Si Rusia deja de luchar no habrá más guerra. Si Ucrania deja de luchar no habrá más Ucrania

Hay una frase que ha quedado grabada y se repite una y otras vez, cuando hablamos de la guerra en Ucrania: si Rusia deja de luchar, no habrá más guerra. Pero si Ucrania deja de luchar, no habrá más Ucrania. O en el original inglés: If Russia stops fighting there will be no more war. If Ukrainians stop fighting there will be no more Ukraine.

La frase es de Martin Bille Hermann[1], representante permanente de Dinamarca en nombre de los países nórdicos y bálticos[2] ante la Asamblea de las Naciones Unidas y fue pronunciada tempranamente, el 28 de febrero pasado[3]. Cuatro días después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, que comenzó aquel fatídico 24 de febrero[4].

Pueden ver el discurso en la cuenta de Twitter de la representación de Noruega ante la ONU[5]. El texto original en inglés lo encuentran completo en Statement by Nordic-Baltic countries in the Eleventh Emergency Special Session of the General Assembly on Ukraine, 28 February 2022

Hermann concluye: “El ataque armado ilegal y brutal de Rusia contra Ucrania afectará e impactará a todos. Y si no unimos nuestras fuerzas para hacer retroceder esta marea hoy, estaremos aún menos equipados para enfrentar crímenes similares en el futuro, donde sea que ocurran, en cualquier continente”. Es también lo que yo creo.

La pregunta es ¿en qué mundo queremos vivir? ¿En uno dominado por la fuerza o en uno en que prime el derecho internacional? En que los estados respetan los tratados internacionales y no pretenden alterar las fronteras por la fuerza. Yo prefiero la fuerza del derecho a un supuesto derecho del más fuerte.

Esta semana, alguien decía que Putin sufre del síndrome del hombre fuerte o strongman syndrome. Otros dicen -y creo que tienen razón- que el presidente ruso sufre más bien del síndrome del sapo inflado… Recuerdo las palabras de Obama cuando llamó a Rusia una potencia regional, que es realmente lo que era… y lo que es. Pero una potencia regional que se hincha con aire, de tal forma que parece una potencia mundial[6].

Yo diría que en la analogía del sapo, el aire son las cuantiosas inversiones en armamento, mientras el pueblo ruso vive en la pobreza[7]. El pueblo, no los pocos oligarcas que forman parte de la cleptocracia rusa. En Rusia no hay democracia, ni economía de mercado. Hay un tiranía cleptocrática y esto, desde hace bastante tiempo. Putin garantiza las ganancias y los oligarcas prometen no intervenir en política. El último que intervino fue Michail Chodorkowski, lo que le costó diez años de cárcel.

Esta semana, hubo una manifestación a favor de Rusia en Bonn. Al ver las fotos[8], me pareció estar en la película equivocada. Había una chica rubia envuelta en una bandera roja con la hoz y el martillo. Y un hombre muy alto, con una capa tipo obispo, con la faz de Lenin y algo escrito en ruso debajo. Sí, por algo decían que el marxismo era una religión invertida, con sus obispos leninistas y con sus santas de altar envueltas en mantos rojos con los viejos símbolos soviéticos.

No hay que olvidar que Putin considera que la gran catástrofe del siglo 20 es el derrumbe de la Unión Soviética[9], como ha reiterado en innumerables ocasiones con una seguridad inquebrantable en esta creencia. Y que la amalgama que sostenía la unidad soviética era la ideología marxista leninista que, además, era el sostén de su imperio[10] a nivel internacional[11]. Hoy, vemos como el ex-agente de la KGB no ha olvidado todo aquello y sus partidarios, tampoco.


[1] @BilleHermann, en Twitter.

[2]  Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Suecia y Dinamarca.

[3] Aunque el mismo Hermann dice que él la vió escrita en un afiche durante una protesta. Aunque fue él quien la popularizó.

[4] Temprano en la mañana, una amiga rusa me avisó y me envió una foto de ella con el Arco de Brandenburgo detrás, iluminado con los colores de Ucrania.

