Si Rusia no tiene armas, se acabará la guerra. Si Ucrania no tiene armas, se acabará Ucrania

Hay una teoría según la cual, donde hay armas, hay guerra. A contrario sensu, sin armas, no habría guerra. De manera que, si los países no tuvieran armas, no habría guerras, aseguran sus partidarios. En consecuencia, si no se produce o no se vende más armamento a los países o en los países, no habría más guerras.

Hay otra teoría, de acuerdo a la cual, donde hay un conflicto, hay o puede haber una guerra. Sin duda, el conflicto puede no ser un conflicto armado, esto es, puede o no devenir en guerra[1]. Sin embargo, un conflicto latente puede explotar en cualquier momento y convertirse en guerra, aún cuando los países no tengan suficientes armas. Es el caso de los conflictos congelados o cold conflicts, como se los llama con más frecuencia.

El conflicto actual entre Ucrania y Rusia demuestra más bien la segunda teoría. Ni el agresor Rusia, ni menos la agredida Ucrania tienen suficientes armas para proseguir la guerra. Rusia ha tenido que rogar incluso a Corea del Norte y se ha vendido a China. Algún político ha profetizado que  Rusia se convertirá en una provincia autónoma de China[2]. Pero China ha entregado apenas a Rusia un cargamento de chaquetas antibala y nada de armas. Y los norcoreanos, apenas antiguos cohetes soviéticos que tenían guardados.

La ofensiva de invierno rusa fracasó. Acabó en un fiasco y los grupos armados rusos se culpan mutuamente[3]. Por su parte, Ucrania no puede iniciar su contraataque –que ya no será de una ofensiva de invierno, sino de primavera o de verano– mientras no reciba los pocos tanques que mendigó de Alemania (que a la fecha, les ha enviado 18) y de otros países, que se los prometieron tarde mal y nunca y en una cifra ínfima.

Al comienzo de la invasión, cuando las tropas rusas arribaron al aeropuerto de Hostomel –en Kiev, donde permanecieron durante las semanas siguientes, cometiendo innumerables crímenes– los ucranianos apenas tenían bazookas de esas que cargan al hombro para derribar los helicópteros procedentes de Bielorrusia. Los rusos desistieron de enviar aviones con tropas de ocupación, por temor a que también se los destruyeran con las bazookas. Así se abortó la toma de Kiev.

Durante décadas, los países europeos habían negado armas a Ucrania, precisamente para evitar una guerra con Rusia. Suponían, de acuerdo a la teoría enunciada al comienzo de esta columna que sin armas, no habría guerra. Esta circunstancia condujo a una virtual indefensión de Ucrania cuando –hace poco más de un año– empezó la invasión rusa a todo el territorio ucraniano.

En realidad, la invasión había comenzado antes, el 2014, cuando Rusia –aprovechando el desorden inmediatamente posterior a las manifestaciones del Euromaidán y la huída del presidente Yanukovich a Rusia[4]– invadió Crimea y las regiones del noreste de Ucrania. En aquel entonces, Ucrania no se podía defender, ya que no tenía armas. Rusia inició entonces una cruenta guerra local en Lugansk y en Donetsk.

La defensa de Ucrania el 2022 es considerada heroica, porque Ucrania era un país virtualmente desarmado. Pero su población mostró un ánimo inquebrantable de defenderse frente al imperialismo ruso que tantas veces en la historia había subyugado a su población. Esto mismo condujo al convencimiento de los países democráticos de que valía la pena ayudar a los ucranianos, ya que estaban dispuestos a defenderse y lo lograrían. Las manifestaciones de solidaridad y de apoyo a su población han obligado a los políticos a reconsiderar su posición inicial.

En otras palabras, el conflicto estaba allí. Provocado por Rusia con su invasión, consecuencia de la negación de la existencia del estado de Ucrania. Para Putin, en su creencia en un relato nacionalista de la historia, Bielorrusia y Ucrania son parte de Rusia. Nunca habrían sido nación y nunca serían un estado independiente[5]. Entre paréntesis, durante la guerra contra Ucrania, Rusia se ha apoderado de Bielorrusia que no puede considerarse un país soberano.

