A doce años de la muerte de Lennart Meri

Hace doce años que murió Lennart Meri. Y hace once, que publiqué esta columna en el diario chileno La Segunda. Guardé copia de ella (después que La Segunda sacó la página con nuestras columnas: Zona de Opinión de La Segunda) en un blog que titulé Columnas en La Segunda

Lennart Meri : El comunismo ha muerto, pero nadie ha visto su cadáver

La frase es de Lennart Meri, fallecido hace un año, el 14 de marzo de 2006, en Tallin. Presidente de Estonia entre 1992 al 2001. Fue pronunciada en una conferencia de prensa, en Alemania, en 1990.

Como muchos otros estonios, letonios y lituanos, Meri fue deportado a Siberia, en 1941, en trenes- cárcel (vagones con barrotes, como esos en que se traslada a los animales) con su mamá y su hermano.

En una de sus célebres conferencias, que tuvo lugar en Suecia en 1999, hacía ver que “el comunismo es difícil de definir, pero fácil de describir”.

En esa ocasión, Meri explicaba que en aquellos vagones que trasladaban a los deportados del Báltico a los campos de concentración de Siberia y Asia Central, estaba prohibido cantar. Ello se debía -continúa- a que los militares polacos asesinados en Katyn, entonaban cantos cristianos en los vagones que los conducían a la muerte, lo que desmoralizaba a los soldados soviéticos que estuvieron cerca de no cumplir su misión… y atemorizaba a los comunistas. Para que no volviera a ocurrir lo que los católicos polacos habían estado a punto de lograr, las autoridades ateas prohibieron el canto a los luteranos estonios…

Al partir, su papá Georg Meri -diplomático estonio y traductor de Shakespeare- le dijo “cuida a tu mamá y tu hermano, ahora eres el hombre de la casa”, tenía doce años. Fue la última vez que lo vió.

Sí, él y su familia fueron víctima de una de dos ideologías más deletéreas del s. XX. En efecto, Meri explica que los dos estados totalitarios tenían diferentes uniformes, pero sus soldados eran gemelos. No hay mayor diferencia entre el “ser infrahumano” del nacional socialismo y la “nación hostil” (vrazhdebnaya natsiya) del comunismo, entre una represión y la otra. Entre el Führer y el Vozhd, continúa.

Al igual que tantos intelectuales del “otro lado de la cortina de hierro”, Meri comprendió que si su nación quería sobrevivir al totalitarismo, su única oportunidad estaba en la cultura, la palabra escrita y hablada. Así, Meri se convirió en un gran estudioso de la lengua fino-úgrica (también llamada fino-húngara). Él, como otros, no recurrió a las armas; pero en el fondo “la palabra” fue un arma infinitamente más eficaz y más temida que las kalashnikov soviéticas.

Meri fue un patriota estonio, pero no un nacionalista. Además de su propio idioma, hablaba fluidamente otros cinco. Uno de sus alumnos -o debería decir discípulos- el joven politólogo norteamericano Ross Mayfield cuenta que él conoció Chichén Itzá (en la península de Yucatán) gracias a Meri.

Meri -continúa Mayfield- fue uno de los pocos políticos europeos que han sido capaces de mirar más allá de sus propias fronteras nacionales… al margen -digo yo- de toda la locuacidad que exhibe la Unión Europea.

En uno de los períodos más crítico de la historia reciente, cuando estuvimos a punto de presenciar un enfrentamiento armado al Norte de Europa, en 1991, en la antesala de la autodisolución del imperio soviético, Lennart Meri era ministro de relaciones exteriores de la Rep. Socialista soviética de Estonia, país que se había atrevido a declarar su independencia. Se temía que Moscú reaccionara como en 1956 en Hungría y en 1963 en Praga, esto es, con la fuerza de las armas… y de los tanques.

No deja de ser significativo -a la luz de la prohibición de cantar en los vagones-cárcel- que el movimiento que condujo a la independencia estonia se conozca como la revolución cantando (Singing Revolution), precisamente porque el arma estonia era la palabra, la palabra cantada.

