Más sobre la corrupción en Ucrania


Hace algunos meses, escribí acerca de la corrupción en Ucrania. Mi motivación fue que algunas personas -incluso una amiga- insinuaban o decían abiertamente que no se podía apoyar a Ucrania, porque es un país muy corrupto. Los recientes acontecimientos en Kiev, sobre todo la destitución del ministro de defensa por un caso de corrupción, parecen corroborar el alto grado de corrupción en Ucrania.

Esto es especialmente grave porque la lucha es contra la agresión rusa y no debería ser una oportunidad para seguir con el sistema de llenarse los bolsillos con dinero ajeno sólo por estar en el poder[1]. En un estado de derecho, quienes han sido elegidos en puestos públicos, son servidores de los ciudadanos -Servidores del pueblo- y no mafiosos al estilo post-soviético.

El índice de Transparency[2], que acaba de aparecer, se refiere expresamente a Ucrania en sus primeras páginas y lo hace en los siguientes términos: Ucrania avanza en la lucha contra la corrupción, lo que también se refleja en el CPI o índice de percepción de la corrupción. En los últimos diez años, Ucrania ha subido un total de siete puntos. Sin embargo, el país se mantiene en la mitad inferior de la lista, en el puesto 116 con 33 puntos. En comparación con el resto de Europa, sólo Rusia (puesto 137 con 28 puntos) obtiene peores resultados[3].

En realidad, esta columna debería llamarse menos corrupción en Ucrania.

El año 2021, Rusia ocupaba el lugar 136 y Ucrania, en el 122 con 32 puntos[4]. De manera que, a quienes insinúan que no se puede apoyar a Ucrania, sino que prefieren apoyar a Rusia, me permito recordarles que Rusia es un país mucho más corrupto y cuyo gobierno no tiene intención alguna de mejorar en este sentido. De partida, porque como dicen Kasparov y la historiadora rusa de la que les hablé en mi columna Mientras más armas, más corta la guerra, el estado ruso es una organización mafiosa y Putin es un verdadero capo di tutti capi o un vil padrino, como lo denomina Kasparov[5].

Transparency continúa: No obstante, se está avanzando. Los avances se deben, por ejemplo, a que la administración se ha digitalizado mucho y se ha introducido un sistema de contratación digital. Además, se han creado nuevas instituciones anticorrupción, que también actúan contra altos personeros en el gobierno. Así ha quedado demostrado recientemente, entre otras cosas, con la detención de Vasyl Losynskyji, viceministro de Desarrollo Regional, sospechoso de soborno. El hecho de que esto se hiciera transparente y de que el gabinete expulsara rápidamente al ministro, demuestra una voluntad política muy fuerte[6].

En suma, Transparency International Ucrania cree que el proceso de adhesión a la UE ofrece una oportunidad para que los actores progresistas de la lucha contra la corrupción emprendan nuevas reformas ambiciosas y aceleren su aplicación[7]. Palabras prometedoras que espero que se cumplan.

Es difícil, sobre todo en medio de una guerra; pero creo que circunstancias excepcionales hacen posible y exigen reformas igualmente excepcionales y que los ucranianos y las ucfanianas han demostrado que son capaces de mucho, de mucho más de lo que pensábamos que serían capaces. Creo que merecen nuestra confianza y nuestro apoyo, tanto en la lucha en defensa de su territorio frente a la guerra de agresión, como también en su batalla contra la corrupción. Y, obviamente, en su ingreso a la familia europea, representada por la Unión que lleva su nombre.


[1] Más o menos esto es lo que  dijo Selenski claramente, hace dos o tres noches, en la correspondiente edición de su diario mensaje nocturno.

[2] CORRUPTION PERCEPTIONS INDEX 2022

[3] “Die Ukraine macht bei der Korruptionsbekämpfung Fortschritte, die sich auch im CPI zeigen: Im Laufe der letzten zehn Jahre hat die Ukraine insgesamt sieben Punkte hinzugewonnen. Gleichzeitig steht das Land mit 33 Punkten jedoch weiterhin in der unteren Hälfte des Rankings auf Platz 116. Im europäischen Vergleich schneidet nur Russland (Platz 137 mit 28 Punkten) schwächer ab”, KORRUPTIONSWAHRNEHMUNGSINDEX 2022

[4] “Rusia ocupa el lugar 136, con 29 puntos en el ranking de Transparencia Internacional. Ucrania está en el puesto 122 con 32 puntos”, Corrupción en Ucrania