[5] @NorwayUN

[6] Mi artículo de 2015 Zona de libre comercio entre Lisboa y Wladivostock

[7] Cfr. Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia

[8] Por ej., aquí: Demo der Schande in Bonn

[9] Cfr. El caso Grenell, el embajador de Trump en Alemania

[10] Mutatis mutandi, ver mi columna Putin llega con 200 años de retraso

[11] Entre Cuba, Vietnam del Norte, Kazajstán y Bielorrusia, no había mucho más en común que la ideología marxista leninista.  

El mensaje de Marina Ovsianikova a Rusia y al mundo

El mensaje de Marina Ovsyannikova. Productora de la televisión rusa. O debería escribir, ex-productora… [1]

Lo que está pasando en Ucrania es un crimen. Rusia es un país agresor y la responsabilidad de esta agresión recae en la conciencia de una sola persona. Esa persona es Vladimir Putin. Mi padre es ucraniano, mi madre es rusa y nunca han sido enemigos. Este collar que llevo puesto es un símbolo de que Rusia tiene que poner fin de inmediato a esta guerra fratricida, ya que nuestros pueblos hermanos aún pueden reconciliarse. Desafortunadamente, he trabajado durante los últimos años para el Primer Canal, haciendo propaganda para el Kremlin, lo que me da vergüenza.

Avergonzada por haber permitido que se transmitieran mentiras desde las pantallas de televisión. Avergonzada por haber permitido que los rusos fueran transformados en zombis[2]. El 2014, cuando empezó todo esto, permanecimos en silencio. No protestamos cuando el Kremlin envenenó a Navalny. Simplemente observamos en silencio este régimen inhumano en acción. Y ahora, el mundo entero se ha alejado de nosotros. Y las próximas diez generaciones no borrarán la mancha de esta guerra fratricida. Los rusos somos personas pensantes e inteligentes. Solo está en nuestro poder detener toda esta locura. Ir a protestar. No tengas miedo de nada. No pueden encarcelarnos a todos.

То, что сейчас происходит в Украине – это преступление, и Россия – страна агрессор. И ответственность за эту агрессию лежит на совести только одного человека, и этот человек – Владимир Путин. Мой отец – украинец, моя мать – русская, и они никогда не были врагами. И это ожерелье на моей шее – как символ того, что Россия должна немедленно остановить братоубийственную войну и наши братские народы еще смогут примириться. К сожалению, в последние годы, я работала на “Первом канале”, занимаясь кремлевской пропагандой. И мне сейчас очень стыдно за это. Стыдно, что позволяла говорить ложь с экрана телевизора. Стыдно за то, что позволяла зомбировать русских людей. Мы промолчали в 2014 году, когда это только начиналось. Мы не вышли на митинги, когда Кремль отравил Навального. Мы просто безмолвно наблюдали за этим общечеловеческим режимом. И сейчас от нас отвернулся весь мир, и еще 10 поколений наших потомков не отмоются от позора этой братоубийственной войны. Мы – русские люди, думающие и умные, только в наших силах остановить все это безумие. Выходите на митинги и ничего не бойтесь. Они не могут пересажать нас всех


[1] El texto está en muchas partes. Tomo el original ruso de esta página 

[2] Zombificar = зомбировать

Corredores humanitarios

Los corredores humanitarios son actualmente un tema en las conversaciones en torno a la guerra en Ucrania. El gobierno del presidente Selenzkyj o Zelenskiyy -depende de la transliteración- hace ver que los corredores humanitarios no pueden conducir ni a Rusia ni a Bielorrusia, como propone el gobierno de Putin[1]. Lo que Putin y su camarilla pretenden es simplemente lograr imágenes de televisión, con los que puedan mostrarse como los “buenos de la película”, los dadivosos que ayudan a la población a huir de la guerra[2].

Yo diría que las mujeres, niños y ancianos huyen de la invasión rusa en Ucrania. No de una guerra entre Ucrania y Rusia, como pretenden mostrar extremistas de izquierda y de derecha, ambos patrocinados por Putin. No huyen de una “operación especial”, que es la denominación que los medios en Rusia están obligados a usar. No pueden llamar a la guerra, guerra, ni tampoco invasión ni menos asalto a Ucrania[3].