Gorbachov advirtió que no se puede detener el curso de la historia (sobre todo si está basada en un acuerdo internacional como el espúreo pacto Hitler-Stalin) y, en contra de la opinión de muchos de sus correligionarios, reconoció la independencia de Estonia y con ello, inició el proceso de desmembración de la URSS, del cual muchos aún no han podido recuperarse, como lo puso de manifiesto el reciente discurso de Wladimir Putin en la 43 Conferencia de Seguridad en München.

Inmediatamente después de la independencia, Lennart Meri, escritor, productor de películas y dramaturgo -al que no le fue permitido dedicarse al estudio de la historia, pues se le consideraba peligroso para la estabilidad política- fue elegido presidente de su país.

La frase de Meri, que sirve de título a esta columna, tiene un significado especial para nosotros en el mundo occidental. Karol Wojtyla (otro sobreviviente de los dos grandes totalitarismos del siglo pasado) escribe en su libro “Memoria e Identidad”, citando a un político occidental: “sabemos que el comunismo cayó al fin a causa de la insuficiencia socioeconómica de su sistema. Pero esto no significa que haya sido desechado realmente como ideología y como filosofía. En ciertos círculos de Occidente se continúa considerando su ocaso como un perjuicio y se lamenta su pérdida”. considerando su ocaso como un perjuicio y se lamenta su pérdida”.

 

 

El juez que promocionó la ley que prohíbe la religión

Algunos conocen la ley europea que prohíbe la religión[1] como la Ley Bell, ya que fue el juez del Tribunal alemán, Edmund Bell su principal impulsor y redactor del texto. Un brillante abogado más bien apolítico y tecnócrata, procedente de una familia cristiana y que recibió la mejor de las educaciones que los sectores con más cultura de la sociedad alemana puede dar a sus hijos. Pero que tempranamente se convirtió en militante ateo. Nadie sabe bien por qué.

Cosmopolita, viajó y estudió en varios países. Habla varios idiomas. Fotogénico y carismático pasó de ser un juez sólo conocido en el ambiente jurídico, en uno de los personajes más populares de Europa. Viajó por todo el continente dando charlas para promocionar la ley. Los últimos días, sus charlas fueron verdaderas manifestaciones multitudinarias de propaganda a favor de la misma, en las grandes plazas y avenidas de Europa. Bell habla varios idiomas. Fue propuesto como juez constitucional por la democracia cristiana alemana y por el partido liberal. Esto es, por grupos que defendían la libertad religiosa y que nunca se imaginaron cómo evolucionaría su candidato.

Mientras Bell era la “cara del proyecto”, sus detractores carecían de una sola persona que los representara. Ellos sostenían que eran mayoría y que nunca perderían un plebiscito tan absurdo como el propuesto. Se supone que esta circunstancia -la seguridad de que ganarían- llevó a muchos partidarios del “no a la nueva ley” a no votar. Su abstención contrasta con la intensa movilización de los partidarías del “sí a la nueva ley”.

La sección alemana del partido liberal europeo pidió disculpas públicas por haber propuesto e impulsado la candidatura de Bell como juez del tribunal constitucional, ya que con su apoyo a la Ley de prohibición de creencias religiosas socava una de las libertades individuales más importantes, cuya existencia no era cuestionada desde antes de la época de la Ilustración. Igualmente hizo la democracia cristiana.

Edmund Bell estudió en un colegio católico y nadie pensó que se convertiría en el más acérrimo propulsor de una ley antirreligiosa. Si bien es cierto, él nunca dijo que fuera cristiano, parece que mucha gente “se lo imaginó”. Se lo critica por no ser sincero, ocultar información y, con ello, aprovecharse de las circunstancias.

Sus hermanos fueron entrevistados por medios de comunicación de esos que algunos denostan como medios propios del “mainstream” y criticaron la promotoción de la ley. Es más, es probable que muchos de ellos abandonen Europa debido precisamente a la ley. Su mamá murió poco después de que Bell iniciara su campaña. Algunos sostienen que se suicidó -aunque esto nunca ha quedado claro- por el tema de la ley. Mutatis mutandi, el caso nos recuerda al de Paul Gosar[2] en los Estados Unidos, partidario de Donald Trump, cuyos hermanos, el 2018 llamaron a votar en su contra.

