la comarca mexicana de Chiapas también era grande… Amigos alemanes emigraron, en su momento, a esa región mexicana, donde tenían puestas todas sus esperanzas. Volvieron a Alemania con la cola entre las piernas y sin un céntimo. Perdieron años de su vida en un proyecto que no valía la pena.

[2] “A troll farm or troll factory is an institutionalised group of internet trolls that seeks to interfere in political opinions and decision-making”. Copio la definición de Wikipedia que, a la vez, la tomó de un artículo del diario liberal de izquierda británico The Guardian, Russian troll factory paid US activists to help fund protests during election

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