Una de las “razones” para invadir Ucrania es la acusación que Putin hizo y hace a los países occidentales (usando este término, me siento como si estuviéramos aún en el período de la Guerra Fría[1]) de “acorralar” a Rusia, de encerrarla. Lo que es totalmente falso, es sólo una mala excusa, ya que los límites de los países de la OTAN con Rusia son mínimos, como muestra el mapa de mi columna Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia
Resulta que Putin ha logrado exactamente lo contrario de lo que supuestamente se proponía y precisamente lo que entonces criticaba y que utilizó como “justificación” para invadir Ucrania e intentar borrarla del mapa[2], ya que Ucrania en realidad, no existiría, sino que sería únicamente una parte de Rusia. El presidente Putin – y esto quedó de manifiesto en su discurso durante la última Parada de la Victoria en Moscú- acusa a la OTAN de obligar a nuevos países a ingresar a la Alianza defensiva del Atlántico Norte.
Putin acusa a los estados democráticos de obligar a los ex-países del Este y Centro de Europa que formaban parte del fenecido bloque comunista, a ingresar a la OTAN. En otras palabras, los países del otrora Pacto de Varsovia (la alianza militar organizada por la entonces Unión Soviética) habrían sido obligados, coaccionados, coercionados a ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, de la que forman parte Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa. (Entre paréntesis, en el mencionado discurso, Putin se refiere a “Estados Unidos y sus minions”[3]).
El ejemplo que vemos ahora en vivo y en directo en el Norte de Europa, me lleva a pensar que los países que antes se encontraban “al otro lado de la cortina de hierro”, los países del Este, los estados que integraban el Pacto de Varesovia, no fueron compelidos, ni presionados, ni nadie les exigió entrar a la OTAN. Los ejemplos actuales que hoy podemos analizar live son los de Finlandia Y Suecia, a los que me referí en mi columna anterior Finlandia a la OTAN, que invito cordialmente a leer y a comentar.
El presidente de Rusia, Wladimir Wladimirowitsch, sostiene que la OTAN obliga a Suecia y a Finlandia a entrar a la Alianza; pero yo creo que el único o más bien la única que obliga al respectivo gobierno a solicitar el ingreso es la opinión pública, tanto de Suecia como de Finlandia.
En Finlandia, el porcentaje de su población a favor de un ingreso, llegaba a un escaso 20% histórico. En enero de este año, los finlandeses que apoyaban una entrada de sus país a la OTAN alcanzaban apenas un 28%; un 32% no tenía opinión y un 42% estaba en contra. En otras palabras, Finlandia estaba feliz con su neutralidad. Sin embargo, en marzo y después de la invasión rusa a Ucrania, un 62% estaba de acuerdo con que su país entrara a la OTAN, lo que es un verdadero cambio de paradigma, ya que significa doblar la cantidad de gente a favor de apenas un mes antes[4]. Actualmente, la aprobación en Finlandia alcanzaría un 76%. Sólo 12% en contra y 11% está indeciso[5].
En Suecia, vemos cifras similares. En abril, a favor de la OTAN, estaba un 57% y apenas un 21% no deseaba que su país ingresara a la Alianza[6]. En el caso de Suecia, al parecer, el mayor cambio de paradigma se debe al cambio en la socialdemocracia sueca que pasó, de ser partidaria de la neutralidad, a ser promotora de un ingreso a la alianza militar. En todo caso, la neutralidad sueca no significó nunca convertirse en un país desarmado. Por el contrario, Suecia tiene potentes fuerzas armadas y una de las industrias de armamento más emblemáticas del mundo. Sin ir más lejos, la exitosa NLAW, el arma antitanques que Gran Bretaña le entregó a Ucrania[7] es un desarrollo de la industria sueca[8].
En suma, la misma invasión a Ucrania ha sido el detonante no sólo de una gran unidad de los países democráticos a nivel mundial (como expuse en mi columna #StandUpForUkraine), sino que está fortaleciendo su alianza militar de una manera que, me imagino, Putin nunca se habría imaginado. El mito de la desinformación putiniana, según el cual, la OTAN es una amenaza para Rusia es una “historia antigua” y manoseada que ya nadie cree en el mundo. Rusia ha perdido la guerra de la información o, en su caso, más propiamente de la desinformación.
Para terminar, me gustaría aclarar que La OTAN nunca ha tenido planes de atacar a Rusia. Menos aún, de obligar a otros países a entrar a la alianza, los hechos actuales demuestran que la realidad es exactamente todo lo contrario. Únicamente los extremistas de izquierda o de derecha de todo el mundo y países como Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, etc. y tontos útiles, además de trolls pueden seguir el juego de Putin y continuar difundiendo mitos, leyendas, conspiranoias y mentiras.
Entre tanto, los países de la OTAN se alegran de recibir a Suecia y a Finlandia entre sus miembros.
[1] Pienso que no es así: Rusia está hoy aislada y no tiene una ideología que propagar en el mundo, salvo que su autoritarismo se considere como una nueva doctrina, ver mi columna sobre La Nueva guerra fría
[2] Ver Si Rusia deja de luchar no habrá más guerra. Si Ucrania deja de luchar no habrá más Ucrania
[3] Dokumentation: Putin-Rede zum 9. Mai 2022 (Nachtrag: offizielle englische Fassung)
[4] Las cifras son del podcast Sicherheitshalber
[5] Cifras de Yle, la radio de Finlandia. Ver además mi columna Finlandia a la OTAN
[6] Las cifras son igualmente del podcast Sicherheitshalber
[7] British anti-tank weapons sent to defend Ukraine from Russia
columna semanal de marta salazar 