Bell no está casado y lleva una vida personal muy solitaria. La poca gente que lo conoce cuenta que no tiene grandes amigos, sino conocidos, colegas y ahora muchos admiradores y admiradoras…. Sin embargo, puede ser muy divertido y entretenido si está de ánimo, lo que no  ocurre a menudo. El juez Bell tomó vacaciones impagas y se ha hiperfocalizado hacia la campaña en favor de la ley que prohíbe la religión.

Marta Salazar, corresponsal en Europa, Berlín 2030. Seguiremos informando sobre el tema.


[1] También lo pueden leer en alemán en: Religionsverbotgesetz Eine europäische Dystopie

[2] Paul Gosar en Wikipedia. Sobre el tema ver: 6 siblings of Arizona congressman urge voters to boot him from office y abundantes artículos de prensa.

Ocho mentiras sobre Venezuela

Sobre Venezuela se cuentan muchas mentiras. A continuación, me voy a referir a algunas de ellas:

Primero: Chávez era bueno. Maduro no lo es. Esto es como aquella historia: el marxismo es bueno; pero fue mal aplicado. O el nacional socialismo es bueno; pero se les ocurrió matar a los judíos y ahí quedó la crema. No, entre Chávez y Maduro no hay solución de continuidad.

El debacle fue iniciado ya en vida de Chávez. La única diferencia es que a Chávez le tocó un alto precio del petróleo y a Maduro, no. Cuando Chávez inició el camino hacia el socialismo del siglo 21, contaba aún con un país que no había sido destruido y cuya población todavía no huía hacia otros países. A Maduro le tocó continuar la des-obra de Chávez y del chavismo. En esto, siguió el mismo camino trazado por su inspirador. (Ese que se la apareció en forma de pajarito).

Segundo: La crisis económica no es consecuencia de la revolución socialista, sino que sería consecuencia de las medidas de castigo norteamericanas. No, la crisis de Venezuela no se debe a una intervención extranjera, ni a una guerra económica, sino que es de origen casero. Es hecha en casa, made in Venezuela[1].

Es evidente que la crisis económica es también consecuencia de la baja del precio del petróleo y esto es algo que escapa al control del gobierno chavista o de gobierno alguno. Sin embargo, hay que preguntarse: ¿por qué los “líderes” socialistas no aprovecharon el alto precio del petróleo para diversificar su economía? Y así, ¿no depender del precio del crudo? (Entre paréntesis, es el mismo problema de Rusia. No es el discípulo más que el maestro).

Y, a propósito de crudo, es una vergüenza que el petróleo crudo venezolano tenga que ser enviado a Estados Unidos y Venezuela, deba comprarlo de ese país ya refinado, porque ellos son incapaces de refinarlo. ¿No querían no seguir dependiendo del país del Norte?

Los chavistas desaprovecharon la bonanza que les deparaba el alto precio del petróleo, para diversificar la economía venezolana: se dejó de producir en el país, que comenzó a depender absolutamente de las importaciones de los bienes más elementales. Emblemática es la falta del papel confort en Venezuela, que llevó al presidente Maduro a sostener que los venezolanos deberían ir menos al baño[2].

Esta es una crisis -no sólo económica- sino que social, política, humanitaria y de abastecimiento… de desabastecimiento, no provocada desde afuera, sino muy “desde adentro”. No sólo por la incapacidad de los gobiernantes, sino que por un proyecto de sociedad que únicamente puede llevar al fracaso[3].

Tercero: los países de la Región apoyan a Maduro. No es cierto, la mayoría de los países latinoamericanos NO apoyan a Maduro. Es más, la mayoría de ellos, reconoció a Guaidó como presidente de Venezuela.

El Grupo de Lima[4] y la Organización de Estados Americanos no sólo no apoyan a Maduro, sino que apoyan abiertamente a su sucesor Juan Guaidó[5]. Con excepción de México[6], gracias a su nuevo presidente, que no es que apoya a Maduro; pero tampoco apoya a Guaidó.

