Deutschland, Chile, die Impfung und die Globalisierung

Diese Woche hat uns der Artikel der FAZ Was wir von Chile lernen können überrascht. Eine starke Überschrift! Es ist selten, dass eine deutsche Zeitung zugibt, dass ein anderes Land – vor allem ein fernes Land – etwas richtig macht. 

“Im globalen Impf-Ranking belegt das südamerikanische Land aktuell Platz fünf. Seit Anfang Februar hat Chile schon etwa drei seiner 19 Millionen Einwohner, also etwa 16 Prozent der Bevölkerung, ein Mal geimpft. Und das Land drückt weiter mächtig aufs Tempo. Noch im ersten Halbjahr sollen 80 Prozent der Bevölkerung geimpft worden sein, bis Ende des Jahres alle Einwohner”, schreibt der FAZ-Korrespondent für Lateinamerika. 

Anfang der Woche hat web.de (okay, es ist nicht die FAZ, wird aber sehr viel gelesen) erklärt, Warum kommt Chile so schnell voran? Und erläutert: “Würde in Deutschland in dem Tempo weiter geimpft, wie das derzeit der Fall ist, würde es grob überschlagen noch rund eineinhalb Jahre dauern, bis 80 Prozent der Menschen geimpft wären”. Im Gegenteil dazu: “Chiles Regierung hat tatsächlich als Ziel ausgegeben, bis Ende Juni 80 Prozent der Menschen im Land geimpft zu haben”. Also Herdenimmunität bis Mitte 2021? Im Gegensatz würde Deutschland die ersehnte Immunität erst 2022 erreichen. 

Man kann sich fragen Was macht das Schwellenland anders? Ohne Zweifel gibt es mehrere Ursachen. Tjerk Brühwiller[1] präzisiert: “Der Erfolg Chiles bei der Beschaffung der Impfdosen wird nicht zuletzt auf die offene und globalisierte Wirtschaft des Landes mit zahlreichen Freihandelsabkommen zurückgeführt – für Chile erwies sich also just jenes Modell als Vorteil, das in den vergangenen Monaten unter Beschuss stand”. 

Das ist das Gegenteil von Autarkie und Grenzschließungen. Die Offenheit Chiles hat die guten Ergebnisse ermöglicht. Und das im Gegensatz zu manchen lateinamerikanischen Nachbarländern, die überall in der Pharmaindustrie böse Kapitalisten im Dienste Bill Gates wittern und sogar glaubhaft machen wollen, dass sie eine eigene Impfung entwickelt haben[2]… oder, dass sie nur eine “nicht-westliche” Impfung, die nicht profitorientiert sein soll, akzeptieren würden.[3] 

Schon vor zwei Wochen schrieb der argentinische Journalist Andrés Oppenheimer: “Es ist kein Zufall, dass Chile so viel mehr Impfstoffe erhalten konnte als seine lateinamerikanischen Nachbarn: Es ist mit Abstand das am stärksten globalisierte Land in der Region. Während mehrere populistische Führer Lateinamerikas gegen den freien Markt und die Globalisierung protestieren, hat Chile trotz wachsender innerstaatlicher Proteste gegen sein Wirtschaftsmodell sein weitgehend erfolgreiches Freihandelssystem beibehalten. Die internationalen Handelsbeziehungen Chiles oder zumindest die nach außen gerichtete Denkweise seiner Regierung haben dazu beigetragen, dass COVID-19-Impfstoffe viel schneller erhalten wurden als Mexiko, Argentinien oder Venezuela, dessen nach innen gerichtete Staats- und Regierungschefs die Außenwelt kaum kennen”.[4]

Auch schrieb Oppenheimer: “Chiles stellvertretender Handelsminister sagte mir, dass Chile mehr Impfstoffe kaufen könne, weil es früher als andere Länder bestellt habe. Dafür haben Chiles Freihandelsabkommen zweifellos geholfen. Das Land hat 29 wichtige Handelsabkommen, darunter mit den Vereinigten Staaten, der Europäischen Union, China, Vietnam und Australien. ‘Wir haben ein riesiges Netzwerk internationaler Kontakte’, sagte der Staatssekretär”[5] und erwähnt sogar seine internationale WhatsApp-Kontakte. 

