¿Dónde está Prigoshin?

Esta es la pregunta que nos hacemos todos, a una semana del Levantamiento de los mercenarios 

Lukaschenka[1] dice que le ofreció huir -no sé si se pueda hablar de dar asilo- a Bielorrusia. Otros aseguran que vieron a Prigoshin en San Petersburgo, donde el Grupo Wagner tiene su edificio central[2] y el oligarca tiene su principal fábrica de trolls en internet. Su avión habría hecho una escala en Moscú -quién sabe para qué- y luego, habría volado a la ciudad a orillas del Neva.

Otros dicen que su avión se habría dirigido a Minsk. Parece que la capital bielorrusa se ha convertido en un verdadero refugio temporal de criminales: hacia Minsk voló Jan Marsalek, el estafador de Wirecard que ahora vive en un sector acomodado de Moscú, donde sólo oligarcas y otros criminales pueden pagar un inmueble.

Putin aseguró a los mercenarios del Grupo Wagner que no serían perseguidos penalmente. Iba a escribir que no serían perseguidos por la “justicia rusa”, pero indudablemente, la palabra “justicia” y el régimen de Putin son términos que se contradicen entre sí. Después de asegurar que los mercenarios eran traidores, Putin los perdonó y les aseguró que tenían tres alternativas: irse a Belorrusia, enrolarse en el ejército de la Federación[3] o volver a sus casas, con sus familias.

Con este perdonazo, Putin demostró debilidad. Sobre todo, porque después de acusar de traidores a los mercenarios de Wagner y de asegurar -el día sábado- que la traición se paga con la vida, esto es que los espera el pelotón de fusilamiento… Después de esta gran amenaza, el día domingo, los perdona y deja huir a Prigoshin[4].

Putin no sólo mostró debilidad, sino que además, quedó claro que el jerarca ruso sí reacciona ante una amenaza y que es capaz de claudicar. Un argumento más en favor de quienes pensamos que es fundamental apoyar a Ucrania, para colocarla en una buena posición en orden a negociar -en un futuro próximo- la devolución de su territorio, de los niños raptados, reparaciones de guerra, seguridad de sus fronteras y un gran etcétera[5].

No me atrevería a asegurar que el perdonazo de los mercenarios -al menos de los que se queden en Rusia- sea duradero. Me imagino que, por esta razón, muchos de ellos huyeron a Bielorrusia donde Lukaschenka les habría entregado o arrendado una o más bases para que reinicien sus actividades. Cualesquiera sea que éstas vayan a ser en el futuro.

Prigoshin aseguró que 25 mil mercenarios estaban bajo sus órdenes en la guerra contra Ucrania. Pero parece que ese fue sólo un bluff, ya no que habría tenido nada más que ocho mil. O puede ser que hayan muerto tantos en la guerra, que no le queden más que ocho mil en Rusia. Por ejemplo en Bajmut, donde los ex-presidiarios reclutados por el Grupo Wagner no fueron más que simple carne de cañón.

Donde sí parece que hay veinte mil mercenarios de Wagner es en África. En ese continente, la estrategia rusa es clara: apoyar al gobierno dictatorial o instalar un dictador en el poder, siempre y cuando les deje explotar las minas de oro, de uranio, de diamantes, los yacimientos de petróleo o de gas. Con ello, se desestabiliza África y se crean flujos de inmigrantes que, a su vez, desestabilizan a Europa. ¿A quién le importa la vida humana si puede ganar ingentes sumas de dinero a la usanza de los peores imperialistas y capitalistas de la historia?

El Grupo Wagner no es un Blackwater cualquiera. No es una empresa de seguridad privada, sino que es una creación del estado ruso que necesitaba gente que hiciera el trabajo sucio, o debería decir: el trabajo más sucio. Hasta el fin de semana pasado, Putin todavía negaba toda relación con algún grupo paramilitar. Es más, hasta la semana pasada, Putin negaba la existencia del Grupo Wagner. Después de todo, según la ley de la Federación, el monopolio del poder recae en las fuerzas armadas y no permite la existencia de ejércitos paralelos.