Hoy en día, ni Rusia, ni Ucrania tienen suficientes armas. Pese a ello, la guerra continúa. Putin sabe que, si retira sus tropas pierde el poder[6]. Y probablemente también su vida. Por su parte, Ucrania defiende su territorio y los ucranianos no tienen intención alguna de cederlo a Rusia. Además, saben que, si ceden un metro ahora, en un par de años, tendrán nuevamente tropas rusas en su frontera exigiendo más y más[7].

Rusia dice que tiene mil seiscientos tanques. Pero no reconoce que algunos no pasan de ser un prototipo, como el supuestamente poderoso tanque Armata o el aún más poderoso tanque denominado Terminator. Me pregunto qué dirá Schwarzenegger porque le copiaron el nombre.

Pese a sus supuestamente casi dos mil tanques, Rusia lanzó tuvo que recurrir a tanques soviéticos de los años ‘50. No, no es broma. Se trata de los BTR-50, un tanque de transporte con el que los soviéticos combatieron primero en la II Guerra y luego en Afganistán. Y del T-62, de la década de 1960, que fue el tanque principal en la fracasada guerra de Afganistán.

Los mercenarios del Grupo Wagner se quejan de no tener munición. Y los ataques a la producción de electricidad de Ucrania (un crimen de guerra) se efectúan –en el mejor de los casos– con cohetes de la Marina, porque Rusia carece de suficientes misiles de tierra. Por eso, ha tenido que recurrir a los drones suicidas de fabricación iraní. Los misiles rusos son tan antiguos que carecen de precisión lo que hace que los daños a los edificios adyacentes sean aún más grandes y mayor el número de víctimas civiles.

Por su parte, Ucrania pide y ruega que le envíen munición. A su vez, los países de Europa Occidental se arrastran frente al gobierno suizo ya que una de las fábricas de munición más importantes de Europa se halla en ese país. Los suizos, aducen su neutralidad y niegan la entrega de munición, lo que crea un problema enorme a sus aliados europeos. Probablemente cerrarán la fábrica en Suiza, lo que le va a crear un gran problema a la Confederación Helvética[8].

En el caso suizo, la neutralidad sólo ayuda a Putin. Pese a que la mayoría de la población suiza está a favor de enviar munición a Ucrania, el gobierno no cede. La única esperanza es que se reforme la constitución o se la interprete de otra manera, en este punto, ya hay una iniciativa del partido liberal suizo.

En definitiva, una de las causas del retraso de la anunciada contraofensiva de Ucrania, que intenta recuperar su territorio ocupado por los vecinos invasores, es la falta de armamento y de munición. La causa del fracaso del ataque de invierno ruso es –entre otras– la falta de munición y de tanques[9]. Los aviones de Ucrania están destruidos y Rusia no quiere enviar los suyos, por temor a que se los derriben.

La falta de munición rusa afecta a un país donde su industria armamentista pertenece casi en su totalidad al estado. Y donde su economía se ha convertido -a un año del comienzo de la invasión- en una economía de guerra. Con todas las restricciones que una economía de guerra lleva consigo, entre otras cosas, el desabastecimiento de productos básicos para la población, cada vez más pobre.

Entre tanto, la industria de armamento de los países occidentales ha pasado de ser “la mala de la película” a convertirse en nuestra gran esperanza. Pero esperanza o no, se encuentra presa de una maraña burocrática de la cual le va a costar salir y que no la deja producir como podría hacerlo sin tantas restricciones y permisos no concedidos.

Concluyo pues que esta guerra –en Rusia, se llama operación especial[10]– no va a detenerse porque a las partes les falten las armas. Los rusos atacan a Ucrania incluso con tanques sacados de los museos. Y los ucranianos se defienden aún con bazookas al hombro, ya que, como ellos dicen, cualquier cosa es mejor que caer nuevamente bajo el dominio ruso.

