La vieja y la nueva derecha en Alemania ¿Qué nos diría Sebastian Haffner?

Para entender el presente, hay que conocer el pasado. Para pensar el futuro, es indispensable comprender el presente.

Mi primer libro de Sebastian Haffner fue un regalo de Jutta Burggraf: Germany. Jekyll and Hyde, en que Haffner/Pretzel hace un sociograma de la sociedad alemana de la época del nacional socialismo y explica -para el público británico- cómo y por qué el pueblo alemán cayó en las redes del totalitarismo nazi.

Desde ese, mi primer libro, he leído muchos otras obras del pensador alemán. Una de ellas es Anmerkungen zu Hitler[1], traducido al inglés como The Meaning of Hitler, desconozco si hay traducción al castellano[2].

Nuestro autor explica que “la República de Weimar no fue destruida por una crisis económica, ni por el desempleo”. Estos factores contribuyeron a su ruina. Sin embargo, un estado no se desmorona debido a una crisis económica, ni siquiera a un desempleo masivo. Como no ocurrió con los Estados Unidos durante la Gran Depresión entre 1930 y 1933, con sus trece millones de personas sin trabajo.

“La República de Weimar fue destruida por la decidida determinación de la derecha de Weimar de abolir el estado parlamentario en favor de uno estado autoritario cuya concepción no tenían clara”. Sí, la República de Weimar no fue destruida por los nacional socialistas, que la encontraron ya destruida cuando Hitler se convirtió en canciller federal. Hitler y sus nazis se limitaron a sacae del poder a quienes la habían destruido.

Hay que tener presente que el libro en comento es de 1978, esto es, apareció durante la República de Bonn. Su autor explica: “La diferencia más grande entre Bonn y Weimar es que la fuerza -de la derecha alemana que rechazaba el estado- y que destruyó la República de Weimar, no existe más”. Se refieren al estado liberal, parlamentario, democrático, occidental de Weimar.

En otras palabras, la derecha alemana que rechazaba el orden estatal de Weimar -se encuentra, en la República de Bonn- incorporada a las fuerzas políticas constitucionales y que apoyan la existencia de la República que surgió después de la II Guerra.

Haffner explica que la derecha alemana que, en su competencia con Hitler -competencia que finalmente perdió- finalmente se “convirtió” y aceptó el régimen parlamentario de Bonn y la democracia parlamentaria, pluralista y liberal. La misma que había rechazado en Weimar, con terribles consecuencias, ya que algunos de los representantes de la llamada Revolución Conservadora, en su intento de ser oposición, fueron asesinados por los nazis que -por así decirlo- los sobrepararon. Otros se incorporaron al estado nacional socialista sin más.

Haffner habla de una conversión. En otras palabras, la derecha alemana aprendió que era mejor medirse, en el juego de interacción y de cambio entre gobierno y oposición, incluso con partidos de izquierda incorporados todos al juego parlamentario, que intentar competir con un líder populista de un estado autoritario y demagógico. Así, vemos a las fuerzas políticas destructoras de Weimar -antiliberales, antidemocráticas y antiparlamentarias- incorporadas al juego democrático de Bonn.

La derecha alemana pasó pues de ser la competencia del nacional socialismo, a aceptar ser gobierno o ser oposición, en un fair play democrático, cuyas reglas se hallaban establecidas en la Constitución de 1949. ¿Cómo se operó este cambio de los partidarios de la Revolución conservadora, de ser un grupúsculo antiliberal, antidemocrático y antiparlamentario, a incluirse dentro del juego democrático de la Post guerra en Alemania?

Haffner explica: “La fundación de la Unión demócrata cristiana alemana, como una fusión del Zentrum católico y de los antiguos partidos de la derecha, marcan este cambio”. Explica que estamos frente a un verdadero Sinneswandel, que lleva consigo un rechazo o distanciamiento de todo lo anterior. Compara este suceso de importancia secular con la transformación de la Social democracia, desde ser un partido revolucionario a convertirse en uno parlamentario, que acepta el juego democrático.

La República federal tuvo algo de lo que Weimar carecía: una derecha democrática. La República de Bonn no era sólo sostenida por una coalición de centro-izquierda, sino por todo el espectro político. Salvo grupúsculos radicales.

En consecuencia, el camino que -en la década de los 30- abrió paso a Hitler, quedó, cerrado. en Bonn. Y esto, desde su esctructura interna. De manera que Bonn fue un estado democrático mucho más fuerte que Weimar.

Me pregunto cómo analizaría Haffner la situación actual en Alemania, en que, en la República de Berlín, existe une nueva derecha alemana[3], antidemocrática, antiliberal, antiemancipación, antifeminista, autoritaria, anti-americana, anti-internacionalista, anti-OTAN, anti-occidental y pro-Putin. Que, aunque tenga sólo el 10 o 15% del electorado, es muy peligrosa. Ya por la llamada dinámica del extremismo de derecha, que empieza siendo relativamente moderado, para radicalizarse cada día más. A ella me referí en mi artículo de la semana pasada: El surgimiento de una nueva derecha en Alemania


[1] El texto on line, en PDF en Anmerkungen zu HItler

[2] Al parecer, fue traducido al castellano el 2003, bajo el título Anotaciones sobre Hitler.

[3] AfD, Pegida, Sezession y otros.

Der syrische Flüchtling und der hellblaue Ordner

Mein Sohn F. -im ersten Semester Jura- bereitete sich gerade für die erste Klausurwoche vor. Er war in der Bibliothek und kam spät am Abend nach Hause. Auf dem Weg nach Hause vergaß er in der U-Bahn seinen Uni-Ordner. Sein Ordner war gefüllt mit allen Unterlagen, Kopien, Fällen, Probeklausuren, Mitschriften und einem AG-Schein, die sich im Laufe der drei Monate des ersten Semesters angesammelt hatten.