Chile ist das beste Beispiel, worauf es wirklich ankommt: Nicht auf  Reichtum[6] oder die geographische Lage,[7] sondern auf die Offenheit und die Vernetzung. Die Globalisierung macht es möglich[8]. Davon könnten manche deutsche rechte und linke Gruppierungen oder sogar Parteien der Mitte etwas lernen.


[1] @tjerkbr

[2] Die kubanische Regierung beteuert, dass ihre Wissenschaftler eine Impfung entwickelt haben und produziert eine solche Impfung, die den pompösen und nationalistischen Namen “Vacuna Soberana” trägt. 

[3] Weltweite Verwendung des Sputnik V-Impfstoffs Im Dunkelgrün fast alle lateinamerikanische Länder. 

[4] There’s a good reason why Chile is winning COVID vaccine race —and Mexico and Venezuela are not

[5] Ebenda.

[6] Siehe Wie dieses Schwellenland zum Impf-Meister wurde

[7] Nicht ohne Grund wird Chile Finis Terrae genannt.

[8] Siehe auch meinen Artikel Cuba, Chile, la vacuna y la globalización

Trump y la derecha chilena y latinoamericana

Quien a mal árbol se acerca, mala sombra lo cobija. Creo que es lo que pasa con la derecha chilena y Trump. Tengo demasiados amigos de derecha que creen que Trump es igual a ellos. De partida, creer es considerar que “algo es cierto sin conocerlo de manera directa o sin que esté comprobado o demostrado”. Pienso que mis amigos chilenos trumpistas no conocen a Trump. Ni conocen las peligrosas tendencias existentes en el primer mundo denominadas “de derecha”. Pero es un concepto de “derecha” (right, recht, alt right) que no tiene nada que ver ni con la derecha chilena, ni con el pensamiento liberal conservador tradicional de la derecha latinoamericana. 

Sí, para nosotros en Latinoamérica, la “derecha” sigue siendo una alianza entre liberales y conservadores, como durante la época de la Guerra fría. En EEUU ya antes de Trump, esa unión había dejado de existir o se hallaba reducida a su más mínima expresión[1]. Lo que es, de alguna manera, entendible, ya que, con el desmoronamiento del Bloque oriental y el desmembramiento de la URSS, la gran amenaza frente a la cual todos se unían, había dejado de existir, en 1991. Y con ella, la ideología marxista-leninista[2].

Trump nunca  fue ni liberal, ni conservador, sino simplemente un empresario de espectáculos que cayó varias veces en quiebra -lo que él niega[3]– pero que siempre logró conseguir más fondos para sus concursos de belleza y su reality show, razón por la cual, se ve hoy enfrentado a diversas querellas y hace frente a la advertencia de su banco -el Deutsche Bank- en el sentido que dejará definitivamente de financiarlo. ¿De dónde obtenía Trump el financiamiento? Es algo que nadie sabe muy bien. Muchos rumores circulan en Alemania -el país de su banco- acerca de que la plata vendría de Rusia. Tal vez su declaración de impuestos pueda dar luz acerca de esta interrogante.

Trump no es igual, ni parecido a mis amigos de la derecha chilena. Gracias a Dios, tampoco son ellos ni parecidos a Trump. Pero siempre existe el peligro de ir pareciéndose cada vez más a medida que pasa el tiempo. El riesgo de la mimetización política es grande, sobre todo cuando quien da la pauta es considerado el ex-hombre más poderoso del planeta, frente a quien todos tiemblan. Lo de mimetizarse es como con la teología de la liberación: los teólogos adoptaron el análisis marxista para comprender la realidad, y poco a poco, se fueron haciendo ellos mismos marxistas.

Donald Trump no es un representante tradicional del partido republicano, de la colectividad que hemos conocido a través de la historia americana y que la derecha chilena -y otras muchas corrientes políticas en el mundo- siempre ha admirado. El Partido republicano fue, hace no mucho tiempo, virtualmente raptado por el movimiento autodenominado tea party. Y luego por lo que se ha empezado a llamar trumpismo y que el ex-presidente llama simplemente “our movement”. “Our movement is ‘only just beginning’”, vociferó Trump hace pocos días. Entre paréntesis, “movimiento” es el mismo nombre con que los nacional socialistas denominaban su partido.