Así pues, donde hay un conflicto, puede haber una guerra. Por otra parte, las armas pueden ser -como en la Guerra Fría- un elemento de disuasión, que indica al enemigo “hasta aquí” y no más allá. Es el lema “no pasarán” de los ucranianos. Pero este sería un tema para otra columna.

En suma, la teoría según la cual, si no le das armas a Ucrania, se acabará la guerra, no sólo es una tesis equivocada, sino que llevaría a que lo único que se acabara fuese Ucrania. Si Rusia no tuviera armas, se acabaría la guerra; pero si Ucrania no tiene armas, se acabará Ucrania[11].


[1] Por eso, me parece tan importante fomentar la solución pacífica de las controversias internacionales.

[2] Alfred Gusenbauer, ex primer ministro de Austria y muy bien informado en temas rusos.

[3] La ofensiva rusa sería pomposamente celebrada si triunfaba. Pero se la pasaría en silencio, si fracasaba. Esto lo advertimos a comienzos del invierno. La segunda alternativa es la que finalmente ha tenido lugar.

[4] El presidente por gracia de Rusia, Yanukovich huyó en un helicóptero a Rostov del Don. Es por eso que Selensky, pocas horas después de la invasión, cuando le habían ofrecido un helicóptero para salir del país, respondió que no necesitaba que le mandaran un vehículo para huir, sino armas para defender su país: “I need ammunition, not a ride”, ver mi columna Putin, el Gigante Aparente

[5] “Putin se pasó la pandemia encerrado leyendo libros de historia de nivel escolar”, El nuevo imperialismo ruso y Carl Schmitt

[6] Sería reemplazado por alguno de los war lords a su alrededor. Kadyrov, Shoigu, Prigozhin, quién sabe. Nada bueno se puede esperar de esa camarilla. En todo caso, hasta ahora, Putin está bien firme en su posición.

[7] Y lo mismo saben los polacos, los habitantes de los Países Bálticos, los finlandeses y hasta los alemanes del Este.

[8] La neutralidad suiza sirvió mucho durante las dos guerras mundiales, en que los suizos de habla francesa estaban de parte de Francia y los de habla alemana, de Alemania y de Austria. Pese a ello, el estado suizo mantuvo la neutralidad. Hoy, la neutralidad no tiene ningún sentido.

[9] Muchos preveían que ya no habría más guerras con tanques. Se decía que la próxima guerra sería cibernética. En lo único que no se equivocaron es en anunciar la importancia que tendrían los drones.

[10] Si la llamas guerra, te mandan a la cárcel como acaba de pasar con Vladimir Kara-Mursa que pasará 25 años en un campo de trabajo.

[11] Invito a leer mi columna Si Rusia deja de luchar no habrá más guerra. Si Ucrania deja de luchar no habrá más Ucrania

Comentario al discurso de Putin del Día de la Victoria

Es una paradoja que la Gran Guerra Patriótica, mito fundacional del estado soviético sea reemplazada hoy en Ucrania por otra guerra. La actual guerra en que ucranianos y ucranianas se defienden frente a la invasión rusa será un hito en la refundación del estado de Ucrania que empezó a existir como tal después de la I Guerra Mundial, antes de que la Unión Soviética lo incorporara como república socialista soviética en 1922. A partir de entonces, Ucrania no fue más que una marioneta en las manos del Kremlin.

En su discurso de la Parada del llamado Día de la Victoria, Putin coloca la guerra contra Ucrania al mismo nivel que la II Guerra Mundial: “Defender la Patria, cuando se decidía su destino, siempre ha sido sagrado. Con tal sentido de patriotismo genuino los milicianos de Minin y Pozharsky subieron por la Patria, atacaron en Borodino, lucharon contra el enemigo cerca de Moscú y Leningrado, Kiev y Minsk, Stalingrado y Kursk, Sebastopol y Kharkov. Y ahora, en estos días, están luchando por nuestro pueblo en el Donbás. Por la seguridad de nuestra patria, Rusia”[1].