El martes pasado, Putin reconoció que el régimen ruso había pagado al Holding Concord (construcción de por lo menos 64 empresas entre las cuales formalmente se haya el Grupo Wagner) mil millones de dólares por la actuación de los mercenarios en la guerra contra Ucrania, otros mil millones en material de guerra y mil millones más por el catering de los soldados del ejército ruso. Putin agregó que espera que Prigoshin no haya robado mucho, lo que es un gran sarcasmo considerando la altísima corrupción que impera en Rusia[6].

La semana pasada, Velina Tchakarova (desde Viena) publicó en Twitter un interesante esquema que muestra lo que ella denomina “a galaxia de Prigoshin. Esto es, el entramado de sus empresas. Los invito a ver el documento gráfico[7].

Es interesante observar que hay dos países americanos que aparecen en el mapa de Tchakarova. Uno de ellos es nada menos que Estados Unidos, donde la Galaxia prigoshiana mantiene páginas de información. O más bien de desinformación. Y Venezuela, donde se hallan los Wagner, en su calidad de compañía militar semi-estatal, como asesores políticos y como explotadores de empresas extractoras de recursos naturales[8].

Lo más infame de las páginas norteamericanas es que se hacen pasar por activistas en pro de la lucha por la “igualdad racial”[9]. Demás está decir que los trolls financiados por Prigoshin están interesados en el triunfo de Trump. Desde siempre, Trump ha sido el candidato de Rusia[10]. ¿Por qué será?

Prigoschin hacía un doble trabajo para el régimen ruso: recibía fondos del exterior para financiar la guerra contra Ucrania y recibía dinero del estado ruso por pelear y morir en la guerra. Algunos analistas aseguran que Prigoshin se rebeló porque al régimen de Putin se le habrían acabado los fondos.

La causa inmediata (o la excusa) del quasi putsch wagneriano fue la obligación de firmar un contrato y de ponerse a las órdenes del ejército ruso, esto es a las órdenes de Gerasimov y de Shoigu (este último, también dueño de un grupo paramilitar), ambos muy odiados por Prigoshin.

Me pregunto ¿qué pasará ahora con las empresas de Prigoshin? ¿Se las lleva a Bielorrusia? ¿Habrá sido este el interés de Lukashenka en que el oligarca se refugiara en su país? O ¿serán expropiadas por Putin que se quedará con ellas o las repartirá entre otros oligarcas? El viceministro de relaciones exteriores acaba de viajar a Siria para tranquilizar a Assad a quien aseguró que los mercenarios ahora dependen directamente del Kremlin.

Quién sabe… Lo único que sé es que mi próxima columna debería titularse ¿Dónde está Surovikin? Sergei Surovikin es el general favorito de Prigoshin, que estuvo algunos meses al mando de la guerra contra Ucrania y, hasta la semana pasada, era lugarteniente de Gerasimov. Hoy, detenido por haber apoyado o al menos, haber tenido conocimiento del levantamiento de los mercenarios y no haber hecho nada para impedirlo. Entre paréntesis, el general Surovikin es el responsable del bombardeo y destrucción de la ciudad de Alepo, en Siria…[11]


[1] Otrora rival de Putin, hoy su marioneta.

[2] Se puede apreciar la fastuosidad del edificio en las muchas imágenes del mismo en Google

[3] Cuando hablamos de Rusia, nos referimos a la Federación Rusa que se compone de Rusia más las repúblicas colonizadas en Asia Central que no lograron independizarse luego de la caída de la Unión Soviética en 1991.

[4] La cantidad de mercenarios rusos es limitada. Se trata de algunos miles de hombres formados por el servicio secreto militar o GRU. Por esta razón, me puedo imaginar que a Putin no le conviene dejarlos ir.

[5] Por el rapto de niños ucranianos, Putin y otros de sus personeros están acusados en la Corte penal internacional en La Haya.

[6] De acuerdo a Transparencia Internacional, hay en Europa, sólo dos países más corruptos que Ucrania, y estos son Rusia y Azerbaiyán, en Corrupción en Ucrania La corrupción es una enfermedad post soviética.