Am diesem Abend war der Ordner unauffindbar. Die U-Bahn war nach Köln gefahren und so aus dem “Funkbereich Bonn” raus – so wurde es uns in der U-Bahn Haltestelle selbst gesagt. Auch die Anrufe in den Fundbüros von Bonn und Köln am folgenden Tag zeigten keinen Erfolg.

Am nächsten Tag stand am Abend ein junger Mann vor unserer Haustür. Er fragte nach einem “Herr F.” Wollte aber keine andere Informationen preisgeben. Als mein Sohn F. auch an der Tür erschien, hatte der junge Mann ihn gesehen, schien ihn zu erkennen und fing sofort an, etwas aus seiner Tasche auszupacken. Nämlich den vermissten hellblauen Ordner.

Der junge Mann sagte, er wollte persönlich vorbeifahren und den Ordner F. eigenhändig geben. Name und Adresse hatte er aus der Kopie des Persos, die F. in seinem Ordner archiviert hatte. Mit Google Maps (auf seinem Handy) hat er dann zu uns gefunden. Er hatte sich gedacht, dass der Ordner sehr wichtig für einen Studenten wäre.

Der junge Mann hat sich entschuldigt, weil er nicht eher gekommen war. Und entschuldigte sich mehrmals, weil es so spät sei (21:30). Ich habe ihn zu einer Tasse Tee eingeladen, er wollte nicht, wollte mit dem Bus gleich zurückfahren.

Dann bot ich an, ihn mit dem Auto nach Hause zu fahren. Ursprünglich wollte er nicht, hat aber am Ende zugestimmt. Für mich eine Fahrt von nur 20 Minuten. Für ihn mit Bus und Bahn wären es 50 Minuten gewesen (wenn alles gut geklappt hätte).

Auf dem Weg nach Hause haben wir ihn alles mögliche gefragt. Zusammenfassend: er kommt aus Syrien (aus der Nähe von Aleppo), ist seit einem Jahr in Deutschland, sein Bruder ist in England. Seine Eltern und eine junge Schwester sind noch in Aleppo. Also ein syrischer Flüchtling.

Er treibt Sport, sieht echt nett aus. Er hat zwei Jahre in Syrien studiert, Sein Studium will er aber in Deutschland nicht fortsetzen. Er möchte lieber eine Ausbildung machen. Am liebsten in einem Büro, wo er Kontakt zu anderen Menschen hat. Er spricht echt gut Deutsch (auch Englisch) und ist sehr selbstbewusst, intelligent, aber nicht aufdringlich. Eher freundlich und sehr höflich.

Er erklärte uns -absolut überzeugt- dass es selbtsverständlich sei, einen so wichtigen Studien-Ordner persönlich abzugeben. Er hätte auch nichts Außergewöhnliches getan. So viel Dank sei nicht notwendig. Als er ausstieg, wünschte er F. viel Erfolg in den Klausuren. Irgendwie dachte ich: das kann nicht alles sein.

Ich habe nach seiner Telefonnummer gefragt und so sind wir in Kontakt geblieben. Vorgestern habe ich ihn per whatsapp kontaktiert und ich habe ihm einen H&M-Gutschein gebracht. Er sagte noch mal, das sei nicht nötig. Bei der Gelegenheit haben wir echte syrische Gastfreundschaft erlebt und leckeres und gesundes Obst und einen köstlichen Milchreis probieren können.

El surgimiento de una nueva derecha en Alemania

Es preocupante lo que pasa en Alemania. Tengo que aclarar que la derecha alemana poco y nada tiene que ver con lo que nosotros llamamos derecha en otras latitudes, por ejemplo en Latinoamérica, donde la derecha es más lo que yo llamaría un sector liberal-conservador. Esto es, liberal en lo económico; pero valórico en lo moral: sobre todo valores que tienen que ver con la dignidad, la libertad y la vida de la persona humana.

La nueva derecha que ha surgido en Alemania es autoritaria -no extraña su cercana a Putin[1]-, sufre de euroesceptiscismo que va de la mano de su nacionalismo y su consiguiente oposición a la Unión Europea. Es antiamericana (anti Estados Unidos). Es profundamente antiliberal, es antidemocrática, es familialista, homofóbica, anti-igualitaria, indentitaria, islamofóbica y parte de ella, es antisemita. Y es völkisch, palabra alemana que designa una suerte de predilección por su propio pueblo (en sentido biologista y darwinista), en desmedro de los demás.

Un sector de ella, acepta las consignas del movimiento libertario (mala caricatura del liberalismo), que repite sin entender mucho de qué se trata. Su libertarianismo es más bien un reflejo antiestatista, un rechazo al estado liberal democrático; no al estado autoritario que ellos añoran y proponen.

Cuando Merkel estuvo en Budapest, el entonces nuevo presidente Viktor Orbán dijo -durante la conferencia de prensa conjunta- que él no estaba de acuerdo con la democracia liberal. A lo que Merkel respondió que ella no conocía ninguna otra forma de democracia que la democracia liberal. El ideal orbaniano precisamente es el de un estado autoritario al estilo de Putin, de quien es igualmente su gran aliado. El sistema ruso actual es lo que la ciencia política llama una democracia guiada o bien, una democracia simulada. O simplemente, democratura. Este es el ideal de los sectores de la nueva derecha alemana.