Si yo fuera marxista, le diría que está equivocado al hablar de Patria, pues “la patria es un fetiche”, un concepto no aceptable para el marxismo. Actualmente Rusia nutre dos fuentes ideológicas mundiales: la extrema izquierda y la extrema derecha. En este contexto, se entiende el llamado a la patria, la evocación de los ancestros, de la cultura rusa y hasta de la fe religiosa, que Putin y su KGB antes pisotearon y de la cual ahora se aprovechan. Creo que, como factor de unión o más bien de aglomeración, el nacionalismo ha sustituido al comunismo de la antigua Unión Soviética[2].

Putin presenta la invasión a Ucrania como una especie de continuación de la lucha contra el fascismo entablada por sus predecesores soviéticos durante la II Guerra Mundial[3]. En este sentido, los ucranianos serían “nazis” a los que hay que combatir. La actual es la continuación de la lucha contra Hitler, ahora contra Selenski[4]. Es curioso, porque yo pensaba que Ucrania es un país democrático, con alternancia en el poder y que su “gran pecado”, ante los ojos de Putin, fue precisamente querer alinearse en el mundo de los países democráticos y abandonar así el eje de los estados autoritarios, encabezado actualmente, precisamente por Rusia.

“El 9 de mayo de 1945 quedó inscrito para siempre en la historia del mundo como un triunfo de nuestro pueblo soviético unido, de su unidad y de su poder espiritual, hazaña sin parangón en el frente y en el interior”. Y más adelante: “Estamos orgullosos de la invicta y valiente generación de los vencedores, somos sus herederos, y es nuestro deber recordar a los que aplastaron el nazismo y que nos legaron estar atentos y hacer todo lo posible para que no se repita el horror de la guerra mundial”. En honor a la verdad, europeos y soviéticos estaban perdiendo la guerra. Lo que los salvó fue la entrada de los Estados Unidos a la II Guerra. En esto, hay consenso entre los historiadores.

“Los países de la OTAN estaban preparando abiertamente otra operación de castigo en Donbás, una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea. Kiev anunciaba la posible adquisición de armas nucleares. El bloque de la OTAN comenzó el desarrollo militar activo de los territorios adyacentes al nuestro”. Estas son fake news sin precedentes. Hasta Trump, el rey de las noticias falsas se pondría rojo. Putin describe al Donbás como “nuestras tierras históricas”. Así que toda la cuenca del río Donets[5], con sus 40 mil kms² en territorio ucraniano[6], le pertenecerían, en realidad a Rusia, y esto, debido a supuestas “razones históricas”.

Ucrania NUNCA anunció la “adquisición de armas nucleares”. Además, nadie se las habría vendido. Miren lo difícil que hoy en día es que alguien le venda armas convencionales a Ucrania y esto, en medio de la guerra y después de los crímenes de Butscha y Mariupol[7]. Esto no es más que es una fantasía putiniana, una fata morgana, una alucinación, una mentira más, parte de la desinformación en que están empeñados Putin y sus secuaces. No olvidemos que Putin es un ex-oficial de la KGB experto en desinformación y sabe cómo engañar a la gente[8].

Con lo del “desarrollo militar activo de los territorios adyacentes al nuestro”, Putin se refiere a los países del Este de Europa. Acusa a los países democráticos de obligar a los estados que habían formado parte del fenecido bloque comunista, a ingresar a la OTAN que llama Estados Unidos y sus minions[9]. Así, los países del otrora Pacto de Varsovia (la alianza militar organizada por la URSS) habrían sido coaccionados a entrar a la Organización, de la que forman parte Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa. Pregunten a los Países Bálticos, a Polonia o a cualquier otro miembro de la Alianza del Atlántico Norte si esto fue así. Los estados que antes se encontraban “al otro lado de la cortina de hierro”, no fueron compelidos, ni presionados, ni nadie les exigió entrar a la OTAN. Por el contrario, como estados soberanos, ellos decidieron ingresar y fueron sometidos a un exigente proceso de entrada.