Los evacuados son -en su gran mayoría- ciudadanos y ciudadanas ucranianos y extranjeros residentes en Ucrania. En consecuencia, no hay razón alguna para ser trasladados ni a Rusia, ni a Bielorrusia. Este último estado es considerado el nuevo protectorado de Rusia, con un gobierno que se ha convertido en una marioneta de Moscú. Para pesar de Lukaschenko -el último dictador de Europa, aunque hoy deberíamos decir el penúltimo- a quien seguro que no le gusta demasiado ser considerado un presidente por la gracia de su eterno rival Putin.

Sin embargo, hay una razón aún más poderosa para mostrar un gran recelo, una gran desconfianza frente a los corredores humanitarios rusos. Y es la experiencia de Siria. Siria es hoy un país vasallo de Rusia, como antes lo fue de la Unión Soviética. No quiero ser cínica, pero estamos frente a un ejemplo de continuidad de un estado[4]. En Siria, Rusia permitió evacuar a los civiles de grandes ciudades que huyeron como refugiados a Europa. A Rusia, parece que no querían irse…

Una vez evacuados, Putin y sus aliados del gobierno de Assad (otro presidente por la gracia de Moscú, como su papá que también fue un presidente sirio; pero por la gracia de la URSS), bombardearon las ciudades evacuadas. La consigna fue: evacuamos las ciudades y después las bombardeamos. Otro ejemplo es el de Grozny o Grosny[5], en Chechenia. Pero ¿quién se acuerda hoy de las guerras en Chechenia?[6] 

En un ejemplo de perfidia sin par, los canales de propaganda de Rusia (no olvidemos que Putin era oficial de “información” de la KGB y la desinformación es algo que maneja muy bien) y sus altavoces culpaban a los Estados Unidos de los bombardeos de ciudades sirias. Yo tenía una ex-compañera de colegio que enlazaba una y otra vez los canales de propaganda rusa o sus cajas de resonancia, en Facebook, donde se mostraba la maldad de los norteamericanos y de sus bombardeos y la bondad inconmensurable de Rusia[7].

El mensaje era: Rusia evacúa civiles de las ciudades y luego vienen los norteamericanos y las bombardean. Si la OTAN tuviera aviones controlando el espacio aéreo de Ucrania (como piden los ucranianos, para que dejen de bombardear sus ciudades), seguro que la propaganda rusa divulgaría la misma mentira que en Siria y muchos inocentes (o tontos útiles) creerían a pie juntillas que Rusia evacuó las ciudades y la OTAN las bombardeó[8].


[1] Invito a leer mi columna Putin llega con 200 años de retraso

[2] Después de escribir este párrafo, leo una comprobación de lo que planteo en Giving Peace a Chance

[3] Una verdadera guerra caliente, ya no una guerra fría. Ver mi columna de 2016 La nueva guerra fría

[4] Invito a leer mi artículo REGLAS DE IDENTIDAD DE ESTADOS ACEPTADAS EN EL DERECHO INTERNACIONAL

[5] Ver mi columna La guerra calle a calle en Ucrania, especialmente la nota 8.

[6] Ni siquiera los activistas palestinos que tanto critican a Occidente, pero nunca a Putin… ¿Por qué será?

[7] En el caso de la gente religiosa, Rusia juega la carta de la Ortodoxia. Como si un grupo de viejos comunistas pudieran ser muy religiosos. No sé cómo algunos “cristianos bien pensados” que se hacen eco de estas mentiras, no se dan cuenta a quién le hacen el juego, a quién apoyan.

[8] Y que se sumaría a las otras Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia

Carta abierta a Putin de 44 ajedrecistas rusos

Publicada en chesscom Stop the war.

Llamamiento de los ajedrecistas rusos al presidente de la Federación Rusa

Estamos en contra de cualquier acción militar en el territorio de Ucrania y exigimos un alto el fuego inmediato y una solución pacífica al conflicto a través del diálogo y de negociaciones diplomáticas. Es un dolor insoportable para nosotros ver la catástrofe que está sucediendo estos días.

Hemos jugado por Rusia en competiciones individuales y por equipos y siempre ha sido un gran honor para nosotros representar a nuestro país. Creemos que el ajedrez y el deporte en general deben unir a las personas. Nuestro país siempre ha hecho todo lo posible para organizar, incluso durante la pandemia, los eventos internacionales más complejos y de mayor prestigio.

El ajedrez nos ha enseñado a ser responsables de nuestras acciones. Cada movimiento tiene sentido y cada error puede llevar a un punto fatal sin retorno. Ahora está en juego el presente y el futuro de nuestros países.