Del tea party se puede decir, en el mejor de los casos que es una especie de secta política, racista, sexista y homofóbica. Su rechazo al aborto (al aborto de los niños “blancos”, entre quienes no se cuentan los latinos, atención chilenos, argentinos y españoles) llevó en su momento a que hasta algunos católicos supuestamente acérrimos apoyaran al tea party, en una especie de algo que no sé si llamar ingenuidad o estupidez. Y para qué hablar de los evangélicos que pasaron a ser evangelicales. (Los evangelicales son cada día menos en EEUU; pero como ocurre muchas veces, el núcleo que va quedando se radicalizó y es cada día más extremista).

En realidad, Trump es lo menos republicano que nos podamos imaginar Y, agregaría lo menos “de derecha”, en sentido chileno o incluso latinoamericano. Valores que son tan importantes para los republicanos tradicionales -para los pocos que van quedando- y que hacían que millones de personas a lo largo y ancho del planeta los admirábamos, hoy son sólo un recuerdo. Me refiero, por ejemplo al multilateralismo, al internacionalismo, al libre comercio, a dar el combate al proteccionismo. Todo eso y mucho más, no es más que pasado. El unilateralismo, el proteccionismo y ese enfermizo slogan “America first” han reemplazado a los antiguos ideales republicanos por sus antípodas. El internacionalismo ha sido reemplazado por un nacionalismo propio de la primera mitad del siglo 20, contrario a la globalización y al libre comercio, de ahí la guerra abierta de Trump frente a la Organización mundial de comercio.

Las consecuencias de las acciones de Trump en el plano internacional han sido extraordinariamente negativas: la pugna permanente contra la OMC, hasta lograr inmovilizarla. Las drásticas medidas contra la Organización Mundial de la Salud, contra las Naciones Unidas, e incluso contra la OTAN (!) muestran un insondable abismo entre Trump y los principios de la política republicana de toda la vida y de la derecha tradicional latinoamericana (salvo por el tema OTAN, claro).

El aislacionismo de Trump y su America first nunca habrían llevado a la caída de la cortina de hierro… El Tear down this wall! de Reagan es una frase imposible de ser pronunciada por el protegido del otrora agente de la KGB y amigo del tirano de Norcorea. Su ridículo “acercamiento” a Kim Jong Un no sólo no condujo a nada, sino que permitió que el dictador Un ganara tiempo para proseguir con su absurda carrera en pos de la bomba atómica. Con eso, el mundo se hizo menos seguro, lo que afecta especialmente a los países del Pacífico. Y creció la amenaza atómica hacia los mismos EEUU.

La fe incólume de la derecha en la igualdad de oportunidades (lo contrario del igualitarismo), que va de la que va de la mano de la meritocracia (como la entendían Reagan y Thatcher), ha sido sustituida por la superstición de la “supremacía blanca”, propia del movimiento alt right norteamericano, lo que está a millones de anos luz de distancia de los valores conservadores y republicanos y de la derecha chilena y latinoamericana en general.

La decencia, la moralidad, el respeto a la ley, al estado de derecho, la probidad, el rechazo al favoritismo y al nepotismo, el cumplimiento de la ley, especialmente de las leyes tributarias ha sido dejado de lado durante la corta presidencia de Trump. Un solo periodo ya que gracias a Dios, ni siquiera logró ser reelegido. En la derecha, siempre hemos considerado que una persona que, en su vida privada (como profesional o en sus relaciones familiares) se comporta como un… como un canalla, no puede ser un buen político. No creo que alguno de mis amigos o de mis amigas pueda sostener que Trump es un hombre “decente”. 

Los serios electores tradicionales del Partido Republicano han sido reemplazados por tres nuevos grupos: por nacionalistas blancos (o que se autoconsideran “blancos” o caucásicos, como me dijo alguna vez un español[4]); por fundamentalistas religiosos y por personas que creen en teorías de la conspiración, del tipo QAnon o reptiloides. NO queremos que esto pase en Chile y que la derecha se llene de locos, conspiranoicos o fanáticos religiosos o ideológicos, que serían incapaces de -llegado el momento- dirigir los destinos del país.