“Se creó sistemáticamente una amenaza totalmente inaceptable para nosotros directamente en nuestras fronteras. Todo decía que sería inevitable un enfrentamiento con los neonazis, los banderistas, por los que habían apostado los Estados Unidos y sus compañeros”. Putin insiste en llamar a los ucranianos neonazis y partidarios de Stepan Bandera. Cuando preguntaron al ministro del exterior ruso, Sergei Lavrov, cómo podía ser ser nazi el gobierno ucraniano si su presidente era judío, Lavrov respondió diciendo que los más acérrimos nazis y antisemitas habían sido judíos. Incluso aseguró que Hitler era de ascendencia judía. Me pregunto ¿cómo se puede hablar seriamente con gente que dice tantas payasadas o barbaridades?[10]

“Pero somos un país diferente. Rusia tiene un carácter diferente. Nunca renunciaremos a nuestro amor por la Patria, a nuestra fe y valores tradicionales, a nuestras costumbres ancestrales, a nuestro respeto por todos los pueblos y culturas”. Me parece que chechenos, georgianos, moldavos, tártaros y ucranianos y otros muchos dirán algo muy distinto sobre el supuesto respeto ruso a otras culturas. Incluso, durante la época soviética, la hegemonía fue claramente rusa. Algunos piensan el extremo nacionalismo fue la razón por la que ningún extranjero participó en la Parada de este año.

“Rusia dio una respuesta preventiva a la agresión. Fue una decisión forzada, oportuna y la única correcta. La decisión de un país soberano, fuerte e independiente”. Putin sostiene que la invasión a Ucrania es una “respuesta preventiva”. Esta fue la misma laya con que los nacional socialistas intentaron justificar su ataque a la Unión Soviética de la que habían sido aliados tan cercanos[11]. Hitler, Göbbels, Ribbentrop y cómo se llamaban esos asesinos también presentaron su invasión a la URSS y la traición a su ex-aliado Stalin como “una guerra preventiva”.

“Y en Occidente, estos valores milenarios parecen haber decidido abolirlos. Tal degradación moral se convirtió en la base de la falsificación cínica de la historia de la Segunda Guerra Mundial, suscitando la rusofobia, la glorificación de los traidores, la burla de la memoria de sus víctimas, tachando el valor de los que ganaron y sufrieron la Victoria”. Yo no he visto ninguna glorificación de los nacional socialistas, ni menos rusofobia, ni burla de sus víctimas en Occidente. Muy por el contrario. Creo que el único revisionista de la historia es el gobierno ruso y sus protegidos de extrema derecha y de extrema izquierda en todo el mundo.

“Sabemos que a los veteranos estadounidenses que querían acudir al desfile en Moscú se les prohibió efectivamente hacerlo. Pero quiero que sepan que estamos orgullosos de sus hazañas, de su contribución a nuestra victoria compartida”. Esto es falso. Cabe hacer notar que, a la Parada no asistió ningún extranjero. Ni siquiera Lukaschenka. En honor a la verdad, no creo que ningún presidente o primer ministro extranjero habría asistido[12]. Tan aislada está Rusia en el concierto internacional que, se puede decir que, políticamente, Putin ya perdió la guerra. Su aislamiento se traduce en una pérdida tecnológica, económica e incluso de su antiguo poderío militar[13].

“Hoy las milicias del Donbás y los soldados del ejército ruso luchan en su propia tierra, donde los justicieros de Svyatoslav[14] y Vladimir Monomakh[15], los soldados de Rumyantsev y Potemkin, Suvorov y Brusilov, los héroes de la Gran Guerra Patria Nikolay Vatutin[16], Sidor Kovpak[17] y Lyudmila Pavlichenko[18] lucharon hasta la muerte. Ahora me dirijo a nuestras Fuerzas Armadas y a la milicia del Donbás. Lucháis por la Patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial. Para que no haya lugar en el mundo para verdugos, castigadores y nazis”. Una vez más, Putin pretende igualar la lucha de la II Guerra con la guerra actual en Ucrania. La guerra actual contra Ucrania sería una continuación de la lucha de la II Guerra Mundial.