En estos trágicos días, tenemos presente a todas las personas atrapadas en medio de este terrible conflicto. Compartimos el dolor de nuestros colegas ucranianos y llamamos a la paz.

El equipo de ajedrez de Ucrania es el actual campeón europeo y uno de los equipos más fuertes del mundo. Al igual que nosotros. Hemos jugado docenas de partidas por equipos y cientos de partidas individuales entre nosotros, siempre nos hemos centrado en la competencia justa y los ucranianos comparten este ideal. Les pedimos que mantengan la oportunidad de respeto mutuo entre los equipos, jugadores y personas de ambos países.

Apoyamos la paz. ¡Termine con esta guerra!

GM Ian Nepomniachtchi GM Alexandra Kosteniuk GM Daniil Dubov GM Peter Svidler GM Andrey Esipenko GM Maxim Matlakov GM Kirill Alekseenko GM Alexander Motylev GM Mikhail Kobalia GM Evgeny Najer GM Pavel Tregubov GM Anton Demchenko GM Alexander Khalifman GM Valentina Gunina IM Polina Shuvalova IM Alina Kashlinskaya GM Igor Lysyj GM Dmitry Kryakvin GM Vladimir Barski Mark Glukhovsky IM Maksim Notkin GM Maksim Chigaev FM Anastasia Chigaeva GM Olga Badelko GM Pavel Ponkratov GM Alexandr Shimanov GM Igor Berdichvsky GM Ivan Rozum GM Ildar Khairullin GM Artur Gabrielian GM Nikita Petrov GM Evgeny Gleizerov FM Artem Odegov IM Konstantin Mesropov WIM Svetlana Ershova IM Evgeny Egorov GM Daniil Yuffa Anna Volkova WFM Eteri Kublashvili Yana Sidorchuk WGM Anna Burtasova Denis Grigoriev CM Ilya Gorodetskiy Oleg Pervakov

La guerra calle a calle en Ucrania

Putin se imaginaba que las tropas rusas serían recibidas con vítores y hurras, como libertadores. O, si él no se lo imaginaba, fue la pomada que vendió a sus soldados. Algo así como las imágenes de las tropas norteamericanas al entrar a Europa al término de la II Guerra Mundial. A lo mejor, los soldados rusos no lanzarían goma de mascar, ni cigarrillos a la población civil, sino tal vez… dulces mishka kosolapi o caramelos kis-kis. No se preocupen si no los conocen. Nadie los conoce fuera de Rusia.

Pero las tropas rusas se encontraron con algo muy distinto. Algo de lo que no pueden contar mucho, porque tuvieron que entregar sus teléfonos celulares. Y no hablo del YotaPhone, del supuesto IPhone ruso que -hace más de diez años- pretendía convertirse en un hit de ventas…[1] Se encontraron con ciudadanos y ciudadanas ucranianos que les imploraban no seguir adelante… Es muy emblemático el video de una señora ucraniana de unos cuarenta o cincuenta que se planta frente a un vehículo militar ruso y no lo deja pasar. Como el tanque avanza de a poquito, la señora se deja caer de rodillas para que no pase.

El antiguo “no pasarán”, la consigna soviética que se popularizó en la ultraizquierda latinoamericana y de ahí volvió al mundo soviético pero en castellano, adquiere así una nueva, inesperada y contradictoria dimensión. Los ucranianos luchan ahora por permanecer en el mundo libre, en el mundo de la Unión Europea, de la OTAN, de la economía de mercado y de la democracia liberal[2]. Lo que les vale el nombre de fascistas que Putin usó en su discurso previo a la invasión.

Lawrence Freedman, del King’s College, de Londres describe, en su excelente y fundado artículo Russia’s Plan C And Plan D: “Hay numerosas imágenes de tropas rusas que se enfrentan a multitudes de personas enojadas y desarmadas y que no saben qué hacer. Una cosa es matar civiles desde lejos con ataques de artillería y misiles, y otra muy distinta es tener que mirar a los ojos a personas comunes y corrientes, que podrían ser tus familiares, en una calle similar a tu ciudad natal, y comenzar a dispararles”[3].