México es un poco como la extrema derecha europea, que no apoya directamente a Maduro; pero sí lo hace indirectamente, al sostener que no hay que “interferir”. No tomar partido por Guaidó y bloquear en consecuencia, igual como bloquea Italia, las decisiones de la Unión Europea sobre Venezuela. La extrema derecha europea hace en esto el juego a sus financistas rusos, tan interesados en conservar a Maduro en el poder. Y se parece mucho al actual gobierno de izquierda mexicano.

Los países de la Región que apoyan a Maduro son Bolivia y Nicaragua (bajo el dominio del matrimonio Ortega). Y en el mundo, son Rusia, China y Corea del Norte. Saquen ustedes mism@s las consecuencias.

Cabe hacer notar que, all regresar a su país, el lunes pasado, Guaidó no pudo ser arrestado por las autoridades gubernamentales, entre otras razones, porque los embajadores o encargados de negocios de la mayoría de los países de la Región y de la Unión Europea[7], estaban en el aeropuerto, para garantizar o asegurar su ingreso libre al país. (Los que sí fueron arrestados, fueron los funcionarios del aeropuerto que no sólo no lo arrestaron, sino que lo recibieron con un “Señor Presidente”). Después de todo, Guaidó es un parlamentario y la inmunidad parlamentaria es un principio esencial de la democracia representativa. ¿Será esto no tener apoyo de la Región Latinoamericana y de los países democráticos de Europa?

Recordemos que los países del Grupo de Lima retiraron o llamaron a consultas (que en la práctica es lo mismo) a sus embajadores en Venezuela, ya que “las elecciones en Venezuela no cumplieron los estándares internaciones de un proceso democrático y libre”[8]. Se refieren nada menos que a las elecciones de 2018, en que supuestamente ganó Maduro.

Asimismo, una de las posibles consecuencias de no poner fin a la crisis de Venezuela es que sí puede desestabilizar a toda la región[9]. Y no sólo por los tres millones de personas que han abandonado Venezuela huyendo[10] de la pobreza, de la violencia y del desabastecimiento. Suma que puede llegar a cinco millones en el curso de este año[11].

Cuarto: Los Estados Unidos quieren apoderarse del petróleo venezolano. Yo creo que no, porque los EEUU ya compran el petróleo venezolano. Quienes realmente han invertido grandes sumas de dinero en las empresas de petróleo venezolano son China y Rusia. De ahí su gran interés en mantener el status quo y a Maduro en el poder.

Ambos países temen perder los préstamos entregados a Venezuela. Préstamos no sólo en el ámbito del petróleo, sino también en el del armamento. El tema armamento es especialmente importante para Rusia -otra economía que sufre por la falta de diversificación y por la caída del precio del petróleo[12]– que ha concedido ingentes créditos a Venezuela para comprar armamento.

Quinto: La ayuda humanitaria está envenenada y los Estados Unidos quieren invadir el país junto con la ayuda humanitaria. Tengo que confesar que -en este punto- no soy imparcial, ya que, desde hace años, he colaborado en el envío de ayuda humanitaria a Venezuela. No sé cómo alguien podría envenenar a la población o invadir un país a través de la ayuda humanitaria. Invadirlo, ¿tal vez mediante un proceso de empequeñecimiento de soldados con las pastillas de Chiquitolina del Chapulín Colorado? ¿O quizás recurran a David Lynch? eek

No dejar ingresar la ayuda humanitaria es un acto de orgullo y de arrogancia extremas por parte de quienes no quieren aceptar donaciones de alimentos y medicinas provenientes del exterior sólo porque vienen “de afuera” y prefieren dejar morir a su propio pueblo que reconocer que se equivocaron y que su equivoación tiene consecuencias nefastas, más que nefastas, deletéreas para su propio pueblo.

Lo peor es que actualmente Venezuela cerró la frontera con Colombia, de manera que no se puede importart nada desde el país vecino; pero tampoco Venezuela puede exportar nada a través de Colombia, lo que significa que deja de recibir las tan necesarias divisas.