[5] “Kasparov: Russia is a mafia state today, and Putin is its top godfather. The regime is in trouble economically and can no longer offer anything to its citizens. That’s why Putin has to pursue an aggressive foreign policy, so he can serve his people the fairy tale of Russian pride and regaining its strength as a major power”, Putin Needs Wars To Legitimize His Position

[6] “Dennoch: Es geht voran. Die Fortschritte sind zum Beispiel darauf zurückzuführen, dass die Verwaltung sehr stark digitalisiert und ein digitales Beschaffungssystem eingeführt wurde. Außerdem wurde eine Reihe neuer Institutionen zur Korruptionsbekämpfung geschaffen, die auch gegen hochrangige Regierungsmitglieder vorgehen. Das zeigte sich jüngst u.a. durch die Festnahme des unter Bestechungsverdacht stehenden Vize-Ministers für Regionalentwicklung Wasyl Losynskyji. Dass dies transparent gemacht wurde und das Kabinett den Minister sehr zeitnah ausgeschlossen hat, verdeutlicht einen deutlich stärkeren politischen Willen”, KORRUPTIONSWAHRNEHMUNGSINDEX 2022.

[7] “Insgesamt bietet nach Einschätzung von Transparency International Ukraine der EU-Beitrittsprozess den bei der Korruptionsbekämpfung progressiven Akteuren eine Steilvorlage, um weitere ambitionierte Reformen durchzuführen und deren Umsetzung zu beschleunigen”, KORRUPTIONSWAHRNEHMUNGSINDEX 2022.

Corrupción en Ucrania

De vez en cuando, en algún foro sobre la guerra en Ucrania o en algún canal en redes sociales, leo algún comentario acerca de la corrupción existente en ese país. En forma solapada, parecen decir que no se puede apoyar a Ucrania por ser un país muy corrupto.

Es cierto que Ucrania es un país con un alto, más bien con un altísimo nivel de corrupción. No creo que nadie lo niegue, menos que nadie el actual gobierno en Kiev. Lo que los partidarios de Rusia no dicen es que la Federación rusa es un país tan corrupto o aún más corrupto que Ucrania. De acuerdo al ranking de Transparencia Internacional[1], hay en Europa, sólo dos países más corruptos que Ucrania, y estos son Rusia y Azerbaiyán (esto en el supuesto que la ex-república soviética de Kasajstán sea un país europeo; en rigor, es parte de Asia Occidental y sólo parte de su territorio está en Europa; pero culturalmente es Asia).

Rusia ocupa el lugar 136, con 29 puntos en el ranking de Transparencia Internacional. Ucrania está en el puesto 122 con 32 puntos. O sea que, mis queridos y queridas interlocutoras, si fuera por la “lógica del país más corrupto”, Ucrania debería haber invadido a Rusia, destruido ciudades, campos y bosque rusos, matado a civiles y cometido abusos sexuales y violaciones. Además de pillaje, saqueo de negocios y casas particulares, deportado a simples ciudadanos, etc.

Los altos niveles de corrupción caracterizan a todos los países que formaban parte de la Unión de Repúblicas socialistas soviéticas, incluyendo a Ucrania, Kasajstán y a Rusia (durante la Guerra Fría rara vez hablábamos de la Unión Soviética, sino más bien de Rusia).

(Desde el punto de vista histórico, hay que considerar que Ucrania trató de independizarse como nación después de la I Guerra Mundial, momento germinal en que surgieron nuevos estados como Yugoslavia, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania y en que incluso Polonia recuperó su calidad de estado-nación. Sin embargo, Ucrania logró permanecer sólo un par de años como país soberano y esto en medio de la guerra que continuaba[2], hasta que el Ejército Rojo, comandado por Trotsky cayó sobre su territorio, lo invadió y lo subordinó a las órdenes del Kremlin).

Creo que esto tiene una explicación histórica y ciertamente muy lógica. En el sistema socialista soviético, todas las decisiones, incluso las más mínimas, eran adoptadas por los funcionarios del partido único, de acuerdo a su ideología y a sus intereses personales. No existía economía de mercado, ni sistema democrático de gobierno ni de toma de decisiones. Las decisiones no eran las mejores, sino las más favorables a quienes detentaban el poder. Si sus decisiones eran erradas y perjudicaban a los demás, ellos no podían ser reemplazados por otros políticos en elecciones libres, como ocurre en el sistema democrático[3].