El autor continúa: “En Kharkiv, una de las ciudades más pro-Rusia, los rusos esperaban desencadenar una contrarrevolución popular contra la revolución del Euromaidán de febrero de 2014”. La ciudad ha ofrecido una resistencia heroica frente a la invasión. Esto me consta, la familia de la mamá de un amigo es de Kharkiv y la abuela sigue en esa ciudad. Las multitudes saludando a los soldados y lanzándoles flores han sido una promesa irrealizada.

La lucha urbana, la guerra de guerrillas, el combate con los partisanos es a lo que más teme el ejército ruso y las tropas chechenas, que forman parte del ataque ordenado desde Moscú. La resistencia ucraniana, después de la II Guerra, quedó muy marcada en el alma soviética. Los partisanos ucranianos o rutenos ganaron una fama terrible en su lucha contra los comunistas de entonces[4].  

Putin les mintió, al describir “una Ucrania mítica, producto de una imaginación febril estimulada por cavilaciones históricas disparatadas. Su Ucrania aparece como un hermano descarriado a ser rescatado de los ‘drogadictos y nazis’ (son sus palabras) que la han hecho perder el rumbo”[5]. Según Putin, las fuerzas rusas serían pues libertadoras y deberían ser recibidas por la población como tal. Realmente no sé quién es aquí el drogadicto.

Freedman hace ver que tomar militarmente una ciudad no es controlarla: “en las zonas tomadas por el ejército ruso, su presencia no es lo mismo que el control”. Y esto es lo más peligroso para los rusos. “Lo más importante es que [los ucranianos] han movilizado y organizado una milicia popular para ayudar a defender sus ciudades”[6].

Pienso que Putin y sus generales lo que más temen es la resistencia popular, por ello, planearon un ataque rápido, una guerra relámpago, en que sus tropas conquistaran las ciudades más importantes y, sobre todo, que conquistaran la capital. Como ello no ha resultado tan rápido, enviaron mercenarios del Grupo Wagner a Kyiv, cuyo objetivo principal es matar al presidente ucraniano y a otros políticos, ya que las tropas regulares y los chechenos, se teme que no lo logren.

“Los generales rusos optaron por demostrar lo inteligente que son y pusieron su confianza en la velocidad y la sorpresa para tomar ciudades clave, utilizando solo una fracción de fuerza y ni siquiera molestarse en controlar el espacio aéreo”. Por eso, se habla del intento de blitzkrieg, que ha quedado claramente frustrado. “La arrogancia del plan se mostró en la jugada contra Kyiv que implicó volar en unidades regulares hasta las afueras de la capital para encontrarse con fuerzas especiales y de sabotaje ya preparadas. Todo terminó como un caos operativo”[7].

Las armas rusas parecen inapropiadas para lo que se les viene encima: “la artillería se puede utilizar, brutalmente, como instrumento de guerra urbana, para desmoralizar a los defensores, eliminar posiciones defensivas y crear caminos para una ofensiva. Pero sabemos, desde Stalingrado hasta Grozny[8], que los defensores pueden luchar entre los escombros. Incluso en esa etapa desesperada, los entornos urbanos siguen siendo un desafío para la fuerza invasora. Las unidades pueden perderse y aislarse, atrapadas en las calles de la ciudad”[9].

“Los ataques a las ciudades son el aspecto más alarmante de esta etapa de la guerra. Sus efectos estratégicos siguen siendo difíciles de medir, pero (…) mucho depende de la reacción de la población (…) de su moral y de la calidad de sus líderes (…) Zelensky ha encontrado las palabras para motivar a su gente y lograr apoyo internacional: la narrativa ucraniana habla de solidaridad, de heroísmo y de sacrificio”[10].

El presidente de Ucrania, reconoce que las próximas semanas serán muy difíciles. Su discurso me recuerda a aquel de sangre, sudor y lágrimas de Churchill y marca “un contraste muy marcado frente a la narrativa rusa de agravios enconados y de recalcar la propia inocencia. Los portavoces de Putin no han podido contar relatos convincentes de lo que hacen sus soldados y porqué, y se limitan a denunciar los crímenes ajenos para justificar los suyos”[11].