El rechazo al liberalismo va de la mano con el rechazo de la Ilustración y de la cultura que podríamos llamar propia del mundo libre, de Europa Occidental y de los Estados Unidos. La nueva derecha es marcadamente anti-americana, más todavía mientras su Presidente sea Barack Obama. Si el presidente fuera del tea party, es seguro que se le pasa su antiamericanismo.

Hablan de Abendland; pero nunca hablan del Westen, con cuyo sistema político no se identifican. Se identifica más bien con una especie de tercera vía que debería conducir -en su teoría- al famoso cesaropapismo que muchos de ellos anhelan y que -esperan- será realidad en una o dos generaciones. Como dice Höcke (de la AfD), su horizonte temporal no es de la siguiente elección, sino es el largo plazo.

Lo del Westen y el Abendland tengo que explicarlo muy brevemente. Los puntos cardinales son norte, sur, este (Westen) y oeste (Osten). El Oeste es el Occidente, el mundo libre de la época de la Guerra fría. En contraposición al Este, que estaba aglutinado en torno al socialismo, en sus diversas expresiones. Pero, en alemán, existe además el Abendland, en contraposición al Morgenland. Abendland es el concepto usado por Spengler en su “Decadencia de Occidente” que en alemán se llama decadencia del Abendland. Para ellos, Morgenland (país donde sale el sol, Oriente) es el país de los árabes y musulmanes en general[2].

Spengler, al igual que Carl Schmitt , es uno dos de los autores más populares en la intelectualidad de la nueva derecha. Ambos pertenecen a la llamada Revolución conservadora de los años 1920 en Alemania. La nueva derecha trata así de empalmar con la historia alemana inmediatamente anterior a Hitler. Como es obvio, de acuerdo a su pensamiento nacionalista, prefieren que se los identifique con esos autores alemanes y no con la Nueva Derecha francesa de los años 70.

La Revolución conservadora de la época de Weimar fue precursora directa o indirectamente del nacional socialismo. Algunos de sus autores se incorporaron al gobierno de Hitler, temporal o definitivamente. Otros pagaron incluso con sangre su oposición. Fueron detractores y destructores de la democracia de Weimar, partidarios de un gobierno autoritario de contornos poco definidos, enemigos de la democracia liberal y del régimen parlamentario. Anti-igualitarios, elitistas y nacionalistas.

Se puede tener una idea más o menos bueno o más o menos mala de estos políticos y pensadores de la década del 20. En aquel entonces, no sabíamos todo lo que sabemos hoy, en que juzgamos la historia desde nuestra perspectiva a posteriori. Pero intentar resucitar estos autores, recurrir a ellos e incluso usar su terminología para nuestro tiempo, es, por lo menos enfermizo. Nada peor que las personas que se erigen en voceros del pasado. Me pregunto si el pasado hablaría hoy con esa misma voz que le dan los ultraconservadores[3]. Me inclino a pensar que no.

La islamofobia es una de las peores características de la nuena derecha y quizás, la característica que los une a todos en su paupérrima diversidad. Ese odio enfermizo al Islam y a los musulmanes que llevó a terroristas como Breivik a asesinar a 77 personas, después de leer blogs demenciales como gates of vienna o al espanol la yihad de eurabia[4]. Los autores de estos blogs son, a mi modo de ver, autores intelectuales de tales crímenes. Sí, las palabras matan

Al igual que ocurrió hace una década en otros países, en Alemania de hoy, los blogs simplones y las páginas mal escritas reúnen a la masa partidaria de los planteamientos de ultraderecha. Forman así un mundo paralelo, que va de la mano con la descalificación de la prensa, de los grandes diarios y revistas que llama prensa de la mentira o Lügenpresse. Lügenpresse es un término tomado directamente de la verborragia nacional socialista. La descalificación de los medios va de la mano de la descalificación de los periodistas que son incluso atacados físicamente en sus manifestaciones. Para no hablar de los mensajes groseros e hirientes que envían y publican. Si algún periodista tiene un apellido extranjero o la piel más morena, se pueden imaginar lo que escriben en sus mortíferos comentarios

Parte de esta nueva derecha es antisemita. Aunque trata de congraciarse con los judíos y de azuzarlos contra los musulmanes. Pero, como los judíos tampoco son tontos no caen en la trampa. Salomon Korn advierte que se trata de instrumentalizar a los judíos, intentando incluirlos en un frente común contra los musulmanes[5]. Extraña alianza.

Ruth Klüger explicó que si ella, en años anteriores, no había accedido a la invitación del Bundestag[6], lo había hecho este año, motivada por la apertura de las fronteras alemanas, que generosamente recibió a los refugiados sirios que se hallaban en Hungría[7]. Preguntan a la escritora sobreviviente del Holocausto, si no tiene miedo del eventual antisemitismo de los refugiados. Responde que es preferible ayudar a las personas y correr ese riesgo antes de dejarse llevar por el miedo y no ayudarlos. Tiene toda la razón.

Sí, es preocupante lo que pasa en Alemania. No podemos hablar cínicamente de una “normalidad europea”. No porque muchos países a nuestro alrededor tengan movimientos ultra conservadores de extrema derecha, nosotros también deberíamos tenerlos. No podemos aceptar esta lógica simplona, menos aún conociendo la historia del siglo 20 en Alemania.

Pero tampoco podemos olvidar que, dentro de todo lo malo que es el avance de estos grupos, la AfD (Alternativa para Alemania, que no es una alternativa) reúne sólo -y, en el peor de los casos- a un escaso 10% del electorado. Diez por ciento, como máximo. El editor Jakob Augstein, hace ver que el 90% de la gente no está de acuerdo con ese partido[8].

