El populismo, el liberalismo y el political correctness

Comenta una amiga que, mientras menos respetuoso de la libertad sea un movimiento u organización, más se llena la boca con el tema libertad. Esto que mi amiga decía acerca de una institución religiosa[1], se aplica plenamente a los movimientos de extrema derecha en Europa… y probablemente, en todo el mundo[2].  

Es paradojal y casi una burla que los movimientos populistas actuales, usen o más bien abusen de la palabra libertad. Incluso, el movimiento de extrema derecha del holandés Wilders, se autodenomina, “Partido por la libertad”[3]. Paradojal, porque son estos movimientos los que utilizan la libertad para luego intentar derogarla, como vemos que ocurre en Hungría y en menor medida -ya que la sociedad civil parece ser más fuerte y tener mayor capacidad de oposición- en Polonia.

No quiero ni pensar en lo que pasaría si un movimiento de extrema derecha xenófoba como la Alternativa para Alemania, llegara al poder. Casi todas las pesadillas posibles se harían realidad. Casi, porque creo que la sociedad alemana no es la misma de antes y el sistema de frenos y contrapesos en la administración, funcionaría eficazmente, haciendo posible un pronto relevo de los populistas. Pero sería mejor no tentar al destino y evitar caer en las garras de Petry, Weidel, Höcke y otros.

Liane Bednarz analiza el tema en su columna del Tagesspeigel, sobre la Alternativa para Alemania (en adelante, AfD) y el liberalismo[4]. Su tesis principal es que el supuesto liberalismo de este partido consiste simplemente en la posibilidad de sostener ideas, de expresar ideas o de exponer tesis que contradigan el llamado political correctness.

Se dice con demasiada liviandad, que el partido Alternativa tiene dos alas: la económica-liberal y la patriótica-nacionalista. Siendo la primera una buena, aceptable y una real alternativa y la segunda, una corriente siniestra. Ambas estarían en pugna dentro del partido y la consejera empresarial Alice Weidel -recién elegida como una de las candidatas de punta del partido- representaría la posición liberal[5].

Más bien, creo que, como decía el editorial del ditorial del diario Volksstimme, de Magdeburg: hay una única tendencia dentro de la AfD, dentro del partido, los oponentes no se encuentran separados con respecto al contenido. No, más bien se trata de un juego de poder y de animosidades personales[6].

Justus Bender (del Frankfurter Allgemeine Zeitung, FAZ) tiene razón cuando escribe que, desde que, hace dos años cuando se excluyó a su fundador Bernd Lucke, no hay división en el partido. En efecto: dentro de la colectividad, existen sólo quienes “arden por la ideología de derecha” y aquellos que tienen un comportamiento oportunista y desean obtener votos y en consecuencia, mandatos como diputados y se preguntan cómo podemos ganar todos los puestos políticos posibles y asegurarlos para nosotros[7].

En otras palabras, pienso que algunos no quieren transar y están dispuestos a mostrar todo aquello en lo que creen (Höcke, Gauland, Meuthen, Weidel, etc.). Y otros (el matrimonio Petry y Pretzell) pretenden esconder un poco su tendencia extrema, con la finalidad táctica de lograr todos los escaños parlamentarios y eventualmente, otros puestos políticos, para después, desde el poder logrado democráticamente, llevar a cabo su programa. Primero, llegar al poder y luego, sacarse la máscara y llevar a cabo su ideario. Para ellos, el sistema democrático es sólo un medio que, en una primera etapa, es neceario que respetar. Esta estrategia me parece conocida…

Los primeros no quieren transar, ni mostrarse amigables con los “viejos partidos”, por lo que se les llama “oposición fundamental”. Los segundos, se aliarían con cualquiera (de derecha o de izquierda), con tal de llegar al poder[8], son, llamados “realistas”..

Después del triunfo del partido liberal alemán (FDP[9]) en las elecciones de parlamento estadual en Nordrhein-Westfalen (NRW) -y hace una semana de Schleswig-Holstein- creo que se hace necesario reflexionar acerca del supuesto liberalismo de los populistas alemanes que, gracias a Dios, sólo obtuvieron en NRW, un magro 7,4%. Pero toda cifra superior al 5% que obtengan los populistas, es siempre demasiado alta.

Qué mejor que hacerlo a la luz de la columna de la abogado Bednarz. De partida, generalmente, se dice -en una gran simplificación- que los funcionarios Meuthen y Weidel -ambos de Baden-Württemberg- representarían el ala “liberal” del partido. Sin embargo, ambos, se han distanciado expresamente de esa denominación.