“Esta locura estratégica se ha visto reforzada por la ineptitud táctica con la que se ha llevado a cabo la campaña. Una victoria rápida y relativamente indolora, con Kyiv en manos rusas y el presidente Zelensky desaparecido, podría haber permitido a Putin imponer algún tipo de paz propia de un vencedor, con promesas de neutralidad y de desmilitarización, una nueva constitución o incluso con concesiones territoriales”[12]. El sueño de Putin era que Zelensky tomara un helicóptero y huyera. Pero el presidente ucraniano ha tomado otra decisión muy distinta[13].

El presidente Zelensky demuestra que realmente es un servidor del pueblo, como se llamaba su programa de televisión. En una época en que muchos se quejan de que ya no hay héroes, él y su pueblo se comportan realmente como héroes…[14] 


[1] Como soy rusófila, intenté comprar el YotaPhone, pero no lo encontré en ningún negocio. ¿Por qué sería? En realidad, el único producto ruso que es conocido en el mundo entero es la Kalashnikov. ¿Cuánta gente habrá muerto gracias a una Kalashnikov?

[2] Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia

[3] ¿Cómo terminará Putin?

[4] “No hay que olvidar que, después de la II Guerra Mundial, la URSS tardó cerca de diez años en vencer a los partisanos y otros patriotas ucranianos que se resistían a quedar bajo el dominio de Moscú. Esta circunstancia quedó marcada en el alma soviética de Putin”, Putin llega con 200 años de retraso

[5] Russia’s Plan C La traducción es libre y es mía.

[6] Russia’s Plan C

[7] Russia’s Plan C

[8] Grozny es la capital de Chechenia, que también quería ser un país soberano e independiente. Putin ordenó bombardear la capital que quedó completamente destruida. Las fotos de las ruinas son impresionantes. Luego, instaló un gobierno marioneta, encabezado por Ramsan Kadyrov. La periodista rusa Anna Politkowskaja fue asesinada por informar sobre la guerra.

[9] Russia’s Plan C

[10] Russia’s Plan C

[11] Russia’s Plan C

[12] Russia’s Plan C

[13] El 2019 escribí una columna sobre Zelensky, en aquella época, era muy escéptica respecto al nuevo presidente. Mi escepticismo era errado: El servidor del pueblo, el nuevo presidente de Ucrania

[14] Le pregunto a un amigo mío en Kyiv cómo está… Y me responde, en castellano: “Patria o muerte”.

Tres mentiras sobre Ucrania, la OTAN y Rusia

La primera mentira a la que me quiero referir es que Rusia ha sido rodeada por la OTAN o por la Unión Europea o por los países occidentales. Un breve vistazo al primero de los mapas (gracias al periodista alemán Quentin Lichtblau @LichtblauQ en Twitter). Las líneas rojas muestran los límites entre Rusia y los países de la OTAN. Solamente tres países de la Alianza del Atlántico Norte tienen límites con Rusia: Noruega, Letonia y Estonia.

También Polonia y Lituania, sólo porque Rusia tiene un exclave territorial en Königsberg, la ciudad de Immanuel Kant. En este exclave, Putin tiene gran parte de su arsenal atómico, ya que está más cerca de objetivos en Europa occidental.

Finlandia no es parte de la OTAN. La URSS no se lo permitió… Pero esta es otra historia. Después de la invasión de Rusia a Ucrania, es muy probable que Finlandia -y también Suecia- decidan ingresar a la Alianza. Decidan, porque los estados tienen el derecho a entrar o no al organismo internacional que quieran, sin temor a que algún estado más grande los ponga en la lista de los países que tienen que preguntarle a ellos antes de tomar alguna decisión.

El 2019, el presidente francés Emmanuel Macron atestiguó lo que él llamó la muerte cerebral de la OTAN. Fue justo en la época en que Trump era presidente. Parece que ahora, luego de la invasión, la OTAN ha revivido y está mostrando muchas ganas de vivir, en la defensa de Occidente y de sus valores democráticos, del estado de derecho y del derecho internacional. No quiero ni pensar en cómo serían las cosas si hoy, Trump fuera presidente.  Las declaraciones que hizo recientemente admirando a Putin son realmente una vergüenza.