Sería menos preocupante si no existiera una cierta dinámica del extremismo de derecha[9], que empieza siendo relativamente moderado, para radicalizarse cada día más. Muchas veces, sin que sus partidarios estén muy conscientes de las posiciones cada vez más drásticas de sus dirigentes o “pensadores” (si es que se puede hablar de pensamiento). Hay una peligrosa inercia del mal en esta dinámica.

El avance de estas “ideas” ha ido acompañado de un envenenamiento de la vida política, de la vida pública e incluso de la vida privada. En vez de intercambiar ideas y de contraponerlas, hemos llegado a un punto en que no se puede contradecir en lo más mínimo a los adeptos a la nueva derecha. Si lo haces, arriesgas primero que ellos se autovictimicen (hacerse la víctima es una de las características de estos grupitos) y segundo, que te acusen de difamarlos (Diffamierung, difamación es una de sus palabras preferidas, pertenece al código secreto de estos sectores). Para qué hablar de la delación, de la denuncia (de que muchos de nosotros hemos sido víctimas).

Después te dirán que careces sentido común (gesunder Menschenverstand es otra de las palabras propias del código de los reaccionarios. Carl Schmitt la usaba profusamente; me he dado el trabajo de leer algunos de sus libros). Pueden decirte que eres ingenua, que eres un Gutmensch (ver mi columna Prefiero ser buena persona). Que eres liberal de izquierda, otro concepto que usan para descalificar a sus adversarios. Que eres Verde (como si esto fuera un insulto). O simplemente que tienes demasiadas hormonas de la felicidad.

Sí, estos grupitos sufren de conspiranoia y una de las teorías de la conspiración más frecuente es aquella según la cual, los aviones lanzan en secreto (todos los aviones, también los de pasajeros) hormonas de la felicidad sobre la población (teoría del chemtrail). Así, todos estaríamos felices y no nos preocuparíamos de los problemas reales del mundo. Una amiga mía opina que, a juzgar por la cara de los habitantes de Alemania, deberían lanzar mucho más hormonas de la felicidad 😉

Otra de las características de la nueva derecha es su aparente acercamiento al cristianismo. Aquí llegamos a un capítulo para mí muy doloroso[10]. De la mano de esta supuesta cercanía a la fe cristiana -más bien es una forma de clericalismo, primado de la política sobre la religión- va también su pesimismo cultural[11]. Esa desconfianza en el futuro, salvo en el que ellos nos proponen. Ese rechazo de nuestro tiempo, de nuestra era y de parte de nuestro pasado. Ese esperar que venga una catástrofe muy grande, que haya una especie de big bang después del cual todo sea creado nuevamente. Unos cielos nuevos y una tierra nueva, a la imagen y semejanza de un modelo autoritario de vida y de gobierno. ¿Me pregunto cuánto de milenarismo hay en esta utopía? Yo diría que “some people are actually afraid of being too happy because they think something tragic is going to happen soon. This is known as cherophobia”.

Sí, ha surgido una insana alianza entre grupúsculos cristianos ultraconservadores y grupos políticos de extrema derecha. Esto es algo alarmante -que perjudica enormemente a la Iglesia- y que incluso observo entre mis conocidos desde hace ya tiempo. Este fenómeno fue analizado de manera brillante en el ensayo publicado por la Fundación demócrata cristiana Konrad Adenauer el verano pasado[12].

Cómo podía ser de otra forma si estos grupos políticos de extrema derecha ofrecen a los cristianos ultraconservadores lo que ellos no encuentran en otros partidos: rechazo al aborto, un supuesto fortalecimiento de la familia, pero en el sentido del familialismo. Pocas cosas hay más destructoras de la familia que el familiamismo. Y, sobre todo, un gran rechazo -otro elemento en común con Putin[13]– frente a la homosexualidad en particular y al llamado gender, en general[14].

Jutta Burggrag y Enrique Sueiro expresan con claridad, en su artículo conjunto Ser y parecer defensores de la vida: “defender la vida y, de hecho, atacarla”, parece ser la premisa de estos sectores. No se puede querer defender la vida de quién está aún en el vientre materno; pero atacarla cuando es la vida de un refugiado, por ejemplo[15]. Hay una gran falta de coherencia entre los detractores del aborto que no son siempre, partidarios de la vida. No, “necesitamos una fidelidad creativa a principios comunes, de manera que seamos y parezcamos defensores de la vida, de todas las vidas”.

En esta instrumentalización del cristianismo han caído vastos sectores del movimiento evangelical (protestante) y también los ahora llamados Rechtskatholiken[16] (que yo traduciría como católicos de extrema derecha). Son pocos; pero hacen mucho ruido, tienen muchos medios, poder e influencia. Algunos de ellos tienen incluso -por su apellido o familia- prestigio social[17]. Se enquistan en grupos católicos a los que utilizan, a veces sin que ellos mismos se den ni cuenta. Espero que no se den cuenta, porque si se dan cuenta y lo aceptan sería moralmente mucho peor[18].

Pese a que se autoconsideran la vanguardia, la punta de lanza o el último bastión del cristianismo, se oponen abierta o solapadamente, a la jerarquía de la Iglesia. Se puede decir que se hallan en abierta contradicción frente a la Iglesia en Alemania, que se ha posicionado firme, fuerte y claramente contra estos sectores, por toda su carga xenófoba, totalitaria y anticristiana. Pero están tan fanatizados que están convencidos que su lucha es análoga a la de los rebeldes frente a la estrella de la muerte… (en la nueva película, se habla de la Resistencia frente al Nuevo orden).

A propósito, la nueva derecha, los nuevos adherentes a la Revolución conservadora están convencidos de que ellos ejercen resistencia frente a un sistema de gobierno totalitario que consideran similiar al de la Unión soviética o al de Hitler. Hablan de un quiebre del derecho[19], que justificaría su resistencia[20].