“Inclinamos la cabeza ante la memoria de los mártires de Odessa que fueron quemados vivos en la Casa de los Sindicatos en mayo de 2014”. Se refiere a la muerte de 42 activistas pro-Rusia en una sede sindical en la ciudad de Odessa, que nunca fue aclarada. “En memoria de los ancianos, las mujeres y los niños de Donbás, los civiles que perdieron la vida a causa de los despiadados bombardeos y los bárbaros ataques de los neonazis. Inclinamos nuestras cabezas ante nuestros compañeros de armas que murieron la muerte de los valientes en una lucha justa: por Rusia”. Yo creo que los ataques son de la artillería rusa…

En suma, Putin presenta la Guerra contra Ucrania como una “operación especial”[19] de carácter preventivo y como la continuación de la II Guerra, tanto en el plano militar (recuperar territorios) como en el ideológico, en el sentido de guerra contra los fascistas (él define quién es fascista[20]). Deja abiertas todas las posibilidades tanto para detener la guerra en cualquier momento, como para continuarla ahora o después. En todo caso, evita hablar de guerra -término prohibido en Rusia- y prefiere seguir hablando de “operación especial”.


[1] Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator. Original aquí

[2] Con respecto al paralelo con la antigua guerra fría, ver La Nueva guerra fría

[3] Para Lenin, el fascismo o nazismo es una forma de capitalismo. Stalin podía cooperar con Hitler, porque el capitalismo pronto sería parte de la historia, cuando de la lucha de clases, surgiera el comunismo.

[4] En mi primera columna sobre el presidente ucraniano, escribí su nombre con Z: El servidor del pueblo, el nuevo presidente de Ucrania Hoy, la Z tiene otra connotación.

[5] Las dos “repúblicas” aquí fundadas por separatistas rusos (Donetsk y Lugansk) han sido hasta ahora reconocidas tan sólo por Rusia y por su vasallo Assad, el presidente de Siria.

[6] 20 mil kms² de la cuenca le pertenecen a Rusia.

[7] War crimes in the 2022 Russian invasion of Ukraine

[8] Entre mis amigos, veo especialmente a gente de extrema derecha, de extrema izquierda o con tendencia a creer en conspiranoias, que repite este tipo de desinformación o simplemente fake news.

[9] Ver Dokumentation: Putin-Rede zum 9. Mai 2022 (Nachtrag: offizielle englische Fassung)

[10] Entrevista con algún medio de prensa italiano.

[11] Cfr. Hitler, Stalin y el inicio de la II Guerra

[12] Tal vez Kim de Corea, o Maduro de Venezuela o el jefe cubano o el de Nicaragua. O el ex-canciller Schröder que estuvo en la Parada el 2005. Recordemos que Merkel rechazó la invitación del 2015. El 2014, Rusia se había apropiado de Crimea.

[13] Sin ir más lejos, las armas rusas más nuevas y adelantadas no pueden ser construidas sin partes provenientes de la tecnológía occidental.

[14] Príncipe del Reino de Kiev, siglo 10.

[15] Rey del Reino de Kiev, del siglo 12.

[16] General del Ejército Rojo, convencido comunista, asesinado por rebeldes ucranianos en abril de 1944.

[17] Militar durante la I Guerra, jefe de partisanos durante la II. Comunista ucraniano. Huyó a los bosques y se libró de que lo mataran en una purga stalinista. Creo que hoy lucharía del lado de Ucrania contra Rusia. Murió en Kiev en 1967. O sea no luchó hasta la muerte, como asegura Putin.

[18] Francotiradora rusa (sniper), peleó en la II Guerra. Murió en Moscú en 1974. Tampoco murió luchando.

[19] Supongo que todos saben que en Rusia está penado por la ley hablar de guerra.

[20] Les recuerdo lo que dijo Nina Khrushcheva (bisnieta de Nikita Chrushev): “hoy somos los rusos los únicos fascistas”.