[7] @vtchakarova El tweet aquí

[8] Las relaciones entre Bielorrusia y Venezuela datan de la época en que Chávez visitó Bielorrusia y se fotografió con armas aparentemente de producción bielorrusa. Ver Lukaschenko y Venezuela

[9] Las razas no existen. Los invito a mi columna Nos guste o no, en realidad todos somos africanos

[10] Pienso que Trump es lo menos republicano que nos podamos imaginar y que “el Partido republicano fue ‘secuestrado’, primero por el tea party (una especie de secta política, racista, sexista y homofóbica) y más tarde, por lo que el mismo Trump llama simplemente “our movement”. El organizador de concursos de belleza ha logrado convertir al great old party en un club pro-Trump o en una secta, en Trump: A un año del asalto al Capitolio y la derecha chilena

[11] Como mencioné alguna vez, una compañera de colegio me insiste en que Alepo y otras ciudades sirias fueron bombardeadas y destruidas por los norteamericanos. Sin duda, otro éxito de la desinformación rusa, en El Papa y Ucrania Ver también Rusia no es potencia

La prohibición de matar en el Islam

Ebrahim B. es un ex-guerrillero, que volvió a Alemania desde Siria, luego de desertar del IS[1]. Actualmente, sometido a juicio en el Norte de Alemania. El joven de Wolfsburg  considera que su enrolamiento en esa organización, ha sido el mayor error de su vida. Dió una entrevistas a la televisión alemana, donde cuenta cómo es realmente la vida en el Islamic State. El video más completo es este, aparecido en el programa de televisión Panorama.

En el minuto 26, el joven se pregunta si la gente del Islamic State no conoce el verso del Corán que dice: “si tú matas a un inocente, serás castigado como si hubieras matado a toda la gente del mundo”. En otras traducciones leo: “matado a toda la humanidad”, traducción que me parece más apropiada.

Barack Obama citó este verso, en su discurso de febrero de este año[2]. El presidente norteamericano contradice el intento del Islamic State de fundamentar sus crímenes en el Islam: “clérigos y eruditos musulmanes -respetados no sólo aquí en los Estados Unidos, sino en todo el mundo- aclaran que esta es una interpretación retorcida de su fe. Ellos dejan muy claro lo que el Islam representa. Estamos unidos por/con algunos de estos líderes en la actualidad. Estos líderes religiosos y académicos predican que el Islam llama a la paz, a la justicia y a la tolerancia hacia los demás, que el terrorismo está prohibido: el Corán dice cualquiera que mate a un inocente, es como si hubiera matado a toda la humanidad. Esas son las voces que representan a más de mil millones de personas en todo el mundo”. (La traducción es mía).

No sé si Rhonheimer -que postula que, en el Islam, existe una licencia para matar– conoce este texto del Presidente de los EEUU. O los de Bush citanto este mismo verso del Corán[3].

Personalmente, estoy lejos de pensar ingenuamente que todas las religiones -incluyendo la mía propia- sean instancias sembradoras únicamente de paz, de amor, de luz y de alegría… Después de ver todo lo que he visto, de leer todo lo que he leído y de escuchar todo lo que he escuchado en los últimos años, me temo que estaba equivocada: cada religión, incluso la cristiana, puede conducir también al fanatismo o llevar al odio, a la violencia y a la muerte (Even words can kill). Sí, Breivik y Abdelhamid Abaaoud son una -lamentable, pero muy real- prueba de ello.

La frase citada, del Corán 5,32, dice textualmente: “Por esta razón, prescribimos a los Hijos de Israel que quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad. Nuestros enviados vinieron a ellos con las pruebas claras, pero, a pesar de ellas, muchos cometieron excesos en la tierra”.