Sexto: Juan Guaidó carece de legitimidad. ¡Pero cómo va a carecer de legitimidad, si es el Presidente del Parlamento venezolano! ¿Puede haber más legitimidad?

“La Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela es el órgano unicameral que ejerce el poder legislativo en dicho país de manera constitucional, sin embargo el gobierno de Nicolás Maduro en 2017 asignó dicho poder a la Asamblea Nacional Constituyente mediante decreto oficial, ésto de manera temporal, acción que fue desconocida por el parlamento y parte de la comunidad internacional.​ Está conformada por 167 diputados. Nace después de la aprobación de la Constitución de 1999, reemplazando al anterior Congreso de la República, que era un órgano bicameral”[13].

Si mal no recuerdo, cuando el pueblo venezolano votó a favor de los opositores al chavismo y el parlamento de Venezuela quedó en manos de la oposición -cosa que ocurre frecuentemente en los países democráticos-, entonces Maduro “le quitó” a la Asamblea Nacional todos sus poderes, entregándoselos a una supuesta Asamblea Nacional Constituyente, con “facultades plenipotenciarias”, cuyos miembros fueron designados por el mismo Maduro[14].

Todo esto, lo hizo Maduro mediante un decreto presidencial[15]. En otras palabras: pasó a llevar la Constitución mediante un decreto presidencial…! Me da dolor de estómago sólo al pensar en una barbaridad así. De la pirámide kelseniana de jerarquía normativa[16] parece que nunca escucharon…! No sólo no saben nada de economía, sino tampoco de derecho.

Es evidente que Guaidó es presidente “encargado” -esto es interino o temporal- de Venezuela como representante de la Asamblea, del Parlamento venezolano, elegido por el propio pueblo. De allí proviene su legitimidad. Legitimidad que, de todas maneras, es mayor que la de Maduro[17]. Sobre la supuesta legitimidad de Maduro, recordemos que “Los 14 países del Grupo de Lima desconocieron los resultados en Venezuela y llamaron a consultas a sus embajadores en Caracas”[18].

Séptimo: Maduro es el presidente legítimo y fue elegido democráticamente. Esto es muy relativo. Maduro fue elegido en una elección donde los principales candidatos de la oposición fueron “inhabilitados”. Había miles de presos políticos y la prensa estaba amordazada. “El Gobierno canadiense insistió que no pueden existir una democracia y elecciones libres en un contexto en el que hay prisioneros políticos, limitaciones a la libertad de prensa y arresto domiciliario para dirigentes de la oposición”[19].

“Los principales candidatos de la oposición no pudieron postularse por procesos administrativos y penales en su contra, incluyendo a Henrique Capriles, aspirante en las elecciones de 2012 y 2013, Leopoldo López, condenado a una pena de casi 14 años por las protestas de 2014, así como otros como María Corina Machado y el mayor general Miguel Rodríguez Torres, chavista disidente, hoy también encarcelado”[20].

Con respecto a la elección de Maduro, es importante conocer lo que dijo el Grupo de Lima. Un buen resumen en Wikipedia: “The Lima Group has overtly condemned the presidential elections called for by the Bolivarian government, describing them as unobserved, unjust and undemocratic. Days before the planned election date, the Lima Group – alongside the United States and the European Union – called for the cancellation of the election and prepared for responses should the election be held. Following the election which strengthened President Maduro’s position, the fourteen member nations of the Lima Group recalled their ambassadors from Venezuela”[21].

Como bien dijo el “canciller paraguayo, Eladio Loizaga indicó que las elecciones presidenciales en Venezuela no son “sinónimo de democracia” mientras haya «partidos opositores inhabilitados y presos políticos»”[22]Es cierto, las elecciones democráticas tienen que ser libres e informadas y de libres e informadas, poco y nada hubo en la elección de Maduro como presidente el 2018.

Octava mentira: apoyar a Guaidó llevará a una guerra civil. O al consabido “un millón de muertos”. Sí, este es uno de los más recurridos pseudo-argumentos para sostener que es mejor apoyar a Maduro, porque, de otra forma, habrá derramamiento de sangre y sobrevendrá la inestabilidad.