Cuando Trump fue elegido Presidente (pese a tener dos millones de votos menos que Clinton), la conservadora Merkel, en una declaración pública, habló de los valores comunes a Occidente, estos son: democracia, la libertad, el respeto al derecho (al estado de derecho, rule of law, primacía de la ley) y el respeto a la dignidad de la persona, independiente de su origen, del color de la piel, de su religión, sexo, orientación sexual o lo que piense en política[5]. Estas son las líneas que han regido el actuar de la derecha chilena durante su historia, espero que no sea esta la ocasión de tirarlas por la borda.


[1] Liberales y autoritarios en vez de izquierda y derecha

[2] He estado haciendo un análisis de la obra de Lenin y de su pensamiento y aplicaciones de su doctrina a través de varios artículos, los encuentran fácilmente a través del tag Lenin

[3] Cfr. Trump: “lo que hice fue aprovecharme del sistema legal”

[4] Fue un hombre de extrema derecha racista, que tenía blogs pornográficos, y que me persiguió en Twitter, donde creó una cuenta falsa que me parodia: @LaOtraSalazar Le recomendaría leer ¿Por qué dejé de ser blanco al llegar a California?

[5] Liberales y autoritarios en vez de izquierda y derecha

Cuba, Chile, la vacuna y la globalización

Hace muchos años salió un libro -que fue best seller mundial- titulado “Los países parias”, entre ellos estaba Chile. Eran países que no tenían relaciones con otros estados, que -voluntaria o involuntariamente- estaban aislados. Hoy, la crisis de corona, ha dejado en claro que hay nuevos “países parias”, por ejemplo aquellos que no logran que les vendan la vacuna o no quieren que se las vendan o no pueden comprarla, ni siquiera recibirla como ayuda humanitaria o sanitaria. En otras palabras, los que dejan abandonada a su población a su propia suerte, porque son incapaces de implementar una campaña de vacunación digna de ese nombre.

El caso de Cuba es emblemático, puesto que el paraíso comunista no aparece en la lista de COVAX, lo que significa que o “ha ejercido sus derechos de exclusión voluntaria o no ha presentado solicitud de vacunas”[1]. Covax es la sigla del Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19[2], que está formada por Organización Mundial de la Salud, la Global Alliance for Vaccines and Immunisation (GAVI) y la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI). “Actualmente forman parte de esta alianza 190 países”[3] y Cuba no es parte de ellos.

Venezuela es “otro país del continente que ha tenido problemas en adquirir las vacunas, debe al fondo $11 millones. Caracas tendrá que saldar esa deuda para acceder a las dosis”[4]. Lo siento muchísimo por el pueblo venezolano. Y también por el pueblo cubano.

Puede ser que Cuba no haya querido recibir la vacuna, ya que, desde hace tiempo, su gobierno insiste en que es muy exitoso en combatir el coronavirus, con “Interferon cubano”, un antiguo medicamento que la OMS hace poco puso en la lista de los remedios que no servían en contra del Covid[5]. Dediqué una columna a esta materia: Florencia Lagos Neumann y el supuesto medicamento cubano contra el coronavirus

Ahora Cuba ha asombrado al mundo (a la poca gente que lee fake news) con el anuncio de que tiene una vacuna contra el Covid. No, en realidad parece que son tres o cuatro vacunas propias, que ha desarrollado y ha probado en Irán, país en donde las producirían, en una curiosa “alianza estratégica” de países aislados. Las vacunas cubanas llevan la pomposa y altisonante denominación de “Vacuna Soberana”. Tal vez por eso, Cuba no quiso ser parte de Covax, porque no necesita vacunas extranjeras, si tiene una propia. 

Al otro lado del espectro se encuentra está Chile, un ex-país paria, hoy tremendamente globalizado: de acuerdo a la información entregada por Ourworldindata.org, de la Universidad de Oxford, “Chile había administrado 5.6 dosis de vacunas por cada 100 personas hasta el miércoles 10 de febrero de 2021. En comparación, para la misma fecha Alemania había suministrado 4.0 dosis de vacunas por cada 100 personas, China 2.8, Brasil 1.8, Argentina 1.1, y México solo 0.6”[6].

