Chile se vacuna para salir de la crisis

De ser el país modelo de Latinoamérica y el primero de la clase, Chile pasó a ser un quasi failed state[1] y luego nuevamente el modelo, pero esta vez para Europa y el mundo, debido a la más que exitosa vacunación de su población. Así al menos, es como se ve al país desde Europa.

Si tú buscas “Chile” en las noticias y en el tiempo (por ejemplo en Google News) desde una dirección de Europa, te das cuenta que, a partir del inicio del gobierno de Sebastían Piñera[2], la información más recurrente dice relación con una posición de lidarazgo en América Latina (un liderazgo que Chile nunca había tenido y que no buscó; pero se acrementaban las voces exigiendo asumirlo frente a la crisis de Venezuela[3]) en que el gobierno chileno tomaba partido a favor del pueblo venezolano y contra el gobierno de ese país, pomposamente autodenominado “bolivariano” y socialista[4].

Había algunas escasas noticias en que no se hablaba de la actitud frente al gobierno de Venezuela, por ejemplo cuando por primera vez la prensa europea elogió al Presidente Piñera, debido a la prohibición de las bolsas plásticas. Pero el grueso de la información de prensa se refería a la crítica chilena al fracaso del socialismo del siglo 21[5].

A partir de octubre de 2019 todo cambia y las noticias de Chile se centran únicamente en los llamados chilean riots o “estallido social”. Que empezó como un movimiento ciudadano para desembocar en una situación de violencia que condujo a que muchas cancillerías europeas, calificaran al país como “de alto riesgo” y desaconsejaran a sus ciudananos viajar a Chile. Con lo que esto significa para la economía de un país, con una larga tradición de apertura comercial y social, insertado cien por ciento en el mundo globalizado.

A partir de entonces, Chile es considerado como un país en llamas, al borde del abismo y para muchos europeos, se convierte en algo así como el “paraíso perdido” para el primer mundo (para sus esquiadores y esquiadoras, para sus hombres y mujeres de negocios, para sus escolares y estudiantes y para sus jubilados).

Desde marzo de 2020, se acaban las noticias sobre la protesta y Chile pasa a ser conocido como un país con récord de infecciones del fatídico coronavirus y con una enorme cantidad de enfermos de Covid. Aunque no faltan los elogios al sistema de salud de Chile que, poco antes, los mismos periodistas europeos informaban que la oposición al gobierno (tanto de izquierda como de derecha) consideraban un fracaso; pero que, en situación de crisis, se mostraba capaz de hacerle frente en forma eficaz.

Actualmente, no pasa un día en que los medios de comunicación europeos serios y tradicionales, dejen de alabar la campaña de vacunación en Chile que parece levantarse tipo Ave Fénix desde las cenizas de un país en llamas, lo que no es ni una hipérbole, ni es algo se dice en sentido figurado.  

Tal vez, el artículo de prensa más significativo al respecto sea el del corresponsal para Latinoamérica del influyente Frankfurter Allgemeine Zeitung, Tjerk Brühwiller, aparecido la semana pasada y que comenté en mi columna anterior[6]. El artículo lleva un título muy provocativo “Lo que podemos aprender de Chile” y créanme, que un alemán sostenga que Alemania puede aprender algo de otro país, no es algo que veamos todos los días.

Brühwiller hace ver que “considerado durante mucho tiempo como un modelo liberal de éxito, Chile estaba al borde del colapso”, se refiere al período de anarquía entre octubre de 2019 y marzo de 2020. Pero “poco menos de un año después, el país se está vacunando para salir de la crisis”[7].  

“El país sudamericano se encuentra actualmente en el quinto lugar del ranking mundial de vacunación. Desde principios de febrero, Chile ha vacunado a alrededor de tres de sus 19 millones de habitantes, esto es, alrededor del 16% de la población. Se dice que el 80% de la población se habrá vacunado en la primera mitad del año y todos los residentes al final del año”[8]. Es el éxito después de la crisis política, asegura el periodista en el prestigioso e influyente diario de Frankfurt. Entre paréntesis, muy leído en el ámbito económico, en el mundo de las finanzas y del derecho.

“El éxito de Chile en la obtención de dosis de vacunación se atribuye sobre todo a la economía abierta y globalizada del país con numerosos acuerdos de libre comercio. El modelo mismo que había sido tan atacado en los últimos meses ha demostrado ser una ventaja”[9]. La apertura y la inserción internacional parecen ser, una vez más, la clave del éxito. Esta es una bofetada a todos los críticos del llamado “modelo neoliberal chileno” y a la economía libre en general.

Puede que los países no tengan amigos, como dice la manoseada sentencia de algunos pseudoanalistas; pero parece que la agenda de direcciones de políticos, científicos y empresarios sí es sumamente importante en nuestro mundo globalizado en que el networking es esencial[10]. Y esto, tanto a nivel de instituciones, como personal. Indudablemente, la diplomacia juega aquí un papel fundamental.

“Pero, ¿de qué sirve la vacuna si no se distribuye de manera eficiente? A diferencia de muchos otros países, la campaña de vacunación chilena no se enfoca en hospitales o centros de vacunación. En las últimas semanas, muchos lugares públicos se han transformado en estaciones de vacunación, desde universidades y escuelas, hasta estadios de fútbol y centros comerciales; actualmente, los chilenos pueden vacunarse en casi todas partes”[11]. El corresponsal del FAZ resume: “usted no tiene que buscar la vacuna, la vacuna llegará a usted”.


[1] Hace no mucho tiempo me preguntaba si ¿Es Chile un failed state?

[2] En aquel comienzo de su gobierno nos “divertíamos” debatiendo acerca de si Todas las rubias votaron por Piñera y sobre los mal llamados fachos pobres

[3] Ocho mentiras sobre Venezuela

[4] La ceguera de la izquierda europea. El caso de Venezuela y de Cuba

[5] El socialismo del siglo 21 y su derrumbe en Venezuela

[6] Deutschland, Chile, die Impfung und die Globalisierung

[7] Was wir von Chile lernen können

[8] Ídem.

[9] Ídem.

[10] “When the pandemic started, we already had many key foreign officials in our Whatsapp apps”, There’s a good reason why Chile is winning COVID vaccine race —and Mexico and Venezuela are not

[11] Es más o menos lo mismo que el periodista argentino Andrés Oppenheimer había escrito un par de días antes y al que me referí en mi columna Cuba, Chile, la vacuna y la globalización