Muchos dce ellos, sostienen que Alemania es un país “ocupado”, que no puede decidir por sí mismo, sino que Obama decide por ellos y Angela Merkel es una marioneta de Obama. Otros van más allá y ven en los ojos de los políticos, ojos de reptiles, de manera que aseguran que los políticos -especialmente Merkel- son robots controlados por fuerzas extrañas y por eso, tienen ojos de reptil 😛

Demás está decir que un tipo de planteamiento del tipo “somos la resistencia a la opresión y llamamos a la desobediencia”es sumamente peligroso. En base a él, se puede justificar cualquier cosa, de partida los ataques a los hogares de refugiados o las puñaladas a la alcaldesa Reker[21].

Pienso que, como dice el arzobispo Koch: “También puede ser una expresión de caridad/misericordia, hablar de manera inequívoca y sin ambigüedades y dejar claro dónde están los límites que no vamos a superar”[22]. Sí, así es. Igualmente, como señalan Giesa y Bednarz en su libro “Ciudadanos peligrosos”[23], es importante volver a respetar los tabúes, hay cosas que simplemente no se aceptan, porque son simplemente inadmisibles. El verde Cem Özdemir comentaba que él explicaba con gusto la política de asilo del gobierno; pero si una persona viene y dice que los asilados son un paquete de basura (Dreckspack), como hizo públicamente el jefe de Pegida, con esa persona no tenemos la menor necesidad de hablar, ni de explicarle nada[24].

Está bien, muy bien que la Iglesia de Erfurt apague sus luces para no servir de escenario a las manifestaciones semanales de la AfD. El obispo y el pueblo cristiano sólo pueden ser consecuentes en esto. Y los fieles cristianos, deberíamos defenderlos[25]. Yo aprendí que había que defender a la Iglesia siempre y en todo lugar. Pero hay demasiada gente que parece haberlo olvidado.  La Iglesia y sus pastores, nuestros pastores, reciben hoy en Alemania, los más virulentos ataques de los nuevos enemigos del cristianismo[26], que se cubren con piel de oveja e intentan presentarse como más cristianos que los mismos pastores. Sólo puedo recordarles -y recordarme a mí misma- que no es el discípulo más que el Maestro.


[1] Los afiches “Putin ayúdanos” en las manifestaciones de Pegida son ya tradicionales.

Asimismo, esta cercanía se explica también debido al financiamiento de la AfD por parte de Rusia. Ver: “AfD bekommt Geld von Netzwerken, die mit Russland im Zusammenhang stehen” 

Moskau und die AfD Lucke: “Hoher Spendeneingang” der letzten Wochen

Ver reportaje del Tagesschau sobre el financiamiento de partidos de extrema derecha en Europa occidental, incluyendo a la AfD: Was Russland mit Europas Rechtsparteien verbindet 

Recién leo en la prensa rusa que Le Pen trata de que Rusia, le conceda un nuevo préstamos, esta vez, por un monto de, por lo menos, 27 millones de euros. Ver Партия Марин Ле Пен «рассматривает возможность» взять еще один русский «кредит» = “El partido de Marine Le Pen está intentando obtener otro crédito de Rusia”. Para las elecciones de 2017. se puede decir que, después del préstamo ruso de fines del 2014, la crítica ya nada importa.

[2] Curiosamente o no, se considera que la cultura espanola es oriental. Dada su influencia árabe.

[3] Ver el análisis del autor liberal Clemens Schneider, en mi columna Los conservadores de hoy, enemigos de la sociedad abierta

[4] Sobre el autor de este lamentablemente extremadamente exitoso blog espanol (lo que no habla bien de Espana), ver mis artículos sobre Carlos Andrés

[6] Su alocución ante el Bundestag con motivo del Día en que se recuerda a las víctimas del Holcausto es impresionante. Recomiendo verla y escucharla: Prof. Dr. Ruth Klüger zur Gedenkstunde für die Opfer des Nationalsozialismus ( Bundestag, 27.1.2016)

[7] Hungría no quería recibirlos y les dió un trato pésimo. Ellos querían pasar a Alemania y Berlín, de acuerdo con el canciller austriado, aceptó recibirlos, por lo que Hungría los dejó pasar.

Vean como los tratan los policías húngaros: los tienen encerrados y les lanzan los paquetes de alimentos, como si fueran animales. El video fue grabado en secreto: Lager in Ungarn: “Ein Ort für Tiere, nicht für Menschen”

[8] “Wenn Sie zehn Prozent Leute haben, die die AfD wählen, haben Sie 90 Prozent, die die AfD nicht wählen”, en “Angela Merkel hat kein großes Interesse an Integration”

[9] Esta dinámica es un tema del cual se ha llamado mucho la atención. Recomiendo el llamado del Profesor Hajo Funke, sobre cómo defender la democracia frente a la AfD: DEMOKRATIE VERTEIDIGEN. DIE RECHTSRADIKALE AFD STELLEN | EIN APPELL

[10] Cuando tienes una conocida a la que estimas y que, apenas se sube a tu auto, comienza a hablar mal de los musulmanes y a renglón seguido, te dice que ella es partidaria de Pegida. O cuando vas a un retiro y lo único que hace una de las participantes es hablar de la AfD positivamente. Y un gran etcétera. 

Toda separación es siempre dolorosa. Pero, si soy consecuente, no tengo alternativa.