Volviendo al tema principal, la era de las zonas de influencia o de grandes espacios (Großraum en la dicción de Carl Schmitt[1]), de los vetos y de los permisos declinados, afortunadamente ya pasó. Quién siga creyendo en ellas, llega, por lo menos, con 200 años de retraso y sigue viviendo en el pasado[2]. Ucrania no es ni parte de Rusia, ni de una supuesta zona de influencia o imperio soviético. El Ostblock dejó de existir hace ya bastante tiempo y la Unión Soviética se desmoronó en 1991. Ocho años después, Putin subió al poder y, desde entonces, ha trabajado incansablemente para restaurar el antiguo Imperio. Muchas veces, ha tenido que dar dos pasos atrás, para dar uno adelante, es la vieja táctica socialista.

La segunda imagen, es de Tadeuzs P. (@tadp1972), un usuario polaco de Instagram al que sigo, debido sobre todo a las bonitas fotos de flores y de viajes, de naturaleza y de lindos paisajes urbanos. Pero Tadeusz, como muchos de nosotros, ha decidido también, en y desde Instagram, defender y apoyar a Ucrania en su desigual lucha frente a la invasión rusa en defensa de la independencia de su patria frente a una potencia regional (Obama tenía razón) extranjera con complejo de megalomanía.

En esto, nos hemos unido personas de los más diferentes colores del espectro político[3], pero todos demócratas y respetuosos del derecho internacional. Solamente grupos extremistas, tanto de derecha como de izquierda, pueden justificar la invasión a Ucrania. Entre los primeros, está la AfD alemana, el partido de los Le Pen franceses. Y entre los segundos, se hallan países como Venezuela o Cuba o el gobierno de Siria.  

La tercera mentira no tiene foto, pero es una idea que leí en la cuenta de un partido de extrema izquierda europeo. Los extremistas sostienen que Ucrania habría sido atacada por haber amenazado o provocado a Rusia que se sintió amenazada por la gran cantidad de armamento de los países de la OTAN, armamento que sería una amenaza para Rusia. Un poco confuso el argumento, pero es lo que dicen.

Muestran un gráfico con dos barras, una de ellas muestra el gasto de la OTAN y el otro, el gasto de Rusia. Este último es muy inferior al primero, como es lógico por lo demás, ya que la Alianza transatlántica está integrada por treinta países y Rusia es uno solo. Elemental mi querido Watson.

Por otra parte, los países de la OTAN son los más ricos del mundo. A mi modo de ver, la clave de su éxito y del bienestar de la población tiene dos pilares, que son el fundamento del progreso: la democracia liberal representativa y la economía (social) de mercado. Ellos destinan parte de su presupuesto a defensa; pero es proporcionalmente menos de lo que gasta Putin en armamento. Rusia es un país inmenso que tiene una economía tan grande como la italiana; pero un gasto militar incomparablemente más alto que Italia. Las prioridades de Putin son claras…

La OTAN es una alianza defensiva que no se dirige en contra de nadie, menos que nada en contra de Rusia, pese a la persistente propaganda en redes sociales y medios de extrema izquierda y de extrema derecha unidos en la mentira. Me consta que la OTAN intentó tener una relación estrecha con Rusia. Durante los primeros años de Putin, tuvo lugar un gran acercamiento, incluso se consideró que Rusia ingresara a la OTAN. Se realizaron maniobras conjuntas entre países de la OTAN y la armada y ejército rusos -me consta y recuerdo perfectamente incluso los videos rusos de aquella época-.

Me temo que la realidad es muy diferente a las mentiras de la extrema izquierda. Ucrania no habría sido invadida si hubiera sido parte de la OTAN. No me cabe duda que Putin se decidió a invadir Ucrania precisamente porque Ucrania no es parte de la OTAN. Si lo fuera, no se habría atrevido. Pese a todas las bravatas y a la propaganda de Russia Today, Putin no se atrevería -al menos no, por el momento- a atacar a países de la OTAN. Lo que no quiere decir que no haya que defenderlos, muy por el contrario, su defensa es más apremiante precisamente ahora. Y si para ello, hay que aumentar el presupuesto de las fuerzas armadas, va a haber que aumentarlo no más.

Hay más mentiras y más verdades, pero las dejo para un artículo posterior…


[1] El nuevo orden en el derecho internacional, según Carl Schmitt

[2] Putin llega con 200 años de retraso

[3] Sobre el espectro político, invito a leer ¿Qué es el continuo político?