Entre paréntesis, es la típica argumentación de los ultraconservadores europeos para oponerse a todo cambio en otros países, porque “habrá inestabilidad”. En el fondo, es una manera de perpetuar la injusticia y negarse a aceptar cualquier cambio. Prefieren la tiranía a un intento de cambiar el sistema. En esto se unen la ultra izquierda y la ultra derecha. Con esta forma de pensar, todavía viviríamos en un régimen de monarquía absoluta en Europa. Hitler y Stalin continuarían en el poder. Y Muammar al-Gaddafi seguiría cantando bajo la lluvia[23].

Reitero que es la permanencia de Maduro en el poder es la causa de la inestabilidad, de la violencia y lo que realmente puede llevar a una guerra civil. Si Maduro amara a los pobres, renunciaría[24]. Si Maduro amara a su país, renunciaría y evitaría así, no sólo más muertos, sino la pobreza… Sin el chavismo, Venezuela podría recuperarse económica, social y moralmente.

Tengo que advertir, eso sí, que no se trata de que se vaya Maduro, sino de que se vaya al chavismo. Flaco favor sería que Maduro renunciara; pero que otro chavista ocupara su lugar. Venezuela tiene que volver a la normalidad democrática y dejar ya de experimentar con ideologías políticas pretéritas, pasadas de moda y fracasadas. Para eso, es indispensable el cambio. Un cambio que sí se puede.


[4] Sobre el Grupo de Lima, en Wikipedia.

[5] “During the 2019 Venezuelan presidential crisis, the Representative of Peru in the United Nations Security Council condemned what was described as an “illegitimate socialist regime”, stating “We have received 700,000 Venezuelan refugees and migrants due to the crisis that is the responsibility of Maduro”, 2019 Venezuelan presidential crisis, en Wikipedia.

[6] Me gustaría citar aqui diarios mexicanos; pero técnicamente no se puede hacer. Lo que es absurdo, ya que poner un link no es copiar contenidos.

[7] Emblemático es el caso del embajador alemán en Caracas, que fue declarado persona non grata, por parte del gobierno chavista, después de esta entrevista: Embajadores europeos en Venezuela asisten al aeropuerto internacional para respaldar a Guaidó

[12] Es curioso que un país tan grande como Rusia, tenga una economía que es tan pequeña como la economía de Italia.

[17] Como por lo demás, recalcó esta mañana el parlamentario europeo y ex-presidente (2012-2107) del Comité de Asuntos exteriores del Parlamento europeo, Elmar Brok: Deutscher Botschafter soll Venezuela verlassen Brok: „Guaidó hat als einziger demokratische Legitimation“

[24] Esto lo debería escuchar la señora Barrientos, del Partido de Izquierda, de Alemania, que dió una entrevista en que señaló que Guaidó no quiere volver a Venezuela porque quiera hacer algo bueno para los pobres, sino sólo porque quiere “provocar”. „Er kehrt ja nicht zurück, weil er was Gutes will, gerade für die Armen in Venezuela, sondern weil er provozieren will“, .Barrientos (Die Linke) zu Venezuela Guaidó „kehrt nicht zurück, weil er Gutes will“

Nuestra imperfección nos hace humanos

En la tercera temporada de The Men in the High Castle, al final del último episodio[1] hay un diálogo entre el Mariscal del Gran reino nazi de América, John Smith y el “hombre del castillo”, Hawthorne Abendsen, el hombre que conoce las películas sobre el mundo paralelo. Smith habla muy orgulloso del experimento en que los científicos nazis lograron “hacer pasar” una persona de un universo a otro, de acuerdo a la teoría de los multiversos[2].

Nadie menos que Josef Mengele es el director de investigaciones sobre los multiversos. La finalidad de su “investigación” es encontrar una manera de viajar entre ellos, con el objeto de conquistar los universos que no se hallen bajo la égida nacional socialista, enviándoles tropas nazis, a través de un portal, construido bajo una montaña, donde existe una anomalía que hace posible el viaje en el tiempo y el espacio. Usan la ciencia, no para el bien, sino para el mal. Ciencia sin ética o ciencia con una pseudo ética utilitarista y narcisista.