[11] “In der katholischen Zeitschrift „Die neue Ordnung“ etwa wird regelmäßig in scharfem Ton gegen die Bundeskanzlerin polemisiert. Man bemüht dabei den Kulturpessimisten Oswald Spengler, der in den 20er-Jahren des vergangenen Jahrhunderts den Untergang des Abendlandes prognostizierte, und den Staatsrechtler Carl Schmitt, der den Ausnahmezustand so schätzte und die parlamentarische Demokratie für ein misslungenes Regiment von Schwächligen hielt. Die Zeitschrift kritisiert in ihren aktuellen Ausgaben den „Humanitarismus“ ebenso wie den Universalismus, der zugunsten einer neuen Attraktivität des Eigenen relativiert werden müsse”. Cita del emblemático artículo de Thomas Schmid en Die Welt: Neuer deutscher Hass 

Traduzco: “En la revista católica „Die neue Ordnung“ (el nuevo orden) por ejemplo, se polemiza en un tono muy fuerte contra la canciller. Para ello, se recurre a los pesimistas culturales Oswald Spengler, quien, en los anos 20 del siglo pasado, predijo la caída de Occidente. Y se recurre también al constitucionalista Carl Schmitt, quien apreciaba sobremanera el estado de emergencia y sostenía que la democracia parlamentaria era un régimen fracasado, propio de los débiles. La revista critica, en su actual edición el „humanitarismo“, tal como el universalismo, en virtud de los cuales, se relativiza lo propio”.

Sólo puedo decir que la descripción de Thomas Schmid es benévola para lo que la revista realmente es y propaga.

[12] El ensayo de Liane Bednarz y Andreas Püttmann, aparecido como pdf en la Fundación Adenauer, de la CDU: Monitor Religion und Politik: Unheilige Allianzen: Radikalisierungstendenzen am rechten Rand der Kirchen.

Lamentablemente, no está on line. Y nunca lo estuvo, a diferencia de lo que señaló erróneamente Jürgen Liminski, con cuya señora me unía una relación de amistad que igualmente se malogró, lo que no fue mi responsabilidad: ella me excluyó de su grupo de amigos.

[13] Sobre el acercamiento a Rusia de parte de estos grupos, recomiendo, entre otros muchos: Putins nützliche Idioten, del mismo Andreas Pütmman.

En este acercamiento, me parece que juega un rol importante ese amor incontrolado de cristianos católicos romanos conservadores por la llamada “divina liturgia” que sería -me explicaron- la misa de los ortodoxos, con mucho incienzo, cantos y poca o nada, participación del pueblo.

Los status de algunas personas de estos sectores el fin de semana en Facebook, en que saltaban de alegría por el encuentro del Papa Francisco -a quien no le tienen nada de cariño- con el Patriarca de Rusia, Kyrill, mostraban generalmente al Patriarca harto más que al Papa.

Facebook es la red social preferida por estos grupos ultraconservadores y de extrema derecha, lo que hace desagradable entrar a Facebook-Alemania.

[17] Andreas Kemper se ha referido a la participación de la nobleza alemana en este network.

[18] No cren que este es un fenómeno tan sólo alemán. En España, los hay muy parecidos en la organización hazte oir y en su flilial internacional citizengo.

[20] Götz Kubitschek, por ej., llama a ofrecer resistencia, Widerstand y a la desobediencia civil. Dice, eso sí, que debe ser paífica y sin violencia.

[21] Ver mi columna Alemania apuñalada

Un joven amigo mío, de papá alemán y mamá africana (ella es médico y trabaja como tal), me contaba que a su hermana, un hombre le habían advertido la semana pasada que bajara del bus, porque él no estaba dispuesto a “compartir el bus con una negra”. Esto no habría sido posible antes del surgimiento de Pegida y de la AfD.

[22] “Es kann auch ein Ausdruck von Barmherzigkeit sein, unmissverständlich und eindeutig zu reden und deutlich zu machen, wo Grenzen sind, die wir nicht überschreiten werden, etwa im Hinblick auf die Würde eines jeden Menschen, auch des Flüchtlings”.

[23] Gefährliche Bürger de Liane Bednarz y Christoph Giesa.

[24] Ver mi artículo No, simplemente no

[25] Ver artículo de Liane Bednarz en el FAS, Die Radikalen, sobre todo lo que dice sobre los mails llenos de odio que envían a los obispos que le hacen frente a este movimiento: Eine Flut von Hassmails.

[26] Tradicionales son las pancartas y los gritos llamando a colgar a algún obispo de sus testículos. Amenaza que va más allá de ser un simple chiste de mal gusto. 

Frauke Petry, de la AfD, parece haberse especializado en atacar a la Iglesia. Su recriminación de ayer: “Entre tanto, los funcionarios de las iglesias alemanas (se refiere a obispos y arzobispos) levantan su voz ostensiblemente más para defender más a los musulmanes que a sus propios hermanos en la fe” (“Inzwischen erheben einige Amtsträger der deutschen Kirchen ihre Stimme offenbar mehr für Muslime als für eigene Glaubensbrüder“).

¡Sácate la burka!

El fin de semana, una amiga nos decía que ella estaba a favor de la prohibición del burka (en alemán es la burka, femenino; en castellano, el burka, masculino).

Mi amiga dice que la burka no es una exigencia del Islam. En consecuencia, su uso no estaría garantizado por el derecho a la libertad religiosa, ni a la libertad de culto.

Al parecer, la burka, en efecto, no sería parte del Islam. La mejor prueba de ello es que sólo mujeres de algunos países musulmanes la usa y otras, de otros países. no. Las mujeres afganas (la burka provendría de la cultura pashtuna; las pakistanas y, según observo, las mujeres que vienen del Golfo Pérsico).