Es significativo que este versículo se refiera a los Hijos de Israel. No olvidemos que los musulmanes no niegan la revelación bíblica, no la rechazan, la aceptan. Para ellos, el Antiguo y el Nuevo Testamento siguen vigentes. Moísés, Mahoma y Cristo son sus profetas[4]. La religión del Islam[5] considera que tiene su origen en Abraham. Por eso, se habla de las religiones abrahamíticas, para refrirse a la religión judía, al cristianismo y al Islam. Los musulmanes ven en Moisés (el del Decálogo o Diez Mandamientos, con su prohibició de matar) y en Jesucristo a dos de sus tres más importantes profetas. Mahoma no “derogó” ni el Antiguo, ni el Nuevo Testamento. Él pensaba haberlo llevado a su plenitud. En el mundo del derecho, diríamos que el Islam no derogó las antiguas revelaciones, sólo que la última tiene supremacía.

Tayfun ‏@Demtayy -a quién comozco de Twitter, actual expresión de nuestra inteligencia colectiva- me recomienda varias suras, no sin advertirme que no sirve mucho sólo simplemente enumerarlas[6]. El Corán 17,33 dice “No matéis a nadie que Dios haya prohibido, sino con justo motivo”. Contiene la prohibición de matar, salvo excepciones. Tayfun me explica que las excepciones son dos: cuando se está en una guerra y en defensa propia.

Otros, critican que la prohibición de matar del Corán, se circunscribiría sólo a los creyentes musulmanes. Rhonheimer dice que los musulmanes no tiene la obligación de respetar la vida de los no creyentes, con excepción de los dhimis[7], esto es, de los protegidos -judíos y cristianos- quienes estaríamos obligados a pagar el impuesto al dhimi… Esto me recuerda al impuesto a los judíos que existió durante muchos siglos en Europa.

Si el verso que menciona Ebrahim B. protege realmente a todas las personas o sólo a los musulmanes, es algo sobre lo que yo no puedo decir la última palabra, ya que no soy estudiosa del Islam. Pero si hay tantos musulmanes que nos dicen que sí se refiere a toda la humanidad, ¿quién soy yo para ponerlo en duda?

Aiman Mazyek, presidente del Comité central de los musulmanes en Alemania, dice que el Islamic State está en una cruenta guerra contra la humanidad. Lo que me hace pensar nuevamente en Corán 5,32. Mazyek hace ver que la radicalización de los jóvenes tiene lugar hoy en internet, no en las mezquitas, donde ellos consideran que se enseña un “islam tibio”. Los reclutas del IS en Europa los convencen que en ellas se enseña una religión tibia…

Ebrahim B. lo ratifica en el video, cuando confiesa que los jóvenes guerrilleros no tienen idea del Islam; dice que la religión nunca fue tema para ellos. El joven ex-combatiente se pregunta -y llama a los eventuales candidatos a guerrilleros del IS a preguntarse- ¿por qué su papá u otros hombres, que desde hace treinta años rezan y ayunan, no se enrolan en el IS? ¿Soy yo, más o mejor musulmán, mejor que mi piadoso papá? La respuesta es obvia: no. Como comentaba alguien en Twitter, los jóvenes alemanes que van a pelear a Siria, tienen -en el mejor de los casos- un “Islam For Dummies”, comprado en Amazon antes de partir.

Navid Kermani hace ver, en su memorable discurso en la Paulskirche[8] (Iglesia de San Pablo) en Frankfurt, que el IS expresa una forma de wahhabismo que se impuso en el siglo 19 en Arabia Saudita y que rompió -con gran crueldad- con toda la tradición musulmana anterior, con la piedad popular, con el sufismo, con la poesía.

Al escuchar sus palabras, pienso en el papá de Ebrahim. El wahhabismo rompió con el pasado -más ilustrado que el presente- no sólo en el plano intelectual, sino también en el físico: a partir de la irrupción wahabbista, al asesinato de líderes sufis, se sumó la destrucción de sus monumentos, de sus edificios históricos. Incluso la casa de Mahoma fue destruida y se construyeron baños públicos en su lugar. Es lo mismo que se ve en Palmira hoy, es la lógica consecuencia y continuación por lo iniciado ya en Saudiarabia, explica Kermani.