No, ellos mismos dice que no son liberales, sino que “freiheitlich”[10], que yo traduciría más propiamente como libertario. Meuthen rechaza ser llamado liberal, ya que esa “etiqueta” no corresponde “ni a la mitad de la verdad” sobre su posición, asegura. El concepto liberal, prosigue el profesor de un instituto superior, se halla “contaminado”.

Meuthen critica duramente a la FDP, que se considera como guardián del liberalismo en Alemania; pero que, en realidad, lo habría traicionado[11]. Como de costumbre, el populismo recurre a descalificacr como “traidores” a sus enemigos políticos. No es el rival político al que se enfrentan, sino al enemigo total. Tal vez sea la deletérea influencia de Carl Schmitt[12].

De partida, en la concepción falsamente liberal del populismo, no hay lugar para el individuo, sólo existe el colectivo. De supremacía de derechos y libertades individuales, de lucha contra la discriminación y de defensa de las minorías, todos temas tan importantes para el liberalismo, de ello, no hay nada. En esta línea, podemos incluir, por ej., la exigencia de los tres niños por mujer alemana[13]. El colectivismo manda muchos saludos desde el oscuro pasado…

La otra de las figuras que generalmente, se califica como liberal, es Alice Weidel (ex-economista de Goldman Sachs, firma que los populistas de derecha y de izquierda tanto critican)[14]. En el congreso del partido en Colonia, Weidel dice que los términos liberalismo y liberalidad han sido llevados por la FDP al absurdo y que ella es freihelitlich-conservadora, esto es, libertaria-conservadora. En otras ocasiones, Weidel se ha definido como liberal. Cierto, Weidel se ve como liberal; pero abre la boca y te das cuenta que no lo es, sino que su discurso es más bien populista[15].

Sin ir más lejos, los populistas austriacos, tienen el calificativo freiheitlich incluído en su mismo nombre[16] , el partido se llama así: Freiheilich, exactamente el mismo término con que Meuthen y Weidel se autodenominan. Los vínculos, los encuentros entre funcionarios de la AfD alemana y la FPÖ austriaca son innumerables [17] [18].

La distinción entre “freiheitlich” y liberal no es una mera cuestión semántica…

Como hace ver Bednarz, en el fondo, para la AfD, la liberalidad que exige, se traduce y se reduce a su rechazo al llamado political correctness. Pienso que pertenece al código genético de los movimientos populistas, renegar de las reglas mínimas de convivencia civilizada y democrática que hacen más agradable, llevadera y posible el entendimiento entre personas que piensan distinto; pero que se respetan, que se toleran y no se ven como enemigos irreconciliables. Esto y no otra cosa, es lo que, en el mundo occidental, se llama political correctness. De ninguna manera se trata de colocar una especie de bozal, sino que a establecer un rayado de la cancha dentro de la cual nos movemos en el juego democrático.

Por el contrario, el populismo plantea una especie de derecho a romper con todo lo que nos es caro y que ha llevado a que la coexistencia pacífica y amable entre personas y grupos que piensan y que son distintos. El populismo actual ha reemplazado al colectivismo, al totalitarismo y al sectarismo de antaño y lo ha hecho, en todo el espectro. El populismo actual recurre a un extraño pseudo-liberalismo, a una falsa libertad -que no es tal- para salirse de la cancha y decir cualquier barbaridad, con la excusa de no someterse a la llamada corrección política.  

Bajo la premisa según la cual “se debe poder decir algo”[19]… Algo que es insoportable, insostenible y que, generalmente hiere a los demás o los ataca en su dignidad, los populistas pretenden tener un falso derecho a decir todo lo que se les pasa por la cabeza… Generalmente, lo que dicen no es nada bueno. Y a esto llaman no doblegarse frente al political correctness.

En su discurso en el Congreso del partido, en Colonia, Weidel anunció concretamente y en tono altisonante, que la corrección política debe ser arrojada al basural de la historia[20]. En realidad, nada más anti-liberal, más iliberal… Hablar de iliberal, me recuerda al ministro presidente húngaro Orbán, que sostuvo, en una rueda de prensa con Merkel que él es partidario de la democracia; pero de la democracia iliberal[21]. Lo que le valió que Jean-Claude Juncker le haya llamado jocosamente “el dictador”[22].

Bednarz cita el libro de Bender sobre la AfD, donde el periodista del diario conservador FAZ explica que, en Alemania existe un political correctness que se puede llamar también decencia, decoro, buenos modales o tener consideración hacia los demás y este decoro o buenos modales no es sólo una cuestión de moral, sino que tiene que evitar que representantes de grupos de la sociedad se sientan heridos porque se inicia una provocación o incitación que hace imposible que se tenga lugar un debate de fondo. Por el contrario, muchos miembros de la AfD, pretenden ‘liberarse’ de la exigencia de la tolerancia, que ellos consideran insoportable[23].