A esa fecha, “Chile había vacunado a 1.1 millones de personas. Comparativamente, México, que tiene seis veces la población de Chile, ha vacunado a 724,000 personas, y Argentina, con más del doble de la población de Chile, ha vacunado a 513,000 personas”, de acuerdo a las cifras de la Universidad Johns Hopkins[7]. “El país lidera América Latina en vacunas per cápita, con 4.17 dosis administradas por cada 100 ciudadanos hasta el 8 de febrero, según Our World in Data, con sede en la Universidad de Oxford”[8]

Yo creo que hay más de una causa para el éxito de Chile en la campaña de vacunación. El primero y más importante de los factores -y en esto coincido con el periodista argentino Andrés Oppenheimer[9]– es que Chile es un país globalizado, abierto al mundo y un integrante serio dentro del concierto internacional. “Chile tiene 29 acuerdos comerciales, incluidos acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, la Unión Europea, China, Vietnam y Australia”[10].

Otro es que Chile compró la vacuna antes que muchos otros países, actuó rápidamente[11] e incluso compró más de la que necesitaba, porque no se sabía entonces, qué vacuna cumpliría realmente con las fases dos y tres de los estudios necesarios para aprobarla. Y con la salud de la población no se juega.

Chile “es, sin lugar a dudas, el país más globalizado de la región. Mientras varios líderes populistas de América Latina despotrican contra el libre mercado y la globalización, Chile, a pesar de las crecientes protestas internas contra su modelo económico, ha mantenido su exitoso sistema de libre comercio.  Las conexiones comerciales internacionales de Chile (…) ayudaron al país a obtener las vacunas mucho más rápido que México, Argentina o Venezuela, cuyos líderes conocen muy poco del mundo exterior”[12]. Creo que Oppenheimer tiene toda la razón.

Entre paréntesis, se equivocan los medios de propaganda cubanos que dicen que ellos han desarrollado la primer vacuna latinoamericana. En realidad, Chile ya tiene una vacuna contra este virus[13], desarrollada en la Universidad Católica por un equipo liberado por Alexis Kalergis, como informa la misma universidad en su página web sin tonos rimbombantes, ni odioso nacionalismo The Vaccine Against Covid-19 Being “Made in Chile”


[1] Cuba quedará fuera de la primera distribución de vacunas de COVAX en América Latina

[2] Covid-19 Vaccines Global Access.

[3] Covax, en Wikipedia

[4] Cuba quedará fuera de la primera distribución de vacunas de COVAX en América Latina

[5] “La Organización Mundial de la Salud señala que el remdesivir, la hidroxicloroquina, el lopinavir / ritonavir y el interferón tienen poco o ningún efecto para prevenir las muertes en los pacientes infectados con coronavirus”, La OMS revela los medicamentos que no sirven para tratar la COVID-19

[6] Chile le gana a México y Argentina con las vacunas contra el COVID 

[7] Chile le gana a México y Argentina con las vacunas contra el COVID

[8] Chile leads Latin America vaccine charge as it hits millionth jab

[9] Comenté lo que él escribió sobre Donald Trump, mucho antes de ser presidente, en Trump: “…lo que hice fue aprovecharme del sistema legal”

[10] Chile le gana a México y Argentina con las vacunas contra el COVID

[11] Chile becomes first South American country to start COVID vaccination

[12] “It’s a coincidence that Chile has been able to get so many more vaccines than its Latin American neighbors: It is, by far, the most globalized country in the region.  While several Latin American populist leaders rant against the free market and globalization, Chile — despite growing domestic protests against its economic model — has maintained its largely successful free-trade system.  Chile’s international trade connections, or at least the outward-looking mindset of its government, helped it get COVID-19 vaccines much faster than Mexico, Argentina, or Venezuela, whose inward-looking leaders barely know the outside world”, There’s a good reason why Chile is winning COVID vaccine race —and Mexico and Venezuela are not 

[13] Así que parece que quedan científicos en Chile, ver mi columna Somos muchos abogados y poetas; pero muy pocos químicos, físicos y biólogos

¿En qué se parecen Yoshiro Mori y Pablo Neruda?

Mori es el organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio. Se negó a aceptar a más mujeres en el Comité organizador, dijo que era suficiente con las pocas que había. Aduciendo que las mujeres no nos podemos expresar correctamente y por eso, hablamos mucho y las reuniones del Comité durarían demasiado debido a la verborrea femenina[1]. Sus “observaciones” fueron hechas la semana pasada y Mori tardó una semana en renunciar. Mucho tiempo.