Sobre los profesores y profesoras de universidades occidentales, aclara el autor alemán que han sido los mismos profesores occidentales (entre ellas, la alemana Annemarie Schimmel) quienes han preservado los escritos sufistas y de religiosidad popular[9]. Dice que el IS no está en guerra contra Occidente, sino que está en guerra contra el Islam. La resistencia a la locura destructora del IS, del wahhabismo-salafismo, se levanta hoy no en los países árabes, otrora núcleo del Islam, sino en su periferia: en Asia, en Sudáfrica, en Irán, en Turquía y no en último término, entre los musulmanes en Occidente que desarrollan un nuevo pensamiento religioso.

En África, el Papa Francisco, esta semana, en un encuentro ecuménico con representantes de diversas religiones, en Kenia, insiste en que, “con demasiada frecuencia, se hace de los jóvenes, extremistas en nombre de una religión”[10]. Dice que el nombre de Dios nunca puede ser utilizado, nunca se puede abusar de él para justificar el odio y la violencia. Frente a los atentados barbáricos del IS en Nairobi el 2013, el Santo Padre llama al diálogo interreligioso. No llama a la guerra… llama al diálogo. Sí, los cristianos somos así. Me imagino qué pasaría si alguien llamara a la guerra santa y nadie acudiera[11].

Hoy en Bangui, la ciudad más grande de la República Central Africana, el Papa Francisco visitó una mezquita y, sin recurrir a lugares comunes, sino con su habitual predilección por romper esquemas, el Santo Padre, dice que cristianos y musulmanes somos hermanos… Bueno, hasta aquí nada nuevo; aunque algunos niegan que lo seamos. “Sabemos bien que los últimos sucesos y la violencia que ha golpeado su país no tienen un fundamento precisamente religioso”. Frase clave en el pensamiento papal y en el pensamiento cristiano. Ojalá la escuche más gente.

Prosigue: “Quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz”. No sé qué van a decir los guerrilleros anti-gender ahora que el Papa habla de hombre y de mujer y no sólo de hombre  🙂

Más adelante: “cristianos, musulmanes y seguidores de las religiones tradicionales, han vivido juntos pacíficamente durante muchos años”. Por eso, “tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común”. Propone: “Juntos digamos ‘no’ al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios. Dios es paz, salam (…). Los animo vivamente a trabajar para que su país sea una casa acogedora para todos sus hijos, sin distinción de etnia, adscripción política o confesión religiosa”[12]. Ese sin distinción es algo que me gusta mucho.

Esto es nuestra responsabilidad, nuestro derecho y nuestro deber, sembrar la paz junto a los musulmanes, dice claramente el Vaticano II. Nostra Aetate número nos “obliga” a ello. Feliz obligación la nuestra. Dichosos los pies del mensajero de la paz (Isaías 52,7).


[1] Me referí a él en julio de este ano, en “El mayor error de mi vida”.

[3] El presidente Bush citó varias veces este verso para llamar a los musulmanes a no hacer la guerra contra los no musulmanes. La noticia en el Tagesspiegel: http://www.tagesspiegel.de/politik/bush-appelliert-an-muslime-in-aller-welt/651608.html

[5] Rhonheimer dice que el Islam es más que una religión. Es un conjunto de reglas de culto, políticas y sociales.

[6] Es ist nicht sehr hilfreich einfach einzelne Suren aufzuzählen, aber: Sure 17 Vers 33; Sure 2 Vers 191-193, Sure 8 Vers 12.

[7] Durante años, el español Carlos Andrés (conocido por su pseudónimo AMDG) autor del blog lamentablemente muy popular en Espana; La Yihad en Eurabia -y de otras páginas maravillosas- me atacó violentamente -después de tratar de ganarme zalameramente para su causa del odio- y me llamaba dhimi. De esto último, puedo estar muy orgullosa, ya que él consideraba a Juan Pablo II igualmente, un dhimi. 

[9] Pienso que, en siglos pasados, fueron los autores musulmanes quienes preservaron la herencia griega y la entregaron a Occidente.

[10] Ver, a modo de ejemplo de esta utilzación, de este abuso, la nota a pie de página número 10 de mi artículo anterior. Lo que cuenta Stefan Zweig.

[11] No sé si saben que el movimiento pacifista de los 60 y 70, tenía el slogan: “Imagínate que llaman a la guerra y nadie acude”.