Sin embargo, si un sector de la población, en un concreto grupo religioso, de una cierta tendencia o procedente de un determinado lugar geográfico, considera que la burka sí es una exigencia de su fe religiosa, me parece que va a ser difícil sostener que, en el caso de ese grupo de la población, la burka no es un elemento religioso y que no debe/puede ser respetado como tal.

Es como si se prohibiera el rezo del Santo Rosario, porque en algunos países no se usa rezar el rosario. De partida en la mitad de la Cristiandad, que es protestante y por tanto, nada tiene que ver con el rosario.

Mi amiga dice que el uso del burka no es voluntario, sino que las mujeres son obligadas a ello. Supongo que usar burka es, para ellas, tanto como -para mí y otras muchas mujeres que viven en países fríos- usar abrigo con capucha en el invierno.

Siempre he pensado que la burka es la típica vestimenta adecuada para soportar las tormentas de arena en algún desierto del mundo. ¿Por qué no se usa la burka en Chile?[1] Porque en el desierto de Atacama, no hay beduinos que deambulen por el mismo, cabalgando sobre camellos[2].

Es indudable que obligar a una  mujer -o a un hombre- a usar burka es inadmisible. El Papa Benedicto lo dejó muy en claro en el libro-entrevista concedida a Peter Seewald y que apareció el año 2010.

Hoy en día, los grupos ultra-conservadores añoran al antiguo Papa, que contraponen al nuevo con el que están muy disgustados. Pero estos grupos olvidan cómo criticaron a Benedicto, por ej., cuando habló sobre la burka. Con su mirada nostálgica y melancólica, dirigida hacia una supuesta edad de oro, idealizan al Papa anterior al que hacen hablar con su propia voz.”[3]. Ellos hablan con una voz que definitivamente no es la de Benedicto.

Al comienzo de la página 75 del libro “Licht der Welt” o Luz del mundo, Benedicto 16, en “conversación con Peter Seewald”, responde al periodista bávaro, acerca de la prohibición de usar la burka en Francia, gran tema a comienzos de esta década (pág. 74)[4].

Christen sind tolerant, und insofern lassen sie auch den anderen ihr Selbstverständnis. (…) Was die Burka angeht, sehe ich keinen Grund für ein generelles Verbot. Man sagt, manche Frauen würden die Burka gar nicht freiwillig tragen und sie sei eigentlich eine Vergewaltigung der Frau. Damit kann man natürlich nicht einverstanden sein. Wenn sie sie aber freiwillig tragen wollen, weiss ich nicht, warum man sie ihnen verbieten muss.

No sé si el libro fue traducido al castellano. Mi traducción:

Los cristianos son/somos tolerantes y, por ende, permitimos a los otros lo que a ellos les parece que es totalmente normal (…). En lo relativo a la burka, no veo ningún motivo para una prohibición general. Se dice que algunas mujeres no la usan en forma voluntaria y esto es, realmente una violación de la mujer. Naturalmente, no podemos estar de acuerdo con ello. Sin embargo, si llevan la burka de manera voluntaria, no sé por qué se la debería prohibir.

Hasta aquí el Papa Benedicto.

Yo aprendí en la universidad (primer año de derecho en la Univ. de Chile) que hay tres tipos de normas que reglan nuestro comportamiento: la norma jurídica, la norma social y la norma moral. En ese orden, desde la exterioridad hasta la interioridad.

La norma social puede “obligar” a la mujer a usar burka. Es cierto; pero, en ese caso, sólo un cambio social puede liberarla de esta “obligación”. Es lo mismo que ocurría antes con las minifaldas o con las faldas largas o con el traje de baño “entero” o con el bikini. Para no hablar del burkini 😉

Moralmente, podemos decir que es inadmisible que se la obligue a usar burka. Pero sería igualmente inmoral, obligarla a no usarla.

Nos queda sólo la norma jurídica, propia del poder estatal. ¿Se atrevería alguien a proponer que la policía debería preguntar a todas las mujeres que vea con burka por la calle, si la obligaron a ponérsela o lo hace volluntariamente? ¿Tendría alguna practibilidad, tendría algún sentido, una medida semejante? No sé qué opinen Uds.; pero a mí me parece que no.

La inmensa mayoría contestaría que lo hace voluntariamente. ¿Qué haríamos con quienes dicen que fueron obligadas? ¿Les pasaríamos a ellas una multa? ¿Las obligaríamos a sacarse la burka en la calle? Y si tienen un bikini debajo, lo que pasa muchas veces, según me contó un amigo musulmán.

Distinto es que se prohiba la burka no en forma general, sino por ej., al ingresar a un banco, análogamente a como ocurre con los conductores de motos, que no pueden entrar con casco al banco. Se podría prohibir ir al colegio con burka, prohibición que afectaría tanto a profesoras (salvo que sean profesoras visitantes), como a alumnas[5]. Pero esta última es una medida que tendría ser primero estudiada por los abogados a quienes corresponda probar la juridicidad de las normas relativas a colegios. (Sobre el caso, no de la burka, sino del velo, invito a leer el artículo de Joaquín García-Huidobro de 2005: El otro fundamentalismo).

Lo del banco es más o menos claro; pese a que frecuentemente veo mujeres con burka en mi banco y nadie les dice nada, lo que habla muy bien de la tolerancia en mi ciudad. Como dije en mi artículo anterior, vivo en una localidad donde hay una gran población musulmana. Un porcentaje de ella está compuesta por “turistas de la medicina” que provienen generalmente, de “países con burka”, por decirlo de alguna manera y que se vienen a hacer tratamientos médicos a Alemania. Asimismo, me atrevo a decir que es más peligroso -para el banco- un hombre que no se saca el casco al entrar, que una clienta con burka.