Aunque ya antes existía una larga lista de escándalos en que estaba involucrado el ex-primer ministro del Japón y conocido amigo de Wladimir Putin, esta fue la gota que rebalsó el vaso.

El planteamiento de Mori me recuerda la famosa frase de Pablo Neruda “me gustas cuando callas porque estás como ausente”[2], tal vez una de las ideas más emblemáticas de Pablo Neruda y que repite varias en una de sus poesías más citadas. Leit motiv de Neruda que en él no me extraña, considerando lo que el mismo Nóbel cuenta en sus memorias, a lo que me referí el 2016, en mi artículo Neruda, la violación de la mujer tamil y antes, el 2015, en Cuando Pablo Neruda violó a una mujer “inferior”

Indudablemente la falla de Mori es inconmensurablemente menor al crimen de Neruda. Esto tengo que dejarlo muy claro, para que nadie me vaya a malinterpretar. Lo único que veo en común es la idea de Neruda “Me gustas cuando callas…”.

Después de una semana, Mori tuvo que renunciar porque cayó en la trampa de su propio sexismo. Sexismo que, durante décadas fue bien mirado o al menos disculpado, o aceptado con una sonrisa, incluso por mujeres que, o sabían que no podían hacer nada o les daba lo mismo. Entre paréntesis, Mori es casado y tiene una hija. Parece, eso sí, que va a tener problemas en su familia, ya que la prensa japonesa informa que Mori scolded by wife, daughter after saying women talk too much at meetings

Yoshirō Mori aceptaba a las mujeres siempre que supieran cuál era su lugar: “We have about seven women at the organizing committee but everyone understands their place”. Claro, si yo soy una mujer que “sé cuál es mi lugar” y me quedo callada, bajo la cabeza y digo que sí, entonces soy admitida en el ex-Club de Toby del Comité olímpico dirigido por Mori. Y en muchas otras partes… “Me gustas cuando callas…”.

Que el ex-político devenido en dirigente deportivo tenga 83 años no puede ser una excusa para su sexismo, porque el sexismo es, inadmisible, venga de una persona de la edad que sea. Más todavía si tiene un puesto de responsabilidad. El sexismo es, hoy como ayer, lo más opuesto a la dignidad de la mujer y también a la dignidad del hombre que nos podamos imaginar.

Para horror de Mori, y después de su obligada renuncia, parece que lo sucederá a la cabeza del Comité organizador de los Juegos olímpicos, nada menos que una mujer: la conocida atleta, que participó siente veces y en las Olimpiadas y actual ministra, Seiko Hashimoto, del mismo partido que Mori, pero una generación posterior. A las 9:52 hora de Greenwich aún no hay seguridad de que Hashimoto lo suceda.  

Vamos a ver si ahora en el Comité olímpico, la nueva presidenta habla, habla, habla y habla. Y no hace nada 😉


[1] “If one (female) member raises her hand to speak, the others all feel the need to speak too. Everyone ends up saying something. So we have to make sure their speaking time is restricted somewhat, or they have difficulty finishing, which is annoying”.

[2] “Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubieras muerto”.

¿Y si ofrecemos asilo político a los habitantes de Hong Kong?

Si no lo hacemos nosotros, los ingleses se van a quedar con todos. El 70% de los siete millones de ciudadanos de Hong Kong tiene derecho a solicitar al gobierno británico el llamado pasaporte BN(O) o British National (Overseas). Todos los nacidos antes de la devolución de la ciudad-estado a la China, pueden pedirlo. 

De más está decir que probablemente, los primeros que pedirán el documento -si es que aún no lo tienen- son los más calificados y los más trabajadores, además de los que pueden perder más. 30 mil millones de euros que abandonarían Hong Kong. Con ello, asistiremos a un episodio más del brain drain hacia los países democráticos y pacíficos.

También ciudadanos medios, que tal vez no estén tan super bien calificados, ni tengan tanto capital; pero sí ganas de trabajar y que el producto de su trabajo les pertenezca a ellos abandonarán la ex-colonia. Gente que cree que tiene que valer la pena trabajar. Y que se pregunta donde puede ser mejor su futuro y el de sus hijos. Que prefiere la libertad a la opresión, no sólo en materia económica, sino también social y política. 