Smith anuncia al viejo Abendsen que Mengele y Cía. lograron hacer pasar a una persona “al otro lado”, al otro mundo, a la otra dimensión, a otro universo. Esto, a través del portal construido por Mengele, en una mina abandonada, en Lackawanna, en la zona montañosa de Pocono, en Pennsylvania. A través de este portal, los nacional socialistas quieren enviar tropas nazis a otras dimensiones, para imponer su ideología, su “nuevo orden”[3] en todas ellas. Como si no fuera suficiente, mantener sometido a todo un mundo bajo su poder, pretenden someter todos los otros mundos existentes.  

Abendsen se halla en una celda prisionero de los nazis, quienes extorsionan utilizando para ello a su señora Caroline, a quienes ellos mismos dispararon y ahora condicionan su atención médica a las revelaciones de su marido. Su propósito es que “Abe” revele más secretos acerca del “otro mundo” y de los viajes entre los universos..

Abe -así lo llama Smith- le pregunta quien es la persona que logró pasar a través del portal. Fue una sola, una sola de cuatro, le responde Smith. A agrega que es “un éxito relativo”. Aunque el sucesor de Hitler, el canciller Heinrich Himmler, califica el hecho como un éxito formidable. “Enviamos cuatro personas y una sola de ellas logró pasar a través del portal”. ¿Quién?, insiste Abe. Smith responde: “Una chica promedio”, una “average girl”[4] de 18 años. “Una mujer como cualquier otra”.

“¿Una chica promedio? ¿Una mujer como cualquier otra?”, Abendsen se asombra de la respuesta del alto funcionario nacional socialista. Y agrega: “Me extrañaría mucho si su papá y su mamá sientieran de esa manera”[5], que pensaran que su hija es una chica promedio, como cualquier otra. Y para recalcar más el tema, le dice que hay que reconocer que esa chica es única porque logró pasar a otra dimensión. Smith se siente algo confundido. Probablemente piensa en sus propios hijos, me imagino yo, no lo dice en la película.

Sí, es así como todos los totalitarismos, los fascismos, los extremismos, los socialismos, los comunismos y todos los autoritarismos han visto y ven al individuo: como una persona promedio, de 18, de 20, de 30, 50, 80 ó 90 años. No importa la edad. No importan sus circunstancias. Da lo mismo. Nadie es único. Siempre es sólo un individuo más, descartable, reemplazable, susceptible de ser sacrificado en una guerra o en un experimento. Una persona más, un individuo cualquiera, que podemos tirar a la basura o emplear a nuestro gusto, sustituible, susceptible de ser inmolado sin que a nadie le importe. La serie caracteriza muy bien la ideología nazi y todas las otras ideologías totalitarias que han existido y existen.

Lo único que importa es el todo, la especie humana perfectible en un proceso imparable e irreversible de optimización, que muchos hoy quieren presentar como una simple “evolución”. Aunque Darwin y especialmente sus colegas que lo sucedieron en el estudio de la evolución, rechazaron proposiciones de “perfeccionar la raza” por la vía de los matrimonios entre personas que, por alguna razón, eran considerabas mejores que otras.

Sí, lo único que les importa es el todo; no el individuo. Es el viejo sueño totalitario. Lo trascendente es el estado, la sociedad, el pueblo, mi pueblo, mein Volk, my people, mi nación. “Más vale que muera uno solo por el pueblo; pero que no perezca la nación”, resuenan en mis oídos las odiosas palabras de Caifás[6].

El mismo hijo de John Smith, Thomas sufría de distrofia muscular, una enfermedad de la que la familia tendría que haber informado a las autoridades de salud del Reich, para que Thomas pudiera ser “eutanasiado”, ya que un enfermo de distrofia muscular es una carga para la sociedad.