Un caso un poco distinto es de quienes entran a las 4 AM a un cajero automático con la cara cubierta.

Igualmente, se puede prohibir ingresar a los estadios o participar en manifestaciones con la cara tapada. En este caso, me parece que es obligación del poder estatal asegurar la paz durante un evento deportivo. Aunque es poco probable que una mujer con burka asista a un partido de fútbol. Que participe en una manifestación política es más posible. Estas legítimas medidas de seguridad ya existen en Alemania.

Opinable es también si se puede o no se debe manejar con burka. Se podría pensar en la obligación de destaparse la cara durante el manejo[6]. Se verían entonces, como las monjitas católicas hoy.

En el plano privado, es evidente que podría prohibir -más bien, impedir- que entre a mi casa, una persona con bikini, con burka o con burkini. O un hombre con traje de baño estilo tanga. O una mujer vestida como dómina (tuve una amiga que era dómina) o un hombre con un t-shirt del Che Guevara, de Donald Trump, con la svástica o con símbolos de algún grupo de camaradería neonazi[7]. Etc., etc., etc.

Les prometo que no se lo prohibiría, ni a un hombre con la camisa abierta hasta más allá del tercer botón, o uno que use guayabera o zoquetes con sandalias. Aunque ninguna de estas pintas me gustan en absoluto; pero yo no soy nadie para imponer mi gusto a los demás. Ni siquiera con la noble intención de defender la estética.

Si soy responsable de una empresa, puedo pedirle a mis empleados y empleadas que respeten el dresscode de la misma. (El dresscode bancario más conocido es tal vez, el del UBS que levantó bastante polémica igualmente por allá por el 2010). Pero no puedo obligarlos a vestirse de tal o cual manera, cuando no están en servicio. Cuando no están trabajando, que se vistan como les dé la gana.

Lo que no puedo hacer es, por ej., si tengo un negocio, es discriminar a personas o a grupos y no atender a señoras con burka. Como tampoco puedo discriminar a mamás o papás (generalmente son mamás) con niños o a personas de tez más morena o a gente de color. Gracias a Dios, el apartheid ya pasó de moda. Es dudoso que la prohibición de usar jeans en establecimientos de la gastronomía se pudiera cumplir hoy en día.

En la época de los 60, 70, los jeans eran muy mal mirados en Alemania y se impedía entrar a algunos restaurants u hoteles a jóvenes con pantalones norteamericanos que llamaban no jeans, en inglés, sino despectivamente “Nähte-Hosen”. Hoy en día, tengo amigos y amigas alemanes que no usan jeans… A mí me habrían expulsado de esos establecimientos.

A mí no me gustan las burkas. Pienso, con mi amiga, que la burka da una imagen de la mujer que no es buena. Como feminista, me gustaría que no existiera. Salvo en el caso de una tormenta de arena, proco probable en nuestras latitudes. Pero yo no soy nadie para imponer mi punto de vista a las demás personas; menos que nadie, a las demás mujeres. No quiero reemplazar una forma de opresión de la mujer, por otra. Preferiría que ellas decidieran, siempre y en todo lugar, tanto en Saudi Arabia, como en Alemania; en Afganistán y en Francia.

Menos que nada, puedo pedirle al estado que obligue a la mujer -o a un hombre- a vestirse de cierta forma que a mí me parece más o menos adecuada. Eso ocurría en la China de Mao, donde todos estaban obligados a vestirse con el famoso “traje de Mao” y ocurre hoy en algunos países donde religión y poder político están en las manos de las mismas personas. En estados fundamentalistas. En occidente queremos respetar la dignidad y la libertad de la mujer, de manera que no podemos obligarla a nada.

Pienso que cada uno, cada una, debería vestirse como quiera y que no puede, no debe haber una prohibición o un mandato de naturaleza jurídica de ninguna especie en este sentido. Distinta es la influencia de las normas moral y social mencionadas. El estado no puede/ no debe inmiscuirse en la vida privada: ni a favor de alguna prenda de vestir, ni en contra. En esto, tiene que haber plena libertad. Querer revocar esta absoluta libertad sería un grave retroceso.


[2] En algún momento de la historia, se intentó introduirlos, experimento que falló por la extrema aridez del desierto. Pero sí sobreviven sus parientes camélidos americanos, la vicuña y el guanaco..

[3] “El pasado, del cual hablan y escriben los temerosos conservadores no es otra cosa que una momia sin vida y sin existencia, a la que el conservador da su propia voz”.  Ver Los conservadores de hoy, enemigos de la sociedad abierta

[4] Tengo a la vista el libro: “Benedikt XVI. Licht der Welt. Der Papst, die Kirche und die Zeichen der Zeit. Ein Gesprächt mit Peter Seewald”, Herder, 2a. edición 2010.

[5] No creo eso sí, que sea necesario que ocurra como a Dorothea Bucca, profesora de la Universidad de Bolognia, en el siglo 14, que debía taparse la cabeza y el cuerpo y dictar su cátedra desde una especie de confesionario, para que sus alumnos no la vieran, ya que su belleza podía perturbarlos.http://3.bp.blogspot.com/-S0CLJrLV6qI/UEQPL64PAlI/AAAAAAAAAL4/4Z27pZSxZpE/s1600/universidade-de-bolonha.jpg

[6] Se verían entonces como las mujeres chilenas -de Santiago- de la clase alta saliendo de la catedral a quienes me referí en este artículo: Las drapeadas del manto negro de espumilla y también Ir a misa en 1911

[7] Neonazis alemanes. Generalmente, de la clase con menos cultura formal e informal.