En el socialismo real, el aparato estatal era inmenso y lo “llenaba” todo con su presencia totalizante y, en definitiva, totalitaria. Sí,la denominación del régimen sovietico como totalitarismo cuadra perfectamente con su esencia. En un sistema así, es obvio que la corrupción se transformó en algo omnipresente, agobiante y que sofocaba y ahogaba la vida de toda la sociedad, sobre la cual el estado extendía sus tentáculos poderosos y corruptos.

La corrupción en un sistema de tales características era el menor de los problemas, parte de su ineficacia generalizada, que llevó finalmente al colapso y desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991. Desde que Putin[4] tomó el poder junto a su camarilla de Ozero[5], la corrupción ha seguido igual o peor que durante la época soviética. Sus beneficiarios son los miembros de los servicios secretos y de la oligarquía cleptocrática, calidades que muchas veces se superponen en una persona. Ellos son quienes detentan el poder político y el poder económico en el estado creado durante los 22 años y medio que ha estado Putin en el poder.

La federación rusa, bajo el mando de Putin y de su camarilla, no tiene intención alguna de combatir la corrupción. Sin corrupción, no podrían existir. La oligarquía plutocrática en torno a Putin no sobreviviría ni un solo día en un estado de derecho, ni en un sistema económico de mercado, donde prima la libertad económica y donde las decisiones se toman de acuerdo a criterios económicos y no de conveniencia particular. Tampoco subsistirán en una democracia liberal con elecciones, libertad de prensa y respeto de los derechos fundamentales.

La ex-república soviética de Ucrania, convertida en país soberano e independiente, al menos en el papel, se estaba transformando en una economía de mercado y sobre todo, en una sociedad democrática liberal, al estilo de los estados europeos. Evitarlo fue la causa de la invasión rusa.

Precisamente fue su acercamiento a la Unión Europea lo que motivó los problemas con Moscú, ya en la época del Euromaidán. Y luego la anexión de Crimea, la desestabilización del Dombás y la guerra actual, que Putin prohíbe llamar guerra, sino que denomina “operación especial”[6]. Rusia no quiere dejar que Ucrania se convierta en un país moderno, democrático liberal, en un estado de derecho, con elecciones periódicas, con alternancia en el poder[7] y menos en uno que combata la corrupción. No, a Putin le gustaría dejar a Ucrania siempre encadenada en un sistema anticuado de dominación, de pobreza, de corrupción, de hambre…

Esta semana, tuvo lugar la Conferencia de Lugano -que no sin razón se llama Ukraine Reform Conference[8]– sobre la reconstrucción de Ucrania, deja muy claro que una de las mayores exigencias que debe cumplir Ucrania es el combate a la corrupción.

A esto se ha comprometido el gobierno ucraniano, el gobierno actual de Selensky y el de quien venga después. Estoy segura que, a diferencia de Putin, en 23 años más, Selensky ya no será presidente de Ucrania…


[1] Índice de corrupción de Transparencia Internacional

[2] Se dice que, de hecho, la Guerra Mundial iniciada en 1914 terminó en el Este de Europa, recién en 1924 y no en 1918, debido a que la guerra continuó, protagonizada parcialmente por estados en germen, el ex-imperio de los zares y el nuevo imperio de los bolcheviques y otros grupos de poder y nacionalismos.

[3] Es lo que pasa ahora con Putin: aunque su decisión de invadir Ucrania e iniciar una guerra fratricida sea criticada por muchos rusos, esto no cambia nada, ya que Putin no puede ser relevado del poder. A propósito, invito a leer el El mensaje de Marina Ovsianikova a Rusia y al mundo

[4] Sobre Putin, invito a leer mi columna Putin llega con 200 años de retraso

[5] Recomiendo el artículo de Wikipedia en alemán que es el más completo sobre la cooperativa Datschen-Kooperative Osero Lo pueden traducir con ayuda de algún traductor on line o, leer los artículos en castellano o en inglés que no son tan completos.

[6] En Rusia, es castigado como delito hablar de “guerra” para referirse a la guerra en Ucrania. Sólo se puede decir “operación especial”, hasta aquí llega el toralitarismo.

[7] Según Popper, la alternancia el poder es consustancial de la democracia. Ver El juego democrático de la alternancia en el poder

[8] Ukraine Reform Conference En honor a la verdad, a conferencia de este año, se llamó Ukraine Recovery Conference.