Hay una frase que ha quedado grabada y se repite una y otras vez, cuando hablamos de la guerra en Ucrania: si Rusia deja de luchar, no habrá más guerra. Pero si Ucrania deja de luchar, no habrá más Ucrania. O en el original inglés: If Russia stops fighting there will be no more war. If Ukrainians stop fighting there will be no more Ukraine.
La frase es de Martin Bille Hermann[1], representante permanente de Dinamarca en nombre de los países nórdicos y bálticos[2] ante la Asamblea de las Naciones Unidas y fue pronunciada tempranamente, el 28 de febrero pasado[3]. Cuatro días después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, que comenzó aquel fatídico 24 de febrero[4].
Pueden ver el discurso en la cuenta de Twitter de la representación de Noruega ante la ONU[5]. El texto original en inglés lo encuentran completo en Statement by Nordic-Baltic countries in the Eleventh Emergency Special Session of the General Assembly on Ukraine, 28 February 2022
Hermann concluye: “El ataque armado ilegal y brutal de Rusia contra Ucrania afectará e impactará a todos. Y si no unimos nuestras fuerzas para hacer retroceder esta marea hoy, estaremos aún menos equipados para enfrentar crímenes similares en el futuro, donde sea que ocurran, en cualquier continente”. Es también lo que yo creo.
La pregunta es ¿en qué mundo queremos vivir? ¿En uno dominado por la fuerza o en uno en que prime el derecho internacional? En que los estados respetan los tratados internacionales y no pretenden alterar las fronteras por la fuerza. Yo prefiero la fuerza del derecho a un supuesto derecho del más fuerte.
Esta semana, alguien decía que Putin sufre del síndrome del hombre fuerte o strongman syndrome. Otros dicen -y creo que tienen razón- que el presidente ruso sufre más bien del síndrome del sapo inflado… Recuerdo las palabras de Obama cuando llamó a Rusia una potencia regional, que es realmente lo que era… y lo que es. Pero una potencia regional que se hincha con aire, de tal forma que parece una potencia mundial[6].
Yo diría que en la analogía del sapo, el aire son las cuantiosas inversiones en armamento, mientras el pueblo ruso vive en la pobreza[7]. El pueblo, no los pocos oligarcas que forman parte de la cleptocracia rusa. En Rusia no hay democracia, ni economía de mercado. Hay un tiranía cleptocrática y esto, desde hace bastante tiempo. Putin garantiza las ganancias y los oligarcas prometen no intervenir en política. El último que intervino fue Michail Chodorkowski, lo que le costó diez años de cárcel.
Esta semana, hubo una manifestación a favor de Rusia en Bonn. Al ver las fotos[8], me pareció estar en la película equivocada. Había una chica rubia envuelta en una bandera roja con la hoz y el martillo. Y un hombre muy alto, con una capa tipo obispo, con la faz de Lenin y algo escrito en ruso debajo. Sí, por algo decían que el marxismo era una religión invertida, con sus obispos leninistas y con sus santas de altar envueltas en mantos rojos con los viejos símbolos soviéticos.
No hay que olvidar que Putin considera que la gran catástrofe del siglo 20 es el derrumbe de la Unión Soviética[9], como ha reiterado en innumerables ocasiones con una seguridad inquebrantable en esta creencia. Y que la amalgama que sostenía la unidad soviética era la ideología marxista leninista que, además, era el sostén de su imperio[10] a nivel internacional[11]. Hoy, vemos como el ex-agente de la KGB no ha olvidado todo aquello y sus partidarios, tampoco.
[1] @BilleHermann, en Twitter.
[2] Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Suecia y Dinamarca.
[3] Aunque el mismo Hermann dice que él la vió escrita en un afiche durante una protesta. Aunque fue él quien la popularizó.
[4] Temprano en la mañana, una amiga rusa me avisó y me envió una foto de ella con el Arco de Brandenburgo detrás, iluminado con los colores de Ucrania.
[5] @NorwayUN
[6] Mi artículo de 2015 Zona de libre comercio entre Lisboa y Wladivostock
[7] Cfr. Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia
[8] Por ej., aquí: Demo der Schande in Bonn
[9] Cfr. El caso Grenell, el embajador de Trump en Alemania
[10] Mutatis mutandi, ver mi columna Putin llega con 200 años de retraso
[11] Entre Cuba, Vietnam del Norte, Kazajstán y Bielorrusia, no había mucho más en común que la ideología marxista leninista.