Y lo que es peor, es un lastre para la “raza superior”, que corre el riesgo de que sus genes defectuosos pasen a generaciones posteriores. Esto que se opone diametralmente a la optimización, al perfeccionamiento de la raza, de la raza perfecta de los seres superiores. Por eso, Helen Smith se va de la casa, con sus hijas y abandona a su marido, porque le dice que ella quiere vivir en un mundo en que un gen defectuoso no sea una amenaza para sus hijos[7].

Thomas piensa que él no tiene valor, que sólo es una carga para sus padres y para la sociedad[8]. Es así como lo han educado, en esos desvalores. Pero llega un momento en que ellos mismos, el matrimonio de John y Helen Smith, los super nazis, son “tocados” por el destino y ellos, que siempre creyeron en su superioridad aria, se ven forzados a reconocer que su propio hijo es -de acuerdo a sus cánones de pensamiento- un ser sin valor, un ser defectuoso[9] una carga inútil. Alguien indigno de vivir o lebensunwert, como decían los nazis. Ambos llegan a asesinar para intentar salvar a sus hijos.

Thomas busca consejo en Juliana Crain, miembro de la resistencia[10]: “…y si mis defectos son tales que deben ser erradicados para bien de los demás”. Juliana le contesta que esas ideas se las tiene que sacar de la cabeza. Thomas responde con una pregunta clave: “…por qué están todos de acuerdo con esa ley”. Con la ley de la eutanasia. Ella le dice que no lo sabe; pero que sabe que su familia lo quiere. Y eso es lo único importante, agrega.

Juliana le explica a Thomas lo que ella piensa: “todos nosotros somos imperfectos y nuestros defectos son lo que nos hace ser quienes somos”[11]. O en mi traducción: “nuestra imperfección es lo que nos hace humanos”. Tiene razón Juliana. Es también lo que yo pienso.

Thomas, inspirado en la devoción por el Reich que admiraba en sus padres, decide entregarse a las autoridades para ser eutanasiado. En una dramática escena, los funcionarios de salud lo van a buscar a su casa y se lo llevan, ante los llantos de su mamá, Helen, que trata de impedirlo. Es una de las escenas más conmovedoras de la serie. Posteriormente, Thomas Smith será utilizado por la propaganda nazi y estilizado como el nuevo coloso[12], que se inmola por el Reino, por Nicole Dörmer, la nueva Leni Riefenstahl.

Hace algún tiempo visité un hogar-escuela para niños con incapacidad, en el Sur de Alemania. Me explicaron que esa institución no había sido cerrada durante los doce años del nacional socialismo, ni sus niños eutanasiados -al menos no todos- porque en ella, vivía un niño hijo de un nazi muy importante, que lo había protegido todo lo que había podido. Si Alemania hubiera ganado la guerra, sin duda, su hijo habría sido sacrificado y el hogar-escuela habría sido cerrado. Pero, gracias a Dios, a diferencia de lo que ocurre en la distopía “The Man in the High Castle”, los nacional socialistas perdieron la guerra.


[1] Episodio 10, tercera temporada.

[2] “Multiverso es un término usado para definir el conjunto de los muchos universos existentes, según las hipótesis que afirman que existen universos diferentes del nuestro propio. La estructura del multiverso, la naturaleza de cada universo dentro de él, así como la relación entre los diversos universos constituyentes, dependen de la hipótesis de multiverso considerada. Según cualquiera de esas hipótesis, el multiverso comprende todo lo que existe físicamente: La totalidad del espacio y del tiempo, todas las formas de materia, energía y cantidad de movimiento, y las leyes físicas y constantes que las gobiernan”, Multiverso en Wikipedia

[4] “Only one went through just an average girl”

[5] “I wonder if her mother and father felt the same way”.

[6] Caifás, en Wikipedia: Su papel en la Pasión de Jesucristo

[7] Episodio 10, segunda temporada.

[8] “I’m an useless eater”.

[9] “I’m defective”.

[10] Noveno episodio, segunda temporada.

[11] “what I do know is that we all have flaws all of us, every single of us. It make us who we are. point to sign a serious defect”

[12] “The New Colossus”