Se calcula que este año, cerca de 130 mil personas saldrían de Hong Kong… si es que los dejan salir… Porque ese es el otro problema. Todos los países que se niegan a que sus nacionales traspasen sus fronteras, sostienen que se trata de una forma de protección frente a la agresión extranjera. Sin embargo, muros y murallas tienen otra finalidad, cual es la de impedir la huída de las personas hacia otras latitudes, hacia una vida mejor. 

Por ejemplo, el Muro que separaba las dos alemanias era llamado “muro de contención antifascista”; pero era más bien la pared de una gigantesca cárcel, que cientos de veces se convirtió en paredón de fusilamiento. El ex-presidente alemán Gauck explica: los habitantes de una casa pueden entrar y salir de ella; pero los habitantes de Alemania oriental no podíamos entrar ni salir del propio país. Estábamos encarcelados. Desde ese momento, Gauck comenzó a hablar de reclusos o de presos[1].

Tantas veces, escuché en el pasado que en el capitalismo quizás seamos libres, pero sólo libres para morirnos de hambre. Creo que es el revés, en los regímenes donde se idolatra al partido como la instancia máxima -recordemos que China está aún regida, con mano férrea, por el Partido Comunista- y se idolatra a sus líderes como si se tratara de dioses vivientes, es ahí donde realmente apenas se puede sobrevivir. Y de libertad, mejor ni hablar. Las innumerables detenciones en Hong Kong son una prueba más de ello. Por ej. la del editor de una revista[2], de libertad de prensa, de expresión, de manifestación vemos poco y nada…

Gran Bretaña tiene una responsabilidad histórica frente a sus ex-súbditos. Hong Kong fue una de las últimas colonias inglesas en el mundo. Y, contrariamente a lo que muchos podrían suponer, sus ciudadanos prefieren ser ciudadanos británicos y no habitantes de la China. ¿Puede extrañar esto a alguién? En todo caso, es una gran contradiccón al proceso de descolonización. Pero ¿quién se puede asombrar de ello?

Pónganse la mano sobre el corazón y piensen… ¿Qué preferirían ustedes? Ser ciudadanos británcos, ciudadanos de la democracia más antigua del mundo. Pese a Johnson y pese al Brexit. ¿O preferirían ser súbditos del Partido Comunista chino? Porque estas son las alternativas. A nadie le gusta irse de su patria, pero a veces, hay que pensar un poco en las consecuencias de quedarse. De las consecuencias para sí y para la propia familia.

No se trata tan sólo de pobreza, sino de desigualdad de oportunidades, de favoritismo y nepotismo, de altísima corrupción, de qué yo no pueda decidir libremente qué pienso, qué digo, qué hago y qué no hago. Y quién sabe qué vaya a pasar en el futuro… 

Si no le quiero rendir pleitesía a un hombre -a un simple ser humano- que tiene categoría de Poder constituyente, ya que lo que el dice el secretario general del partido comunista y presidente de la Comisión militar central es parte de la Constitución, entonces, la mejor alternativa, por no decir la única, es sufrir un poco; pero tomar la valiente y racional decisión de abandonar Hong Kong.  

Si yo fuera gobernante de un país libre, presentaría inmediatamente al Congreso, al Consejo de Ministros o dónde corresponda, una moción para dar visa no-burocrática a los habitantes de Hong Kong. 


[1] Cfr. mi recesión «El poder tiene un sabor desagradable». Joachim Gauck, activista por los derechos humanos, publicado en la revista Istmo, de México. Lamentablemente, me corrigieron el texto y reemplazaron décimo primer presidente por undécimo. Yo aprendí en el colegio que esto es erróneo, puesto que el presidente es el número once en la historia de Alemania federal y no es una décima parte de algo. Hay una diferencia entre números ordinales y números partitivos o fraccionarios. Pero parece que, en realidad, se aceptan las dos fórmulas.

[2] Me refiero al influyente Jimmy Lai.

Hayek: los liberales y el ateísmo

Hoy, me gustaría republicar aquí un artículo mío del 2008: Hayek: los liberales y el ateísmo Lo copio aquí sin modificaciones.

Queridos amigos, recordarán que en el post Hayek: los liberales y el ateísmoFederico Bär comentaba “me interesa saber cómo mi tocayo Hayek explica su ateísmo. ¿Dónde puedo ampliar los párrafos que mencionas?”.