Yo prefiero la tolerancia, la magnanimidad, la liberalidad, la decencia, el decoro y el respeto a las personas y a su dignidad, derechos e igualdad 🙂 En otras palabras, la sociedad abierta de que habla Popper.[24] 


[1] En su momento, defendí ante mi amiga, a la institución, de la que mi amiga también era miembro. Ver ¿En qué se parecen John Boehner y yo?

[2] Como he citado ya tantas veces, mi amigo el abogado argentino -reconocidamente liberal- Diego Goldman, me hizo ver que hay demasiados conservadores disfrazados de liberales. Ver Los conservadores de hoy, enemigos de la sociedad abierta

[3] Partij voor de Vrijheid, más conocido por su abreviatura PVV.

[5] Su calidad de lesbiana refuerza más esta tesis simplista.

[9] Freie Demokratische Partei. Obtuvo un 12,6% de los votos, constituyéndose en la tercera fuerza electoral en el estado rhenano-westfálico. En Schleswig-Holstein, la FDP obtuvo un 11,5% y la AfD, un 5,9%..

Las elecciones de parlamento estadual en NRW son llamadas “pequeñas elecciones de Bundestag, ya que aproximadamente, una quinta parte de los electores alemanes vive en este Land. De ahí su gran importancia. Recordemos en septiembre del 2017.

[10] Hay muchas palabras para denominar algo como liberal en alemán: liberalistisch, freisinnig, freigeistig, freiheitlich, freigebig. Muchas de ellas, dejan un muy mal sabor…

[11] Ver, sobre todo, el discurso de Meuthen, en el Este de Alemania, donde el partido tiene su mayor porcentaje de adherentes, en la localidad de Kyffhäuser el 2016. En youtube: Rede von Prof. Dr. Jörg Meuthen No olviden poner un dislike 😉

[12] Al absolutamenta anti-liberal Carl Schmitt, ver: El nuevo orden según Carl Schmitt. También:: Schmitt y el estado de excepción – Peligrosamente actual y Liberales y autoritarios en vez de izquierda y derecha

[13] Ver, entre muchos artículos sobre el tema Drei Kinder pro Frau und Ende des „Genderwahns“ (tres niños por mujer y el fin de la locura del gender).

[14] Estos grupos son generalmente, conspiranoicos y ven en Goldman Sachs al gobierno mundial o algo así 😛

[15] Ver el video de su discurso en Colonia Y no olviden regalarle un dedo para abajo 😉

[16] Freiheitliche Partei Österreichs, FPÖ.

[17] No quiero profundizar en el tema, sin embargo, recomiendo el artículo de Die Zeit: Was AfD und FPÖ gemeinsam haben y el de Die Welt Vieles lassen Europas Rechte unausgesprochen Como asimismo, el de ZDF Rechte Schwestern im Geiste Hay muchos más sobre el tema, si alguien tiene ganas de escribir sobre el tema en castellano, sería ideal.

[18] Por otra parte, ha habido al menos un partido en Alemania que se ha denominado freiheitlich y que fue abiertamente de extrema derecha, el Freiheitliche Deutsche Arbeiterpartei Hay más de estos partidos y todos de línea más bien de extrema derecha o similar.

[19] La frase de Thilo Sarrazin, el hombre que rompió los diques de contención de la convivencia democrática y que popularizo la frase “Das wird man doch wohl noch sagen dürfen” (aún podemos decir…), como si él no hubiera podido, alguna vez, decir algo… Dar entrevistas y escribir libros que vendió con gran éxito.

[20] Die “politische Korrektheit gehört auf den Müllhaufen der Geschichte”.

[23] “Es gibt eine ‚Politische Korrektheit‘ in Deutschland. Man könnte das Phänomen auch Anstand oder Rücksichtnahme nennen, und dieser Anstand ist nicht nur eine Frage der Moral. Er soll strukturell verhindern, dass Vertreter gesellschaftlicher Gruppen sich verletzt fühlen müssen, weil die Aufwiegelung, die dadurch beginnt, eine Sachdebatte verunmöglicht“. Viele AfD-Mitglieder hingegen, so Bender weiter, „wollen frei sein von der Zumutung der Toleranz”

[24] Invito a leer La crítica y el progreso en “La sociedad abierta” de Karl Popper y Popper y el mandamiento del amor al prójimo