En aquella oportunidad, le respondí que no sabía más del tema. Pero me informé 😉 y les cuento que, en el último capítulo de “La Fatal arrogancia” (publicado en 1988, en 1977, había regresado a Europa y enseñaba en Freiburg), el mismo Friedrich v. Hayek responde -con la apertura que le es habitual y que es propia de las personas inteligentes y tolerantes- a esta interrogante.

Un corto aviso a los amigos liberales (yo no lo soy) o que se consideran tales y que pasan por este blog en abundancia: es una vergüenza que nadie haya podido contestar a la pregunta de Federico. Revela un gran desconocimiento del pensamiento hayekiano.

El capítulo IX del libro de don Fritz, se llama precisamente “La religión y los guardianes de la tradición” y en él, el autor “hace algunas observaciones informales (…) acerca de la relación entre el tema de este libro y la función de las creencias religiosas”.

Advierte en seguida: “Estas observaciones pueden desagradar a algunos intelectuales, pues sugieren que éstos, en su largo conflicto con la religión, se han equivocado muchas veces y no han sabido valorar los contenidos de la religión”.

Me atrevo a sostener que la voz “intelectual” está tomada aquí en el sentido alemán con que muchos en este país y en Austria, designan (designamos) a quienes en castellano llamaríamos más bien pseudo-intelectuales, esto es, quienes se creen intelectuales, sin serlo.

En síntesis, su visión de las religiones (partiendo de lo que podríamos llamar religiones naturales) es positiva, pues han contribuido a establecer un “extenso orden de cooperación” entre los hombres. Esto es, la religión ha contribuido al progreso humano.

Concretamente sobre su ateísmo, don Federico explica (las negritas son mías): “Incluso aquellos, entre los que me encuentro, que no están dispuestos a admitir la concepción antropomórfica de una divinidad personal deben reconocer que la prematura pérdida de lo que calificamos de creencias no constatables habría privado a la humanidad de un poderoso apoyo en el largo proceso de desarrollo del orden extenso que actualmente disfrutamos y que, incluso ahora, la pérdida de estas creencias, verdaderas o falsas, crearía graves dificultades”.

Este es pues, el centro del ateísmo hayekiano: la dificultad -compartida por tantos otros en estas latitudes y en ese entonces, no hay que olvidad que Fritz nació en Viena en 1899- de admitir que Dios es persona y que tiene rasgos que nos recuerdan a nosotros mismos.

Es el problema de muchos alemanes -y austriacos, claro- el no poder aceptar que Dios sea, no un ente lejano que ha creado -en el mejor de los casos- la tierra; pero después se ha despreocupado de ella. Sino que la “sigue creando” y continúa preocupándose de nosotros día a día, incluso de nuestras nimiedades como un padre amoroso.

Continúa, con una observación, más bien pragmática: “la visión religiosa, según la cual la moral está determinada por procesos que nos resultan incomprensibles es mucho más acertada (…) que la ilusión racionalista según la cual el hombre, sirviéndose de su inteligencia, inventó la moral que le permitió alcanzar unos resultados que jamás habría podido prever”.

Aunque, para mí, la religión, al menos la religión cristiana NO es un sistema moral; pero bueno, esto es algo que, en estos pagos está muy expandido, dejémoslo así.

Se abre a sus lectores, y confiesa que (las negritas son mías): “Durante mucho tiempo he dudado si debería incluir aquí esta nota personal, pero al fin me decidí a hacerlo considerando que el apoyo de un agnóstico declarado puede ayudar a otras personas religiosas más convencidas a seguir avanzando en la búsqueda de conclusiones con las que pueda estar de acuerdo“.

Interesante perspectiva, en la que sin duda se ha seguido avanzando desde 1988, ya que -al menos en el primer mundo desarrollado- asistimos actualmente a un renacimiento religioso, pero no acrítico, sino que muy crítico y que se replantea cada creencia. Por otra parte, no me cabe duda que la teología ha seguido avanzando en la búsqueda de “nuevas conclusiones”. Entre paréntesis, hoy, en Alemania, es impensable que un ateo militante tenga aceptación social. También en esto, Hayek se adelantó a su época.